sábado, 17 de octubre de 2009

MICHAEL JOSEPH JACKSON

Rafael Michel

Michael Joseph Jackson (Gary, 29 de agosto de 1958Los Ángeles, 25 de junio de 2009 ), conocido en el mundo artístico como Michael Jackson, fue un cantante, compositor y bailarín estadounidense de música pop, en una amplia acepción que incluye subgéneros como el rhythm & blues (soul y funk), disco y dance.
Tras formar en los años sesenta, siendo aún un niño, un grupo de gran éxito en compañía de sus hermanos, The Jackson Five, en la década de los años ochenta se convierte en la superestrella de pop más exitosa a nivel mundial, «el nuevo rey de la música pop», debido al extraordinario impacto de su álbum Thriller (1982), el disco más vendido de la historia de la música.
Michael Jackson fue conocido mundialmente como rey del pop y «king of entertainment» ("rey del entretenimiento"), este último título sugerido por la popular presentadora de televisión Oprah Winfrey, durante la entrevista que ésta le hizo en febrero de 1993. Además, la Enciclopedia Británica incluye a Michael Jackson, como notable estrella de rock, en su sección "Rock music", junto a Madonna y Prince.
A lo largo de su trayectoria artística como solista, la música de Michael Jackson fue modernizándose y evolucionando, especialmente desde la década de los años 80. Esto se manifiesta en los estilos musicales soul o funk que interpretó, específicamente en la fusión de soul o funk con disco ("Billie Jean" o "Thriller", de 1982); luego la de soul o funk con dance, o hard dance ("Bad" o "Smooth criminal", de 1987); y la de soul o funk con hip hop ("Remember the time" o "Jam", de 1991), esta última fusión se llama new jack swing.
Pero Michael Jackson, así como muchas estrellas pop de los años 80, también incursionó en el rock a través de innovadoras canciones como"Beat it" (1982), "Dirty Diana" (1987), "Black or white" (1991), "Give in to me" (1991), "D.S." (1995), "Morphine" (1997) y "Privacy" (2001), en las que han tocado, entre otros, destacados guitarristas de hard rock como Eddie Van Halen, Steve Stevens y Slash.
Jackson fue catalogado como un genio musical y artístico, lo que demostró desde sus inicios como un niño-prodigio con un nivel interpretativo realmente extraordinario. Pero también fue un personaje polémico, con defensores y detractores, al que rodearon innumerables leyendas y rumores (muchas veces alimentados por él mismo) y que se vio envuelto en acusaciones de pederastia con dos niños, que tuvieron repercusión mundial y que le mantuvieron apartado en los últimos años de la primera fila de la popularidad. Poco después de su muerte, y 16 años después de los supuestos sucesos delictivos, uno de los niños implicados declaró públicamente que el cantante era inocente, y que mintió porque su padre le obligó a hacerlo para salir de la pobreza con el dinero que, efectivamente, el artista entregó a cambio de evitar el juicio. Las acusaciones con el otro niño sí habían acabado en juicio, del que Jackson fue absuelto en su día.
Michael Jackson fue una figura de fulgurante carrera pues alcanzó su cúspide comercial y de fama antes de cumplir los 30 años de edad. Pero en él se mezclaron (como opinó el presidente Barack Obama) el éxito y tristes circunstancias personales. Las exigencias de su profesión, su afán de perfeccionismo y superación, y el acoso de la prensa, fueron factores que unidos a su timidez y sensibilidad extremas, le causaron un estrés y demás problemas de salud que se agravaron en la década de 1990 por problemas judiciales. Toda esta problemática se sumó a los traumas que Jackson arrastraba por una infancia demasiado volcada en el trabajo, y ayudan a explicar su comportamiento extraño y huidizo, sus gustos excéntricos, sus obsesiones y su deterioro físico final. En cualquier caso, su genialidad artística es indiscutible al igual que su éxito a nivel mundial, plasmado en cientos de millones de discos vendidos. Apoyado por la espectacularidad de sus campañas de promoción, videoclips y conciertos, en ellos hizo gala de su enorme talento como cantante y bailarín, y fue pionero en múltiples novedades coreográficas y visuales que han marcado tendencia en el mundo del pop(Gary, 29 de agosto de 1958Los Ángeles, 25 de junio de 2009 ), conocido en el mundo artístico como Michael Jackson, fue un cantante, compositor y bailarín estadounidense de música pop, en una amplia acepción que incluye subgéneros como el rhythm & blues (soul y funk), disco y dance.
Tras formar en los años sesenta, siendo aún un niño, un grupo de gran éxito en compañía de sus hermanos, The Jackson Five, en la década de los años ochenta se convierte en la superestrella de pop más exitosa a nivel mundial, «el nuevo rey de la música pop», debido al extraordinario impacto de su álbum Thriller (1982), el disco más vendido de la historia de la música.
Michael Jackson fue conocido mundialmente como rey del pop y «king of entertainman ("rey del entretenimiento"), este último título sugerido por la popular presentadora de televisión Oprah Winfrey, durante la entrevista que ésta le hizo en febrero de 1993. Además, la Enciclopedia Británica incluye a Michael Jackson, como notable estrella de rock, en su sección "Rock music",junto a Madonna y Prince.
A lo largo de su trayectoria artística como solista, la música de Michael Jackson fue modernizándose y evolucionando, especialmente desde la década de los años 80. Esto se manifiesta en los estilos musicales soul o funk que interpretó, específicamente en la fusión de soul o funk con disco ("Billie Jean" o "Thriller", de 1982); luego la de soul o funk con dance, o hard dance ("Bad" o "Smooth criminal", de 1987); y la de soul o funk con hip hop ("Remember the time" o "Jam", de 1991), esta última fusión se llama new jack swing.
Pero Michael Jackson, así como muchas estrellas pop de los años 80, también incursionó en el rock a través de innovadoras canciones como"Beat it" (1982), "Dirty Diana" (1987), "Black or white" (1991), "Give in to me" (1991), "D.S." (1995), "Morphine" (1997) y "Privacy" (2001), en las que han tocado, entre otros, destacados guitarristas de hard rock como Eddie Van Halen, Steve Stevens y Slash.
Jackson fue catalogado como un genio musical y artístico, lo que demostró desde sus inicios como un niño-prodigio con un nivel interpretativo realmente extraordinario. Pero también fue un personaje polémico, con defensores y detractores, al que rodearon innumerables leyendas y rumores (muchas veces alimentados por él mismo) y que se vio envuelto en acusaciones de pederastia con dos niños, que tuvieron repercusión mundial y que le mantuvieron apartado en los últimos años de la primera fila de la popularidad. Poco después de su muerte, y 16 años después de los supuestos sucesos delictivos, uno de los niños implicados declaró públicamente que el cantante era inocente, y que mintió porque su padre le obligó a hacerlo para salir de la pobreza con el dinero que, efectivamente, el artista entregó a cambio de evitar el juicio. Las acusaciones con el otro niño sí habían acabado en juicio, del que Jackson fue absuelto en su día.
Michael Jackson fue una figura de fulgurante carrera pues alcanzó su cúspide comercial y de fama antes de cumplir los 30 años de edad. Pero en él se mezclaron (como opinó el presidente Barack Obama) el éxito y tristes circunstancias personales. Las exigencias de su profesión, su afán de perfeccionismo y superación, y el acoso de la prensa, fueron factores que unidos a su timidez y sensibilidad extremas, le causaron un estrés y demás problemas de salud que se agravaron en la década de 1990 por problemas judiciales. Toda esta problemática se sumó a los traumas que Jackson arrastraba por una infancia demasiado volcada en el trabajo, y ayudan a explicar su comportamiento extraño y huidizo, sus gustos excéntricos, sus obsesiones y su deterioro físico final. En cualquier caso, su genialidad artística es indiscutible al igual que su éxito a nivel mundial, plasmado en cientos de millones de discos vendidos. Apoyado por la espectacularidad de sus campañas de promoción, videoclips y conciertos, en ellos hizo gala de su enorme talento como cantante y bailarín, y fue pionero en múltiples novedades coreográficas y visuales que han marcado tendencia en el mundo del pop.

