Rafael Michel.-
Es necesario que cada uno de los
políticos tome su parte.
Actué con responsabilidad tanto
como candidatos como directivos de partidos.
En Baja California - o más bien en todo el país-, hay de todo, pero creo, en lo personal que las
campañas están siendo conducidas muy sucias.
Tienen que cambiar la estrategia para motivar a los electores para que
voten, el próximo 7 de Junio. Pero sin
descalificarse. Con respeto. Con tolerancia.
Si todos le apostados a la Cultura de la Legalidad, podremos lograr
mucho y entre otras cosas, vencer al abstencionismo.
De otra manera…
Hay golpes bajos y…
Las campañas son groseras.
En la opinión de Aurelio Ramos, de la Crónica, hace muy detallada la
denuncia, los hechos y sobretod, la crítica muy severa, clara y contundente.
Las campañas electorales avanzan, a todo vapor, entre el ridículo y el
pintoresquismo de no pocos candidatos y las mezquindades de muchos más; pero
también entre las nobles aspiraciones de la mayoría de ellos. Y, asimismo,
entre las transas, contradicciones y transgresiones éticas de los dirigentes de
partidos, algunos horrorizados ante la perspectiva de que sus formaciones sean
borradas del mapa electoral.
La búsqueda de votos podría ser una alegre temporada de diversión, y en
menor medida, de reflexión política; pero está resultado exasperante y
preocupante, porque a diario se exhiben los vicios, las ambiciones, las fallas,
las deficiencias y la corrupción de los partidos. O sea, de las entidades que
en nuestra partidocracia tienen agarrados del cogote a los tres poderes del
Estado.
Los partidos deciden ruidosa y descaradamente en el Congreso y de modo
silencioso influyen en el desempeño del Poder Judicial, mientras al Ejecutivo,
a punta de capitalizar escándalos con bases ciertas o mentirosas, lo han
acotado de manera considerable.
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