lunes, 6 de mayo de 2013

ALGUNAS CARACTERISTICAS DEL BULLYING

Rafael Michel.
La llevadera pesada.
La falta de respeto.
El Bullying....
Todo eso y más se traduce en: acoso escolar.
Son los miles de jóvenes que están en las escuelas, sentados en sus pupitres. Son esos chicos que su máxima preocupación es encontrar un buen rincón en el que esconderse cuando es la hora del receso. Del descanso.


I
Este problema no era tenido en cuenta hasta que un joven español se suicidó dejando una carta en la que decía que ya no podía soportar más los abusos que recibía en la escuela por parte de sus compañeros. Hay muchos jóvenes qué son potencialmente carne de Bullying y en este artículo voy a nombrar características comunes que pueden hacer que un joven sufra bullying.

Las personas que sufren bullying se caracterizan porque raramente hacen daño a los demás, miran para los demás, están en contra de la violencia y les gusta estar tranquilos. Desde luego no son las típicas personas a las que les gustaría verte sufrir hasta morir.

En la revista: Verdadera Seducción, escribieron amplio reportaje sobre el l presente artículo.

Les comentaba que, ya sea por miedo o simplemente porque aún no tienen la suficiente madurez como para comprender que hay que defenderse. En su cabeza se montan auténticas paranoias agobiándose con tan solo la idea de que tienen que defenderse de sus abusones. Visualizar a un abusón puede ser muy fóbico para ellos y ser un auténtico suplicio.

Ya sea ser un loco de los pokemos, los tazos, ser un heavy metal o tener un estilo raro, todo esto es potencial para sufrir bullying. El típico chico rellenito que anda raro y habla de una forma muy peculiar es un potencial para bullying. Empezarán a meterse con él y si no tiene una personalidad fuerte acabará sufriendo.

Les gusta el contacto humano pero prefieren estar solos, suelen ser muy cinestésico (viven muy fuertemente las emociones), les gusta pensar y vivir en su mundo. Les encanta pensar y tienen mucha cura en tener un espacio personal en el qué puedan desarrollar sus fantasías.

II
Desde luego esta característica es más que evidente. Si fueran híper-sociables no sufrirían bullying. Al ser tímidos están reprimidos y les cuesta contar sus problemas, coger confianza con la gente… Desde luego los niños crueles lo aprovechan para maltratarlos y reírse de ellos.

A veces las ovejas negras de la clase, las que todo el mundo se ríe y les pega o que los tratan como basura se juntan y se hacen muy buenos amigos. Comparten una marginación y un entendimiento muy común que les hace estrechar lazos afectivos fuertes. Pueden ser amistades de por vida o simplemente algo pasajero que se soportan y van juntos porque no tienen a nadie más.


Está claro que de pequeñitos tenemos mucho miedo y el simple hecho de tener que pensar en que vamos a pegarnos nos puede provocar una tremenda depresión. Pero cuando crecemos hemos aprendido mucho sobre la vida y sobretodo hemos aprendido a desconfiar y odiar. Nuestra infancia nos causó un terrible daño, un daño que hace que cuando nos vengan esos recuerdos reaccionemos con mucha fuerza, poder y que no dejemos que se nos rían de nosotros.

Las personas que han sufrido bullying cuando son más mayores tienen una tolerancia mínima, son capaces de insultar o agredir a alguien si este se ríe de ellos, y lo hacen porque quieren vengarse de todos aquellos que cuando eran pequeños le hicieron daño porque no se defendía. Ahora, de mayor si que se defiende y lo hace muy bien, raramente alguien se reirá de ellos sin tener consecuencias por ello.


Algo que me da mucha pena de los chicos que sufren bullying y que se suicidan es que, si hubieran llegado a los veinte años ni se acordarían del bullying y serían unos chicos muy felices, y, seguramente que por su experiencia tendrían un gran espíritu de auto-superación. Incluso es probable que se hicieran amigos y perdonaran de buen corazón a sus antiguos acosadores.

Aunque está claro que cuando se sufre el bullying de pequeño es un auténtico calvario, yo me llegue a pasar 1 mes sin salir de casa, atemorizado, llorando y triste, y casi todo era mental. Así que ante el mínimo síntoma de bullying hay que poner remedio.

III

La mano está principalmente en los maestros y los padres, pero mucho de la culpa lo tienen los alumnos que no reciben una educación de respeto hacia las demás personas y su libertad.
Así va creciendo la gente, encerrando a sus parejas, pegándolas, agrediéndolas e incluso en muchas ocasiones matando, y es porque desde pequeños no se nos enseña que tenemos que tener un máximo respeto a la vida y la libertad completa de las personas.