Rafael Michel
•Proponer situaciones en las que sea necesario leer una receta de
cocina, las instrucciones de un juego, el artículo de una revista, el menú de
un restaurante, un anuncio publicitario...
•Buscar la palabra fantasma, también conocido como Procedimiento Cloze:
seleccionar un texto en el que se suprimen varias palabras fáciles de deducir
por el contexto de la historia. El niño debe adivinar cuáles son esas palabras
que faltan.
•Plantear un tema cualquiera y quien consiga más información sobre él,
gana.
•Técnica de la idea principal: se muestra al niño la ilustración de una
acción concreta y se ofrecen diferentes opciones textuales que la expliquen. A
continuación, deberá escoger aquella que mejor la explique. También puede
realizarse sin necesidad de dibujo alguno: tras leer el fragmento de un texto
se le pide que extraiga el sentido principal o el tema de lo que acaba de leer.
Otra buena idea es subrayar la que crea idea principal de un párrafo.
•Resumir: se lee un texto y el niño debe escribir una o dos frases que
lo resuman. O bien, debe contar a sus compañeros en pocas palabras de qué trata
la historia.
•Tras la lectura, realizar un dibujo o una dramatización sobre el
contenido.
•Escribir finales distintos para una misma historia.
•Completar y ordenar frases, hacer sopas de letras, responder preguntas
relacionadas con el texto...
•Lectura simultánea: leer una frase y, a continuación, enunciar otra
con el mismo significado pero con palabras distintas, más sencillas. Así,
aprende vocabulario y comprende más fácilmente lo leído.
•Leer cuidadosamente títulos, encabezados y pies de página.
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