ARMAZON DE LA ANATOMIA

Rafael Michel

El esqueleto es el armazón de la anatomía humana que soporta el cuerpo y protege sus órganos internos. El esqueleto está formado por 206 huesos, la mitad de los cuales se encuentran en las manos y en los pies. La mayoría de los huesos están conectados a otros huesos en articulaciones flexibles que permiten la gran movilidad y flexibilidad del cuerpo humano. Solamente hay un hueso, el hiodes, que no está conectado directamente a otro hueso a través de una articulación. Este hueso fija la lengua y está unido a la apófisis estiloides del cráneo a través de un ligamento. Los esqueletos del hombre y de la mujer son básicamente iguales, con la única gran excepción de que los huesos femeninos suelen ser más ligeros y finos y que la pelvis es más ancha y profunda que la del hombre. Esta ultima diferencia facilita los partos.
Carpianos: Los huesos del carpo (o de la muñeca) son los ocho huesos individuales que componen la muñeca. Son unos huesos pequeños que se ajustan entre sí de forma exacta para permitir la enorme flexibilidad de la muñeca y mantener su estructura Íntegra. Estos ocho huesos son los siguientes: ganchoso, escafoides, trapecio, pisiforme, trapezoide, semilunar, piramidal y hueso grande. Todos ellos se articulan con los metacarpianos, el radio y el cúbito.
Vértebras cervicales: Las vértebras cervicales son las siete primeras vértebras (en la parte superior) de la columna vertebral. La primera vértebra cervical es el atlas, y su nombre se debe a que soporta directamente el peso del cráneo. La segunda vértebra cervical se denomina axis, dado que admite la rotación del cráneo permitiendo que el atlas gire sobre esta. Las otras cinco vértebras no tienen nombre, pero se denominan por su número (por ejemplo, tercera vértebra cervical). Cada una de las vértebras cervicales presenta un cuerpo (parte anterior, o frontal) y un arco (parte posterior, o trasera). El cuerpo de cada vértebra de la columna soporta el peso de las vértebras situadas sobre esta (y el cráneo), mientras que el arco sirve para crear un área parecida a un canal a lo largo de la espina para alojar y proteger la médula espinal. Cada vértebra cervical tiene un agujero (apertura) en cada una de sus apófisis transversas (protuberancias laterales). El arco de la vértebra presenta una pequeña protuberancia o saliente, denominada tubérculo anterior. Los tubérculos anteriores sobre la sexta vértebra cervical son particularmente largos y se conocen como tubérculos carotídeos.
Clavícula: La clavícula es un hueso largo y ligeramente curvo que forma la parte frontal (anterior) de cada arco pectoral. Se encuentra justo encima de la primera costilla a cada lado de la caja torácica y está unida al esternón en el medio del tórax y a un lado del acromion del omóplato (formando la articulación acromio clavicular).
Cóccix: El cóccix está compuesto por tres a cinco vértebras elementales. Normalmente, la primera de estas vértebras del cóccix está separada, mientras las restantes están todas unidas. La articulación entre las vértebras coccígeas y el sacro permite alguna flexibilidad al cóccix, que es principalmente benéfico para amortiguar las caídas y al sentarse. El cóccix es muy susceptible a las fracturas de conmoción, que pueden deberse a una caída. Además, dado que algunos conductos nerviosos pasan cerca de esta área, los daños en el cóccix suelen derivar en daños en los nervios de la parte inferior del cuerpo. La unían de la primera vértebra coccígeas con el sacro ocurre en la faceta inferior del sacro.
Fémur: El fémur es el hueso más largo del cuerpo y forma la pierna superior o muslo. Se articula en su cabeza con el acetábulo de la pelvis, con la tibia, el peroné y la rótula para formar la articulación de la rodilla en su parte inferior. Cada fémur sostiene el peso de la parte superior del cuerpo.
Peroné: El peroné es el hueso más pequeño de la parte inferior de la pierna. Se articula en cada extremo con la tibia (que está paralela), en su cabeza (extremo superior) con el fémur en la articulación de la rodilla y en el extremo inferior con los huesos del tobillo o tarso. El peroné es como un refuerzo de la parte inferior de la pierna.
Húmero: El húmero es un hueso largo que forma la parte superior del brazo. Su cabeza (extremo superior) se articula con el omóplato (en la cavidad glenoidea) mientras que el extremo distal se articula con los huesos del antebrazo (radio y cúbito) para formar la articulación del codo.
Ilion: El ilion es uno de los tres huesos pélvicos que forman la cintura pelviana. Es un hueso ancho y acampanado que constituye las secciones superior y lateral de la pelvis. El ilion se caracteriza por sus alas que se extienden a cada lado de la espina dorsal, pareciendo una hélice de un avión cuando se observa lateralmente

