martes, 17 de septiembre de 2013

LAS NUEVAS REGLAS, NO SON MUY CLARAS PARA LOS PROFESORES

 Rafael Michel.
Nosotros o la gran mayoría estamos de acuerdo en una democracia libres y justa, pero no que sea "charola" para los delincuentes que quieren disfrazarse de profesores, para hacer sus desmanes ne donde quieran y como quieran. No eso no es democracia y no buscan lo que la mayoría pretende. 

Rubén Cortés fue frío y claro en su columna, al escribir  "Libertad sin orden es libertinaje" y tiene mucha razón y agrega además: “ Sí, fue impecable el operativo de la Policía Federal que acabó con 25 días de plantón de maestros negados a acatar la Constitución: una muestra de que el Estado mexicano puede ser eficiente al ejercer su obligación de asegurar el monopolio de la fuerza”.

Y aclara: “Pero de poco habrá servido recuperar el Zócalo sólo para que el Presidente diera el Grito… y retorne el plantón.

El gobierno tiene que obligar a los líderes de la CNTE a acatar las reformas al Artículo Tercero Constitucional y la Ley General de Educación, y hacerles entender que el operativo del Zócalo significó nuevas reglas de juego, como significó para el SNTE el encarcelamiento de Gordillo…” 
Pero las reglas no son ky claras para los profesores, pues aquí creo que no son reformas a la Educación, pues deberían de ser pedagógicas -las reformas- sino que más bien son laborales y vienen muy claras esos cambios en base al artículo 123 constitucional.

Porque el gobierno desaprovechó el impacto generado por la detención de Gordillo, entendida por los grupos de presión como aviso de la mano dura con que supuestamente venía esta administración, pues capturó a la maestra apenas en su tercer mes de ejercicio.

Después de unas semanas acoquinados (porque pensaron que si había caído Gordillo caería cualquiera), los grupos de presión empezaron a retar al gobierno, al comprobar que la acción contra la maestra fue flor de un día:

—Los calderonistas, que esperaban el uso de la ley (Molinar por la tragedia de la guardería ABC, Nava por un fraude en Pemex, Roberto Gil por  900 mil dólares para gestionar permisos a un casino…) sabotearon en el Senado todas las iniciativas del Presidente.

—La CNTE (cuyos líderes tenían varias órdenes de aprehensión, se adueñaron de la Autopista del Sol) incendió las sedes de los partidos políticos en Chilpancingo, dejó sin clases a más de dos millones de niños en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán, tomó el Zócalo del DF.

—Las policías comunitarias armadas surgieron como hongos en varios estados, con tal desparpajo que para el asesor en seguridad del Presidente, el general Óscar Naranjo, pueden dar pie a la creación de “para-estados”.

—Marcelo Ebrard, quien debería estar siendo investigado por pagar mil 59 millones de pesos de más a empresarios por la construcción de la línea 12 del Metro, llamó al Presidente “cínico y abusivo” por promover su iniciativa de reforma energética “inspirado” en Lázaro Cárdenas.

Por eso el gobierno debe aprovechar el segundo aire de autoridad que le dio recuperar a la fuerza el Zócalo, de manos de quienes estrangularon al DF durante un mes. Se agradece esta señal de que la libertad sin orden no es libertad, sino libertinaje.

Será la única manera de que el discurso y las acciones de este gobierno “para ser potencia” no queden desautorizados y afecten nuestra ya debilitada economía.

Porque nadie invierte en un país con autoridades fallidas y sin seguridad jurídica. Ni respeto a la ley.
Por ello no desisto al insistir: Nosotros o la gran mayoría estamos de acuerdo en una democracia libres y justa, pero no que sea "charola" para los delincuentes que quieren disfrazarse de profesores, para hacer sus desmanes ne donde quieran y como quieran. No eso no es democracia y no buscan lo que la mayoría pretende.
Y es verdad; "Libertad sin orden es libertinaje".

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