Rafael Michel
La mosca tiene unos ojos compuestos, formado por un conjunto de lentes individuales. Como los ojos de la mosca no tienen párpados, para limpiárselos la mosca utiliza sus extremidades anteriores.
La mosca común se encuentra en el entorno humano.Una mosca puede engendrar hasta 5 generaciones en 1 año.La mosca, aunque pueda parecernos un animal desagradable, es muy beneficiosa, permite el reciclaje de la materia en descomposición, es una buena fuente de alimento para los animales insectívoros y participa en la polinización de las plantas.
Un equipo de 239 científicos que trabaja en 8 países reveló el mapa genético de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), dando así un paso fundamental en la investigación de las mutaciones genéticas que originan el cáncer, el mal de Parkinson y otras enfermedades humanas. El genoma de esta mosca, que tiene 13.600 genes y 120 millones de pares bases de ADN (ácido desoxirribonucleico), muestra entre otras cosas que los mecanismos de la genética no cambian sustancialmente entre una mosca y un hombre.Lo que cambia es sobre todo la escala y la complejidad. El hombre tiene 100.000 genes y más de 3.000 millones de pares de bases de ADN, pero al revelar el mapa genético de la mosca de la fruta se ha descubierto la piedra Rosetta para descifrar el genoma humano, dijo el científico Thomas Kornberg, de la Universidad de Berkeley, en California. El descubrimiento más importante es el de los genes omeóticos, que son genes esenciales para el desarrollo y el diferenciamiento de las partes del cuerpo. Estos genes son iguales en todos los organismos, incluido el hombre.El 20 por ciento de los genes de esta mosca se parecen al 68 por ciento de los genes humanos que, en su forma mutante, juegan un rol en el cáncer y otros tumores malignos. Según Gerald Rubin, que dirige el estudio desde la Universidad de California asociado con la empresa Celera Genomics, el mapa genético de la mosca de la fruta muestra que este animal tiene el doble de genes que el hongo que produce la levadura, pero sus funciones son mucho más complejas.Uno de los experimentos consistió en inducir la mutación genética de un gen arquitecto del animal. Se le dio el nombre de Gen Antena-Pie y, al manipularlo, se logró que nacieran moscas con patas en la cabeza, en el mismo sitio donde debían estar las antenas.En setiembre de 1999 se había revelado el mapa genético de un cromosoma humano, pero eso fue sólo el principio. Luego se hizo el genoma de un gusano, el Caenorhabditis elegans, que tiene 18.400 genes pero es un animal primitivo comparado con esta mosca. El objetivo final es lograr el mapa genético del hombre, algo que podría lograrse en pocos meses más.Para diseñar este libro de la vida, los investigadores tratan de individualizar los millones de células de ADN, comprender su ubicación y secuencia. Esto se logra con veloces computadoras y el trabajo de miles de científicos. Celera Genomics, la empresa que encabeza el proyecto de Genoma Humano y cotiza en la Bolsa de Wall Street, tiene 300 computadoras en su sede de Rockville, diez veces más que las que tiene el Instituto Nacional de la Salud.Francis Collins, que descubrió el gen humano cuya mutación produce la fibrosis cística -una enfermedad de los pulmones- y dirige el Proyecto Genoma Humano en el Instituto Nacional de Salud, aseguró que el genoma de esta mosca es uno de los pilares de la biología.También es un gran éxito para Celera Genomics, una empresa de biotecnología que nació hace dos años y sacudió al mundo científico al anunciar que antes de fines de este año podría tener completo el mapa genético humano, venciendo al Instituto Nacional que dirige Collins.Craig Venter, director de Celera Genomics, formó un consorcio con científicos de distintas universidades -incluyendo la de Berkeley- para acelerar las investigaciones. La empresa no ganará plata con el mapa genético de la mosca de la fruta, que se entrega gratuitamente por Internet a todos los interesados. La ganancia vendrá al patentar las aplicaciones médicas y farmacológicas que surgirán de toda esta información genética.
Es fácil entender cómo un archivo puede ser visto como una ventana al pasado, para investigadores y estudiantes; en expediente privado -donde escribimos dos, Rafael Abraham Michel y Rafael Mario Michel- guardamos mucha información que a la postre ya hacen la historia y que queremos compartir con los lectores, que son lo mejor que tenemos. Sus críticas y comentarios son bienvenidas y super especiales, que las tomaremos en cuanta en: micro_cuate@hotmail.com, microcuate@gmail.com.
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