MONGOLFIERA AEROSTATICO

Rafael Michel

El globo aerostático fue inventado hace años por dos hermanos llamados Joseph y Jacques Montgolfier. En un primer momento su invento se llamo "Mongolfiera" debido a los apellidos de sus inventores. Este primero globo estaba construido en papel, tenia unos 12 metros de diámetro y pesaba unos 250 kg. Su diseño era espectacular, rocambolesco y muy diferente de las modernas aeronaves de la actualidad.
Los hermanos Montgolfier lo situaban justo encima de una pequeña estructura de fuego que al llenarlo de aire caliente lo hacia ascender verticalmente, este hecho es lo que conocemos hoy en dia como el principio de Arquímedes.
Era el 4 de junio del año 1783 en Annonay, la proeza se convirtió en una noticia que recorrió toda la prensa francesa con mucho entusiasmo. El vuelo en globo llegó a ocupar tal protagonismo y popularidad mediática, que muchos personajes de la época siguieron con avidez cualquier información relacionada con este curioso invento.
Los competidores no tardaron en llegar y tan sólo 2 meses mas tarde, otro francés llamado Alexandra Cesar Charles, construyó otro globo aerostático pero esta vez lleno de gas; el hidrogeno.
Este gas podía escaparse muy fácilmente a través del forro de papel debido a su alto nivel de volatilidad, por esa razón se recubrió con una tela fina recubierta de goma. El invento funcionó y logró volar durante 24 kilómetros por un espacio de tiempo de 45 minutos. La población rural donde aterrizó destruyó el globo aterrorizados y asociándolo a una maquiavélica obra del demonio.
1 mes más tarde los hermanos Montgolfier lo volverían a intentar en Versalles y ante el Rey Luis XVI. Esta vez el globo fue cargado con una cesta donde iban una oveja, un gallo y un pato que no sufrieron ningún daño. Esta imagen se convirtió en uno de los iconos y símbolos del vuelo en globo en todo el mundo.
El 21 de noviembre del año 1783, Jean Francois y Laurente d’Aramdes pilotaron un globo aerostático de los hermanos Montgolfier convirtiéndose en los primeros humanos en volar en este medio. Esta versión del globo tenia un pequeño horno de leña que mantenía el aire caliente en el interior de la estructura. El vuelo recorrió Paris con gran éxito y expectación.
En el año 1784 se lograron ciertas mejorías, por ejemplo se consiguió llegar a una altitud de 3000 metros y a realizar un vuelo de 2 horas. Ese mismo año Joseph Montgolfier realizaría un vuelo desde Lyon llevando 7 personas a bordo

HISTORIA DE LA PROSTITUCION 2

Rafael Miche

La prostitución ha sido calificada eufemísticamente como la "profesión más antigua del mundo", ya que se conoce prácticamente desde que existen registros históricos de algún tipo, y en prácticamente todas las sociedades.
Un argumento que discute la antigüedad de la práctica más allá de los registros históricos conocidos, desde el punto de vista socioeconómico, afirma que el intercambio de favores sexuales a cambio de bienes materiales requiere de un cierto tipo de acumulación capitalista o asimetría en el acceso a ciertos recursos, o bien una diferenciación social, que probablemente no se dieron entre los primeros grupos humanos hasta que la tecnología no rebasó cierto umbral.
Sin embargo, desde un punto de vista puramente biológico, en las últimas décadas la investigación científica ha descubierto ejemplos de actitudes en animales que pueden equipararse a la prostitución en los seres humanos: algunas especies de pingüinos intercambian sexo por piedras adecuadas para la construcción de nidos, y entre los chimpancés enanos existe un sistema social bien establecido en el que, entre otras interacciones, las hembras ofrecen sexo a cambio de comida, y como mecanismo de resolución de conflictos. Así, teniendo en cuenta que casi hasta la Revolución Industrial la economía mundial era básicamente agraria, y que la mayor parte de los bienes se consiguen por intercambio, la expresión sobre la antigüedad de la prostitución resulta bastante defendible.
En cualquier caso, la prostitución ha ido evolucionando junto con las formas sociales, aunque ha mantenido una imagen cada vez más estigmatizada con el paso del tiempo en la mayoría de culturas.

