Rafael Michel
Desde Baja California hasta Quintana Roo y todos los rincones del país hemos observado que al Instituto Nacional Electoral y a la misma autoridad le preocupa el estado de Guerrero, por la posición y actitud -que con justificada razón- tienen cientos de ciudadanos. ¡No es para menos!
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, dijo durante
una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en México, que si bien la
inseguridad ha sido un tema que ocupa al instituto, hasta el momento no ha
representado un obstáculo para las labores fundamentales de la organización de
las elecciones.
La semana pasada, los 11 consejeros del INE recibieron a una comisión
de 20 padres de los normalistas, quienes dijeron que si sus hijos no regresen
con vida, no hay condiciones para que se celebren elecciones en Guerrero. Sin embargo, el consejero presidente, Lorenzo Córdova, dijo a los
padres de familia que su movilización social es un derecho político compatible
con la realización de elecciones.
Y explicó que cuatro de los normalistas desaparecidos fueron elegidos
funcionarios de casilla, no por falta de respeto sino porque siguen inscritos
en el padrón electoral. De acuerdo con el consejero Ciro Murayama, en las entidades donde se
han advertido problemas para la organización de la elección hay avances
sustanciales; tan sólo en Guerrero tienen a 80,932 ciudadanos aptos de 44,900
que se necesitan legalmente, “casi el doble de los ciudadanos que vamos a
requerir en este estado”, dijo.
El INE también ya controló la campaña adelantada de promoción del PVEM,
hecho que provocó incluso la salida de un bloque de siete partidos del consejo
general, por considerar que la autoridad electoral faltaba a su compromiso de
garantizar la equidad en la contienda.
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