sábado, 24 de diciembre de 2011

¡HAY MADRE. NOS SORPRENDIO!

Rafael Michel.

Ya se fue…

Sorpresiva fue su partida.

Aún no lo creemos. Estamos atónitos.

No soporto hablar del tema, por ello lo escribo.

Nos duele en el corazón, ¡en el alma!

Es el ser que nos dio la vida. Nos protegió, nos encamino, nos formó, nos educó, nos brindó las bases. Es el pilar de nuestra familia. Dejó este mundo.

¡Mi madre falleció! El Próximo 9 de Mayo de 2012 cumpliría 80 años. Mi madre estaba muy fuerte y lucida de su memoria, de su cerebro. Padecía de asma. No era una carga para nosotros; al contrario, nos ayudaba a todos en todo y siempre nos aconsejaba. Ya le organizábamos la fiesta en grande e inclusive nos empezábamos a repartir las comisiones para la fiesta en grande.

Nos ganó. Ya se fue. Nos dejó. Nacio el 9 de Mayo de 1932 en Tonila Jalisco; radicó en Tijuana desde 1940, ya practicamente tijuanense por adopción.

Murió de un ataque al miocardio. Dicen los paramédicos que fue fulminante. Hincada tomada de la cama, como no queriendo partir, queriendo sujetar la cobija; creo que con un dolor insoportable. La verdad, que lo ignoro, pero me lo imagino.

Pero la realidad es: ¡mi madre ya murió!

Mi carnal, el otro cuate, al conocer de parte de mi hermana que mi madre estaba muy mal y que tenía que llegar a la casa urge, se apresuró saliendo de sus labores…

Él fue el que nos comunicó que mi madre estaba muy mal y que teníamos que estar en la casa de mi hermana Camerina, lo antes posible… Que bueno que no nos dio la noticia por teléfono, porque quién sabe como hubiéramos –cada uno- reaccionado.
La investigación por parte de las autoridades judiciales sigue. No sabemos hasta cuando vaya a terminar la indagación.
La voluntad de mi madre es que la cremaramos y que no hiciéramos honores fúnebres en grande. Pues ella sabía que iba ser muy grande el dolor, será dificil reponernos de la partida de mí cuñado Alfredo y ahora de ella que nos dió la sorpresa: se fue. Partió.

Su voluntad se cumplió.

Solamente estamos esperando las cenizas para programar la misa de cuerpo presente.



Ni siquiera puedo escribir fluidamente. Lo hago en pausas porque le lloro en cada oración gramatical que escribo…

Descanse en Paz, mi Santa Madre.