A lo largo de la historia ha existido una gran cantidad de términos tanto para referirse a la prostitución como a las personas que la practican, a los clientes, a los lugares y a las actividades relacionadas. Los distintos países de habla hispana usan distintos términos coloquiales como sinónimo de prostituta, con mayor o menor carga negativa, existiendo una gran cantidad de términos en cada variante dialectal del español, algunos empleados históricamente, y otros aún en uso.
El término coloquial más extendido en los paises de habla hispana para referirse a una prostituta es puta, palabra que conlleva una fuerte connotación despectiva. De hecho, y debido a que suele emplearse como insulto, su uso ha sobrepasado el de la descripción de una profesión, y en muchos paises se usa para adjetivar de forma grosera otro elemento, al estilo del término inglés fucking.
Otros términos actuales o históricos para referirse a las prostitutas de sexo femenino son "dama de compañía", "cortesana", meretriz, cuero, loba...
El término «loba» como equivalencia de «prostituta» viene de los ritos producidos en febrero en honor al dios Fauno Luperco. Eran llamadas lobas u originalmente lupas las que ejercían la prostitución sagrada con los sacerdotes de este dios, los luperci, en el Ara Máxima. De aquí deriva también «lupanar», que se emplea para referirse al prostíbulo (burdel o «casa de citas», es decir, el sitio al que llegan el cliente a pagar por los servicios de una prostituta).
En el caso de los hombres se les puede denominar «prostituto», «chichifo», «chulo» o «gigoló». En España el término «puto», aunque inusual, mantiene su significado original de «prostituto masculino», pero en Iberoamérica se usa normalmente para referirse en sentido homofóbico a cualquier varón homosexual,[5] no necesariamente al varón que presta servicios sexuales a cambio de dinero. En España se usa también la palabra chapero para describir al prostituto joven y gay.
Una de las formas más antiguas de prostitución de la que existen registros históricos es la prostitución religiosa, practicada inicialmente en Sumeria. Ya desde el siglo XVIII adC, en la antigua Mesopotamia se reconocía la necesidad de proteger los derechos de propiedad de las prostitutas. En el Código de Hammurabi se hallan apartados que regulan los derechos de herencia de las mujeres que ejercían dicha profesión[8]
Los antiguos historiadores Heródoto y Tucídides documentan la existencia en Babilonia de la obligación para todas las mujeres, al menos una vez en su vida, de acudir al santuario de Militta (la Afrodita griega, o Nana/Anahita) para practicar sexo con un extranjero como muestra de hospitalidad, a cambio de un pago simbólico.
La prostitución estaba bien presente en Cerdeña y Sicilia, así como en varias culturas fenicias, en las que se practicaba como rito religioso en honor de Astarté. La práctica de la prostitución se extendió por todos los puertos del Mar Mediterráneo, presumiblemente en alas de las expediciones comerciales fenicias.
En Israel la prostitución era común, a pesar de estar expresamente prohibida por la ley judía. Profetas como Josué y Ezequiel se oponían a la misma con vehemencia. Existía también como forma religiosa en el reino de Canaán, con la característica de que un porcentaje significativo de quienes la ejercían en los templos eran hombres.
La história bíblica de Judá y Tamar (Génesis, 38) proporciona una representación de la prostitución tal como se practicaba en la sociedad judía. La prostituta ejerce su oficio al lado de una carretera, esperando a los viajeros. Se cubre la cara, lo que la marca como una prostituta disponible (en claro contraste con la costumbre en las sociedades de Oriente Médio actuales, en las que las mujeres honestas deben permanecer con la cara cubierta frente a desconocidos). Exige como pago un cordero, lo que representa un precio bastante elevado en una economía eminentemente basada en el pastoreo; solo los más acaudalados podrían permitirse pagar cantidades equivalentes por un solo encuentro sexual. Aunque en la historia la mujer resulta no ser una auténtica prostituta, sino Tamar, la nuera viuda de Judah que pretendía engañarle para quedar embarazada, el hecho de que logre fingir dicha profesión de forma exitosa permite asumir que dichas costumbres eran las esperables con respecto a la prostitución en la época.
En la Grecia clásica, la prostitución era practicada tanto por mujeres como por hombres jóvenes. El término griego para la prostitución es porne, derivado del verbo pernemi (vender), lo que ha generado una acepción moderna bien evidente. Las prostitutas podían llegar a ser mujeres independientes e incluso influyentes. Estaban obligadas a vestirse con ropas distintivas y pagar impuestos. Existen ciertas similitudes entre las hetairas griegas y las oiran japonesas, figuras complejas en una situación intermedia prostitutas y cortesanas, de forma similar a las tawaif hindúes. Algunas prostitutas de la Grecia Antigua, como Lais de Corinto o Lais de Hyccara, eran famosas tanto por su agradable compañía como por su belleza, y cobraban sumas extraordinarias por sus servicios.
Solón fundó el primer burdel (oik'iskoi) de Atenas en el siglo VI a. C., y con los beneficios mandó construir un templo dedicado a Aprodites Pandemo (o Qadesh), diosa patrona de dicho negocio. Sin embargo, el proxenetismo estaba terminantemente prohibido. En Chipre y Corinto se practicaba un tipo de prostitución religiosa en un templo que contaba con más de un millar de prostitutas (hierodules, Gr: ιερόδουλες), según Estrabón.
Cada categoría especializada de prostitución tenía su propio nombre: había chamaitypa'i, que trabajaban en el exterior (tumbadas); perepatetikes, que encontraban clientes mientras caminaban y luego se los llevaban a sus casas para realizar el trabajo; gephyrides, que trabajaban cerca de puentes. En el siglo V a. C., Ateneo nos informa de que el precio de un servicio era de un óbolo, un sexto de dracma, lo que equivalía al salario medio de un día.
La prostitución masculina era común en Grecia. Generalmente era practicada por jóvenes adolescentes, un reflejo de las costumbres pederastas de la época. Los jóvenes esclavos trabajaban en burdeles en Atenas, mientras que un muchacho libre que vendiera sus favores se arriesgaba a perder sus derechos políticos una vez alcanzase la edad adulta.
Antigua Roma
En la Roma antigua, la prostitución era habitual y había nombres distintos para las mujeres que ejercían la prostitución según su estatus y especialización; por ejemplo las cuadrantarias, llamadas así por cobrar un cuadrante (una miseria); las felatoras, practicantes expertas de la felación, etc. En esa sociedad, así como también en la antigua Grecia, las prostitutas comunes eran mujeres independientes y a veces influyentes que tenían que llevar vestidos de color púrpura que las diferenciaban de las demás mujeres, y que debían pagar impuestos. De esta manera, las hetairas griegas eran personajes que en cierto modo son comparables a las geishas japonesas por su condición entre prostitutas y cortesanas.
Mesoamérica
Entre los aztecas las prostitutas eran llamadas āhuiyani ‘contento/a, satisfecho/a, feliz’ que probablemente era una forma eufemística (del náhuatl āhuiya o āhuix ‘tener lo necesario, estar feliz’). Ejercían al lado de los caminos o en edificios llamados Cihuacalli, en los que la prostitución estaba permitida por las autoridades políticas y religiosas. Cihuacalli es una palabra náhuatl que significa "casa de las mujeres". Las mujeres recibían mercancías usables como dinero a cambio de favores sexuales, y tenían un bajo estatus social.
Edad Media
La Biblia también hace numerosas referencias a la prostitución común. En la Edad Media la prostitución se desarrolló de manera considerable en Europa. Los burdeles eran frecuentemente regentados por los propios municipios. A raíz de la Reforma y de la aparición de epidemias de infecciones de transmisión sexual en el siglo XVI, la prostitución se vio sometida a cierto control, un control en el que únicamente tres hombres podían tener relaciones con una mujer al día.

HISTORIA DE LA PROSTITUCION

Por Rafael Michel

El término «prostitución» proviene del latín prostitutio, que tiene el mismo significado que el actual y que a su vez proviene de otro término latino, prostituere, que significa literalmente ‘exhibir para la venta.
Una versión ampliamente extendida sobre el orígen del término, aunque incorrecta, afirma que el término «puta» viene del verbo latino putare, ‘pensar’. Se argumenta que, con la progresiva conquista romana de las antiguas zonas griegas, aumentó la cantidad de esclavos y esclavas de dicho pueblo. Al ver los romanos que las mujeres (a las que al parecer usaban mayoritariamente como prostitutas) eran conocedoras de la ciencia y la política, las calificaron como pensadoras o, en latín, putas. Aunque no deja de tener cierto encanto, esta versión contradice la propia historia de Roma, que no sometió a las ciudades-estado griegas a una conquista súbita, sino a una progresiva absorción.
Por otra parte, aunque en la Grecia clásica las hetairas tenían gran preeminencia, en general el papel de la mujer en la cultura griega era muy secundario. Además, prostitutio y putare no tienen raíces comunes.
Puta, como equivalente de «prostituta», se debe tan sólo a una contracción vulgar del término original. Curiosamente existía en el panteón romano una diosa menor de la agricultura llamada Puta, aunque es pura coincidencia. En este contexto, «puta» es un vulgarismo relativamente moderno, desconocido para los romanos.

La prostitución se define como el acto de participar en actividades sexuales a cambio de dinero o bienes. Aunque esta actividad es llevada a cabo por miembros de ambos sexos, es más a menudo por las mujeres, pero también se aplica a los hombres en el contexto de la prostitución tanto heterosexual como homosexual, travesti y transexual. El término genérico empleado para referirse a quien la ejerce es prostituto (ta).
Al hablar de prostitución, se sobreentiende que la persona que la ejerce no aplica más criterio en la elección del cliente que el de recibir el pago correspondiente, es decir, que no existe ningún tipo de emoción ni relación afectiva. De modo que, en un sentido más genérico y coloquial de la palabra, se dice también que se prostituye, por extensión, cualquier persona que "vende" sus servicios profesionales (no sexuales) por una causa que no le importa o incluso que considera indigna, con el único aliciente de recibir un pago.
A veces se usa el término prostitución en el sentido mucho más amplio de mantener relaciones sexuales con un fin distinto de la reproducción o el placer de una de las partes, incluyendo formas (principalmente históricas) de prostitución religiosa, en las que se practica sexo en cumplimiento de preceptos religiosos específicos. La llamada «prostitución religiosa» desapareció paulatinamente del mundo occidental durante el Imperio Romano, aunque ha seguido practicándose en otras culturas hasta fecha reciente, y ha visto un repunte con la aparición de religiones alternativas en occidente.
También entrarían en esta definición mas genérica el uso del sexo como forma de espionaje, y los casos de hombres y mujeres manteniendo relaciones con personas famosas a fin de vender la historia a la prensa del corazón a cambio de fama y/o dinero. En estos dos casos se usa la equiparación con la prostitución con un ánimo evidentemente peyorativo.
Aunque la mayoría de las prostitutas son mujeres que ofrecen sus servicios a hombres, también existen prostitutos, que ofrecen sus servicios principalmente a hombres, o a mujeres en menor proporción (por lo general sólo a unos o a otros, pero no a ambos, ni de manera simultánea ni tampoco indistinta).
La prostitución es hoy día una práctica ilegal en muchos países, propia de ambientes marginales y relacionada con otras formas de delincuencia. Muchas mujeres y niños son obligados a ejercerla por parte de individuos o bandas criminales organizadas, hasta el punto de que las Naciones Unidas, ya en 1949, promovieron una convención para el control de la prostitución y la lucha contra el tráfico de personas esclavizadas generado a su alrededor.

domingo, 11 de octubre de 2009

HABLAR EN PUBLICO

Rafael Michel
La gran mayoría de la gente presenta miedo a hablar en público en una exposición por una serie de razones entre las cuales destacan:
- miedo a las críticas
- miedo al fracaso- ansiedad al sentirse el centro de atención- demostrar ignorancia del tema a tratar- miedo a las posibles reacciones negativas de los espectadores- temor a la pérdida del prestigio- etc.
Gran parte de este miedo es irracional, es decir, no obedece a motivos lógicos.
Es conveniente escribir unos días antes de la exposición un esquema que recoja los aspectos más importantes que se van a tratar y desarrollarlo.
2. Es importante preparar en profundidad el discurso en todos sus aspectos con antelación:-selección del tema a tratar y los objetivos que se persiguen-recoger toda la información acerca del tema-organizar adecuadamente las ideas-preparar todo el material de apoyo que se va a utilizaros.

ALIMENTOS ORGANICOS

Rafael Michel.

Los alimentos orgánicos son aquellos productos agrícolas o agroindustriales que se producen bajo un conjunto de procedimientos denominados "orgánicos". Estos procedimientos tienen como objetivo principal la obtención de alimentos más saludables y la protección del medio ambiente por medio del uso de técnicas no contaminantes, y que además disminuyan el empleo de energía y de sustancias inorgánicas, sobre todo si son de origen sintético.
Los productores de alimentos orgánicos procuran que sus productos estén libres de agroquímicos y no producen alimentos transgénicos. Los cultivos orgánicos son enriquecidos mediante la elaboración de compostas con la finalidad de volver a dar al suelo los nutrientes que entrega a través de los alimentos. Entre los métodos agrícolas tradicionales utilizados están el sistema de terrazas o de barreras naturales para evitar la erosión de los suelos. Pueden además presentar otras cualidades como un empaquetado ecológico para su disposición al consumidor final.
Los alimentos orgánicos se producen con el fin de nutrir el organismo humano protegiendo la salud de los consumidores, el equilibrio ecológico del lugar donde se producen y están libres de sustancias tóxicas o químicos potencialmente dañinos a la salud (exceptuando los que ya están presentes en el medio ambiente[1] ). Con fines de comercialización ha surgido un sistema de certificación de los alimentos orgánicos el cuál está en consolidación y busca que una organización avale si ciertos alimentos son orgánicos o no.
Los alimentos orgánicos están en pleno auge ya que los métodos agrícolas masivos que se utilizan en la agricultura industrial han sido señalados por el movimiento ecologista por su insustentabilidad ambiental y por la exposición de los alimentos a pesticidas tóxicos. Pacientes con exposición crónica a ciertos pesticidas, pueden presentar daños del sistema nervioso, riñones, hígado y cerebro.[2] Además los especialistas señalan que gran porcentaje de los casos no son diagnosticados, dado que los síntomas correspondientes son también síntomas generales de muchas otras enfermedades como fatiga, debilidad, dolor de cabeza o dolor abdominal.

JOHN ROCKEFELLER

Rafael Michel
En lo referido al reparto de poder, no parece que bajara la guardia en su organización, aunque su imagen no destile el autoritarismo o la arrogancia, tan comunes incluso hoy. A modo de moderno CEO, controlaba bien su imperio, porque lo había organizado para facilitar la necesaria coordinación, basada en un clima de comunidad. Se hizo rico, muy rico, y repartió riqueza, pero da la impresión de que su fortuna fue una consecuencia y no tanto un fin (uno recuerda aquí la actual corriente de CEOs-mercenarios -una nueva clase surgida en el XX-, más empeñados, al parecer, en el desmesurado enriquecimiento propio que en la prosperidad de sus organizaciones). Nuestro empresario vio una oportunidad de negocio, fue por ella con espíritu autotélico y aun social, y le resultó rentable... a él y a la sociedad. El petróleo pedía orden en Ohio, y en otros estados de la Unión. Las claves: integración, economía de escala, estabilidad, organización, visión de futuro, buena digestión de éxitos, contribución a la sociedad, actitud de ganar-ganar, percepción de la realidad... En fin, no parece un caso de colosal inmoralidad sino de colosal emprendimiento.
Sólo quería mostrarles algunas pequeñas pinceladas sobre el perfil profesional de Rockefeller, y a este fin termino añadiendo una frase interesante que le encontré atribuida: "A friendship founded on business is better than a business founded on friendship". Pero, para terminar el artículo deseo ubicar a nuestro hombre en su tiempo: el escenario finisecular del siglo XIX. Quizá les resulte familiar...

Su tiempo
A veces parece que los cambios son patrimonio de nuestro tiempo, pero se diría que el paso al siglo XX también fue bastante bullicioso. Recordemos lo que pasaba, entre otras cosas, en las últimas décadas del XIX:
- El desarrollo del telégrafo, el teléfono y el ferrocarril reducía las distancias.
- Nuevos inventos y otras oportunidades de negocio impulsaban la iniciativa empresarial.
- La competencia se intensificaba.
- La economía de escala alentaba la fusión de empresas.
- Los jóvenes habían empezado a buscar trabajo como empleados.
- Aparecían los directivos asalariados: unos empleados contratados para dirigir.
- La organización y los métodos suponían un reto para cada gran empresa.
- Se desarrollaba la burocracia en las organizaciones.
Quizá el lector desee hacer ahora su propia lista referida al panorama finisecular del XX, o al neosecular del XXI..., por si se identificara algún paralelismo. A primera vista, parece que algunas realidades se mantienen, que otras están cambiando de signo... Vaya, quizá esto daría para otro artículo, si el lector siguiera prestándome su atención.

Conclusión
Hemos de reconocer la contribución de Rockefeller I al desarrollo del management moderno; pero también hemos de extraer enseñanzas. Este articulista se queda con algunas de interés incuestionablemente vigente, pero sobre las que se ha de insistir:
- Parece que la eficacia exige que centremos la atención en la actividad, y no la dispersemos en el culto al ego.
- Parece que resulta eficaz llevar la mirada más allá de su habitual alcance, tanto en el espacio como en el tiempo.
- Parece que los demás son importantes, y que el principio ganar-ganar, bien entendido, resulta rentable.
- Parece que la prosperidad propia debería ser consecuencia de la de las organizaciones a las que servimos.
- Parece que deberíamos cultivar la observación, además de la reflexión, procurando que nada nos ciegue.
- Parece que el pensamiento sistémico era ya importante en el XIX, y quizá sigue siendo asignatura pendiente en el XXI.
- Parece que los cambios no son exclusivos de nuestro tiempo, y que la innovación es una exigencia permanente.
- Parece que, en vez de dejarnos llevar, conviene que nos formulemos un purpose, y que protagonicemos nuestra vida profesional.
Consideren también abierta esta lista y traten de completarla ustedes, si me aceptan la sugerencia. En cualquier caso, espero que no se arrepientan si, en su lectura, han llegado hasta aquí: gracias por ello.

JOHN ROCKEFELLER

Rafael Michel

Ahora que tanto se habla, mal y bien, de los CEOs o, si se prefiere, de los grandes líderes del mundo empresarial, me ha parecido oportuno recordar a John D. Rockefeller, el creador del imperio del petróleo en la América de los monopolios, a finales del XIX. Era también aquélla, como la de finales del XX, una bulliciosa época de grandes cambios y oportunidades para los negocios. Aunque Rockefeller no pudo formarse en ninguna business school, ni quizá leer mucho sobre liderazgo, gestión del cambio, planificación estratégica o management científico..., parece que su gestión fue altamente eficaz. Tratemos de encontrar algunas claves.
Saltemos entonces a las últimas décadas del XIX. O un poco más: vayamos, por ejemplo, al 26 de septiembre de 1855, cuando, si no tomé mal el dato, el joven John encontró empleo en Hewitt & Tuttle. O un poco menos: a cuando, poco después, había formado su propia sociedad, Clark & Rockefeller, desde la que saltó al negocio del petróleo. El legendario emprendedor, tras hacerse con unas cuantas refinerías y nuevos socios, fundó Standard Oil en 1870, cuando tenía 31 años. Supo aprovechar las ventajas de la emergente economía de escala, y emprendió luego una integración vertical en el sector. El crecimiento fue espectacular, y en su gestación debió sortear obstáculos al estilo decidido de la plutocracia de la época, tal como funcionaba en el nordeste de los Estados Unidos. Son los años de los grandes monopolios (trusts), en que, si el petróleo contaba con nuestro singular rey, el acero contaba con Carnegie y la banca con Morgan, por no hablar de otros sectores.
En 1885, Rockefeller I levantó en Manhattan su palacio: lo que se viene a considerar el primer corporate headquarters. Con ello quizá se inauguraba formalmente la dirección a distancia, aprovechando que el avance técnico ya ofrecía soluciones de transporte (ferrocarril) y telecomunicación (a la telegrafía se iría sumando pronto la telefonía: recuérdese que en 1891 Nueva York hablaba ya con Chicago, y que en ese momento había cientos de miles de abonados en Estados Unidos, quizá el doble que en Europa). Desde entonces, no habría imperio que no dispusiera de su gran edificio emblemático, parece que cuanto más alto mejor.
El imperio Rockefeller supuso una referencia aleccionadora para su tiempo y para el management del siglo XX. Sin embargo, nuestro businessman no parecía brillar en nada en su niñez; si acaso diríase que era un gran observador de su entorno. De niño, ya le hacía reflexionar el hecho de que el mismo producto se vendiera a precio diferente a poca distancia y, todavía adolescente, tomó conciencia de las oportunidades que surgían a su alrededor. Más tarde, una vez enfocado su purpose vital, se dedicó a él con admirable empeño, amplitud de miras y perspectiva sistémica, procurando poner en sinérgica alineación los esfuerzos dedicados... Habrá observado el lector que por entonces no se habían "inventado" estas cosas: vision, purpose, courage, openmindedness, systems thinking, sinergy, team spirit, achievement...; de modo que fue con sencillez, como rasgos naturales emergiendo de una subyacente personalidad inquieta y emprendedora, como el conspicuo Rockefeller explotó su singular perfil del soft skills.
Según la interesante biografía (Titan) escrita por Ron Chernow, nuestro CEO del siglo XIX nunca se sentaba a la cabecera de la mesa en la sala de reuniones de 26 Broadway, en Manhattan, ni lo hacía en primera persona cuando hablaba de la actividad de su organización; no consta que el culto al ego le consumiera mucha atención, como sí parece que era el caso de algunos grandes empresarios de los trusts de la época, y lo es de muchos ejecutivos y directivos actuales. Su atención de manager era atraída, en el día a día, por las decisiones a tomar y por las ya tomadas; así nos lo recordaba Jerry Useem en un artículo suyo cuando, antes de hacerlo en Fortune, escribía para la revista Inc. Este antiguo trabajo de Useem, que reencontré recientemente entre mis viejos papeles, me ha proporcionado algunos de los detalles que recojo aquí; pero también puede encontrarse interesante material en Internet, si al respecto lo desean, por lo que no me extiendo en datos biográficos.

A lo que voy
Si importante es la construcción de su imperio, lo que parece más destacable del gran empresario americano es el hecho de que supo cómo organizarlo y dirigirlo. No me refiero tanto a la particular persuasión en las adquisiciones, o a los incipientes métodos de marketing o espionaje industrial, como a la organización de la actividad, intentando racionalizarla y controlarla para asegurar la eficiencia colectiva tras los resultados perseguidos. La organización industrial, y en general la gestión empresarial, serían asignaturas de permanente estudio desde entonces, pero Rockefeller careció de idóneas referencias aleccionadoras; sin embargo, su pensamiento parece significativo (dentro de su época), tanto en el lado técnico como en el humano del luego tan subrayado jánico rostro del management: "Si el directivo tuviera siempre presente que los trabajadores son seres humanos, de carne y hueso, con corazones y almas, y si, a su vez, los trabajadores se dieran cuenta de que directivos e inversores son también seres humanos, ¡cuánta amargura se evitaría!".
La frase anterior manifiesta una inquietud –bien o mal resuelta– por la dimensión humana de los obreros..., pero veamos cómo continuaba Rockefeller su pensamiento: "¿Son los intereses de las personas, unos con su trabajo y otros con su capital, necesariamente antagónicos, o recíprocamente necesarios? ¿Debe la ventaja de una de las partes entorpecer el progreso de la otra? La respuesta a estas cuestiones fundamentales condiciona cualquier consideración sobre la relación entre Trabajo y Capital... Si estas grandes fuerzas cooperan, los resultados crecen sólidamente; si luchan entre sí, la producción de riqueza se reduce o se detiene". (Espero haber traducido con fidelidad el pensamiento original...).
Visto hoy con cierta ironía, habrá quien piense que nuestro businessman creía en la necesaria existencia de ricos -incluso muy ricos- y pobres, aunque todos le parecían seres humanos...; pero el hecho es que por entonces, en los comienzos del siglo XX y aunque no resolviera la ecuación, el planteamiento que hacía resultaba avanzado. Recordemos que no se prestó gran atención a, por ejemplo, Mary Parker Follett, y que pasarían varias décadas hasta la aparición de la “Teoría Y” de Douglas McGregor, sin olvidar la controversia que suscitó. Pero recordemos, sobre todo, que hace cien años no pocos grandes empresarios veían a los trabajadores como meras herramientas necesarias; en realidad, aún hoy, aunque empresarios y ejecutivos hablan mucho de "las personas" -observen lo que voy a decir-, mienten casi siempre: así de claro lo expresaba Tom Peters hace unos meses en Madrid, donde tuve la oportunidad de escucharlo. Ciertamente, hay en nuestros días frecuente cinismo cuando los CEOs hablan de -o hablan a- los trabajadores.
Sin olvidar el sentido religioso que explica su perfil de filántropo, ya hemos apuntado algunos rasgos competenciales de John Davison: todos ellos (purpose, afán de logro, amplitud de miras...), y desde luego la perspectiva holística y sistémica con que concibió su empresa, le sirvieron para prevenir y neutralizar problemas, y para coordinar la actividad, orquestando comités subordinados al comité ejecutivo. Las nuevas realidades demandaban nuevos métodos, pero él no los había aprendido en ninguna escuela de negocios: éstas llegaron después, cuando tenían algo que enseñar. Rockefeller era un hombre ordenado y desplegó su burocracia. Ya desde el principio, la burocracia generó controversia en las empresas, y mucho más cuando, corriendo el siglo XX, fue adquiriendo una dimensión a veces asfixiante; pero nuestro manager parecía tener ideas claras sobre el manejo de la información y el control cotidiano...

EL ARTE DE LA ORATORIA.

Rafael Michel
Hacer pensar y hacer sentir
Todos nosotros emitimos una aureola, aura o halo, impregnado con la verdadera esencia nuestra; las personas sensibles lo conocen; también lo producen nuestros perros y otros animales domésticos. Algunos de nosotros somos magnéticos, otros no. Algunos de nosotros somos ardorosos, activos, atractivos, inspiramos amor y amistad, mientras otros son fríos, razonadores, intelectuales, pero no magnéticos. Que un hombre sabio de este último tipo se dirija al público y éste no tardará en cansarse de su discurso intelectual, y manifestará síntomas de sueño. Les hablará, pero no los interesará; los hará pensar, pero no sentir, y pensar es lo más fastidioso para la mayoría de las personas, y pocos son los oradores que triunfan haciendo pensar únicamente a las personas, pues lo que necesitan es que los hagan sentir.
La gente paga con liberalidad a los que les hacen sentir o reír, mientras que es avara con quien, aunque sea para instruirla, la hace pensar.
Poned frente a un sabio del tipo mencionado a un hombre de mediana cultura, pero amable, dulce y meloso, sin la décima parte de la lógica y erudición del otro; sin embargo éste se adueñará con facilidad de su auditorio y todos esperarán con avidez a que broten las palabras de sus labios. Las razones son claras y palpables. Es el corazón contra la cabeza; el alma contra la lógica; y el alma es lo que siempre prevalecerá.
Expréses siempre en forma positiva
El Dr. Herbert Clark, psicólogo de la Universidad John Hopkins, hizo el sorprendente descubrimiento de que a una persona común le lleva un 48 por ciento más de tiempo comprender una frase en forma negativa que en forma positiva. Por lo tanto, se confirma científicamente algo que se sabía en forma empírica: la más eficaz comunicación consiste en hacer afirmaciones positivas.
Visto esto, comenzar una exposición siempre con frases positivas. Y si es necesario dar un mensaje negativo a una persona, para amortiguar su impacto rodearlo con frases positivas.
El valor del silencio
Un escritor chino, Kung Tingan, dijo: "El sabio no habla, los talentosos hablan, y los estúpidos discuten".
“Nadie predica mejor sermón que la hormiga, que nada dice” (Benjamin Franklin).

EL ARTE DE LA ORATORIA.

Rafael Michel
Rafael Michel

El modo de hablar
El modo de hablar incluye el tono, la enunciación, la pronunciación, el volumen y la corrección de las palabras que se usan. También influyen el aplomo con el que hablamos, el control que tenemos de nuestros ademanes, y el contacto ocular que mantenemos con los interlocutores o el público.
La preparación
“Todo discurso bien preparado está ya pronunciado en sus nueve décimas partes” (Dale Carnegie)
Si se quiere hablar bien hay que pagar el precio debido. Hay que trabajar, pensar y practicar.
Nadie ha encontrado nunca un sustituto satisfactorio para la inteligencia, ni para la preparación.
“Si tengo que dirigir un discurso de dos horas, empleo diez minutos en su preparación. Si se trata de un discurso de diez minutos, entonces me lleva dos horas...”. Así se expresaba nada menos que Winston Churchill.
Además del qué se dirá, es enorme la importancia del cómo habrá de decirse. Y aquí interviene lo más importante que puede esgrimirse en un diálogo o un discurso: el arte de interesar. En la preparación de una clase o discurso hay que dar mucho más tiempo a buscar medios de suscitar el interés que el que se dio al estudio del tema.
La buena preparación también aumenta la claridad de nuestro pensamiento y de nuestra expresión. Recordemos el viejo aforismo que dice: “Si la fuente nace turbia, no irán claros los arroyos”.

Las pausas
Considere el uso de la pausa como un arma de gran importancia en el arsenal que representa el dominio del ritmo. El espacio entre palabras, frases o pensamientos, no se debe “emborronar” con sonidos tan desagradables como "eee...". Utilizar "eee..." o "mmm...", es humano; pero utilizar la pausa, desnuda de todo sonido, es divino. El elemento más difícil, de mayor utilidad y menos apreciado en el arte de la oratoria, es el silencio. La pausa correctamente medida, demuestra confianza y reflexión. A la inversa: los presentadores de cualquier medio que se despachan con demasiada velocidad, llegarán los últimos.
Las pausas son un excelente recurso para enfatizar. Permiten también mantener y controlar la atención.
Algunos consejos a tener en cuenta
No distraiga al auditorio con algún detalle de atuendo, o al jugar con algún objeto.
No diga absolutamente todo lo que se sabe, para permitir al público hacer preguntas y participar.
En una conversación múltiple, ligar lo que se va a decir con lo último que se dijo.
No olvide que la articulación o pronunciación es de capital importancia. Si advierte dificultades en esto, procure escucharse en una cinta para precisar sus defectos.
Tenga cuidado con las muletillas, los términos de relleno trillados, las expresiones restrictivas o negativas ("puede que no esté de acuerdo conmigo", "puede que no sea lo que usted esperaba", etc.).
El mejor lenguaje es el directo y afirmativo. También el coloquial.
Use un estilo inclusivo, haciendo participar al o a los interlocutores.
Si es de su conocimiento, vincule el tema del que va a hablar con aquello por lo que los oyentes sienten mayor interés

EL ARTE DE LA ORATORIA.

Rafael Michel

Tres clases de discursos
Se considera que hay tres tipos diferentes de discursos, según su finalidad:
1) Discursos destinados a informar. 2) Discursos destinados a la acción. 3) Discursos destinados a entretener.

... y tres clases de oradores
Hay tres clases de oradores: aquellos a quienes se escucha; aquellos a quienes no se puede escuchar; y aquellos a quienes no se puede dejar escuchar. Las tres partes básicas de un discurso
1) Introducción o Presentación 2) Desarrollo del tema 3) Conclusión (parte en que se "remacha" el objetivo y se lo deja perfectamente fijado).

Dramatizar lo que se comunica
Dramatizar algo es darle acción. Y eso puede hacerse de distintos modos. Se puede dramatizar mediante el uso de un diálogo, imaginario o real (con el público o un interlocutor). También haciendo una cita de alguna figura muy famosa, o efectuando una narración, o dando un ejemplo personal, mostrando un objeto, formulando una pregunta impresionante, o realizando una afirmación sorprendente...
La dramatización, como otros recursos, está dirigida a despertar la curiosidad del público.

Características de la voz
El tono: suave, duro, dulce, seco, autoritario, etc.
La altura: grado entre agudo y grave. El primero suele asociarse con un estado de agitación o alteración, el segundo con climas de mesura y afecto.
El ritmo: la velocidad con la que nos expresamos.
El volumen: con él demostramos si permanecemos tranquilos y controlados o hemos perdido la serenidad.
Evitar la monotonía. La inflexión inadecuada al comenzar o terminar una frase.

EL ARTE DE LA ORATORIA.

Rafael Michel

La oratoria es el arte de hablar elocuentemente, de persuadir y mover el ánimo mediante la palabra. Timón, un antiguo autor griego, dijo que la elocuencia es la habilidad de conmover y convencer. Aquí usamos el término oratoria en su acepción y uso más amplio, no meramente el de hablar ante grandes auditorios, sino estableciéndolo como sinónimo de expresión oral de una persona.

La importancia de la oratoria:

Entre los grandes jefes que condujeron pueblos o dejaron su impronta en la historia de la humanidad, ha habido algunos ciegos y algunos sordos; pero nunca un mudo. Saber algo no es idéntico a saber decirlo. Esta es la importancia de la comunicación oral.
En los negocios o cualquier otra actividad de interrelación, la forma en que hablemos, en que nos comuniquemos, será el patrón por el cual se nos juzgará, se nos aceptará o rechazará.
Hablar con orden, con claridad, con entusiasmo, con persuasión; en resumidas cuentas, con eficacia, no es un lujo sino una necesidad. El 90% de nuestra vida de relación consiste en hablar o escuchar; sólo el 10% en leer o escribir.
Si la imagen que usted quiere dar de sí mismo/a es la de una persona que sabe adónde va, que tiene una actitud positiva hacia la vida, ideas dinámicas y don de gentes, el lenguaje es el principal instrumento que deberá utilizar para transmitir esa imagen a quienes le rodean.
Otro aspecto importante de la oratoria es que también hay que saber hablar para ser escuchado. Lo notable es que el hecho de tener que hablar ante extraños, o en una simple reunión de trabajo, no parece ser una tarea sencilla, a la que la mayoría de las personas considere como fácil.
En una encuesta realizada en los Estados Unidos, investigando las diez cosas que más temor le producen a la gente, se obtuvo el siguiente resultado (en orden ascendente): los perros, la soledad, el avión, la muerte, la enfermedad, las aguas profundas, los problemas económicos, los insectos, las sabandijas, las alturas y, el primero de la lista, hablar en público.
El buen discurso es un medio de servicio para los semejantes, y es una tarea ardua.
Hay que reconocer que quien dice un discurso asume una gran responsabilidad. Al margen de otros aspectos, conviene tener presente que una perorata de 30 minutos ante 200 personas desperdicia sólo 30 minutos del tiempo del orador; en cambio, arruina 100 horas de sus oyentes –o sea, más de cuatro días–, lo cual debería generar más responsabilidad que la que usualmente se advierte.