domingo, 28 de abril de 2013

CADA MES 14 CASOS DE SIDA EN BC

Rafael Michel.
I
Algo urgente se debe hacer.
Es necesaria la educación familiar.
Educación sexual.
Tenemos que hacer que se tome consciencia.
En Baja California, cada mes son detectados 14 nuevos casos de Virus de Inmunodeficiencia Humana, VIH. Para las autoridades es una estadística que se ha mantenido en los últimos años y el sector con mayor repunte en la incidencia son jóvenes de 15 a 25 años de edad.

La Secretaría de Salud mantendrá el acercamiento con los jóvenes de secundaria y preparatoria para hacer conciencia sobre el impacto del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, Sida.
Indudablemente el problema es grave.
En México, el virus del VIH aparece en escena en 1983 y hasta la fecha ha causado miles de muertes repercutiendo, con mayor fuerza, en el Distrito Federal, el Estado de México y el Estado de Jalisco, siendo la transmisión sexual una de las principales causas de infección.


II
Hasta el 31 de diciembre de 1983, México se encontraba en el sexto lugar de América Latina con mayor incidencia de casos confirmados. Para el año siguiente se desplazó al quinto lugar y un año después al décimo, esto muestra una baja considerable (De la Loma 1986: 62-63), empero, para junio de 1993 se notificaron 15 mil casos, ocupando el tercer lugar en América (Reyes Terán et. al. 1994: 31). Para 1998, México se encontraba en el sitio número 11 en América, y en la posición número 69 a nivel mundial (Magis 1998: 143). Actualmente, México se ubica en el lugar 23 en América y en el 77 a nivel internacional (ONUSIDA 2004).
Asimismo, el Distrito Federal, el Estado de México y el Estado de Jalisco continúan concentrando a más del 55 por ciento del total de casos registrados con el virus del VIH. No obstante, el Distrito Federal sigue siendo la entidad con mayor índice de infectados en el país (Magis 1998: 146 ; Duhne 2002: 17). Debo acotar, que desde 1983 y hasta el 30 de noviembre de 2003, México ha registrado de manera acumulada más de 50 mil casos de VIH / SIDA, de estos, sólo el 34.9% se encuentran vivos.
Hasta el año 2000, México había diagnosticado 46 mil 870 casos, de los cuales la mitad ya han fallecido, y se estima que por cada enfermo hay de cuatro a seis infectados con el VIH, así mismo, se calcula que existen entre 116 y 177 mil personas viviendo con VIH, de los cuales, 109 mil 350 son población adulta con prácticas heterosexuales (Magis 2000b: 16).

III

A nivel nacional el SIDA se encontraba, para el año 1999, en el lugar número 16 como causante de muerte, siendo los jóvenes de 25 a 34 años la población más susceptible (Magis 2000b: 20), por el contrario para el año 2001, el SIDA fue la cuarta causa de muerte en hombres de 20 a 34 años y sexto lugar en mujeres de la misma edad (Duhne 2002: 17). La idea central es que desde la década de los noventas, el SIDA ha cobrado la vida de más de 20 mil personas, de estos, la mitad corresponden a hombres y mujeres de 25 a 44 años y se estima que se han acumulado más de 60 mil casos desde sus inicios en 1983 (Magis 1998 ; Duhne 2002).
Para los investigadores que trabajan en el sector salud, ha sido complicado poder identificar la principal fuente de contagio en nuestro país. En los Estados Unidos de Norteamérica el índice se ha incrementado en los usuarios de drogas inyectables, mientras que en la frontera sur de México, las prácticas sexuales entre hombres y mujeres con uso nulo de condón se ha convertido en la vía directa de contagio (Magis 2000a : 6). Para esta investigación he decido centrarme en la transmisión del virus de VIH en un grupo de hombres que dicen mantener prácticas exclusivamente heterosexuales, debido a que en la actualidad, es una de las formas con mayor índice de infección a nivel nacional (Magis 2000b: 17) e internacional (Villasis 2000: 139).


IV


Por otra parte, el escaso, ineficiente o nulo uso del condón como método de prevención de transmisión de infecciones dentro de las prácticas sexuales cotidianas, se ha convertido en el mejor agente de contagio entre las parejas y sus hijos. Debido a esto, el VIH se ha convertido en un padecimiento "clandestino" logrando un bajo índice de prevención y provocando que los posibles infectados encuentren preferible padecer la enfermedad en el anonimato por temor a ser discriminados, estigmatizados o segregados de su grupo familiar, así, se han convertido en grupos públicos marginados, sin la posibilidad de ser atendidos médicamente.
El VIH es un padecimiento totalizante que involucra al individuo con su entorno social condicionando todas sus manifestaciones culturales. Las personas infectadas interactúan y conviven cotidianamente con el virus y las significaciones que le den, modifican su forma de vida que se expresa en su cuerpo.
Por otro lado, el problema del VIH no surgió de repente sino que se ha consolidado poco a poco como un problema de salud pública, es un proceso que podríamos denominar como ininterrumpido. En este contexto el virus se considera un mal todavía no resuelto, cuyas formas de enfrentarlo y prevenirlo, involucran a las instituciones públicas y privadas, así como a los grupos familiares en conjunto con el sujeto.
En este sentido, las personas infectadas resignifican su identidad y se ven a si mismos como seropositivo cuando reconocen su padecimiento e intentan construir una explicación a su origen, al mismo tiempo que buscan estrategias de atención para disminuir los riesgos de desarrollar el SIDA.
Así, la representación que construyan del virus está relacionada con el tipo de información que poseen y que han adquirido tanto en los círculos médicos, como en los grupos en donde se desenvuelven (la familia, los amigos, los grupos de apoyo y el grupo laboral) así como los medios de comunicación: la radio, la televisión, periódicos, folletos y revistas, entre otros.
Ahora bien, desarrollar la problemática que ocasiona el VIH en hombres con prácticas exclusivamente con mujeres, no es nada fácil, ya que implica hablar de la diversidad que existe dentro de este grupo, las variables, las diferencias y todas aquellas características sociales y culturales que hacen de cada individuo un sujeto diferente. Por otro lado y en contraste con las prácticas sexuales de hombres con hombres, los grupos heterosexuales generan vínculos de reproducción con sus parejas, esto, crea altas probabilidades de infección dentro de su núcleo familiar.

V

De esta manera, el VIH es un padecimiento que permite estudiarse desde distintas perspectivas y con diferentes enfoques por lo que el presente trabajo sólo intenta describir y analizar algunas de las múltiples representaciones que se construyen del VIH a partir del diagnóstico positivo al virus.
Esta investigación fue realizada entre el año 2003 y 2004 en la ciudad de México y se basa en la información obtenida de entrevistas efectuadas a un grupo de hombres con residencia en el Estado de México y el Distrito Federal que fueron diagnosticados como VIH positivos debido al escaso y nulo uso de condón.
Debo aclarar, antes de hablar de las características generales de los informantes, que el nombre de cada uno ha sido sustraído y en su lugar he incluido seudónimos. Aunque algunos de ellos no manifestaron oposición por manejar su nombre real, opté por mantener su identidad en anonimato para llevar homogeneidad en este trabajo.
En el momento de hacer citas textuales he respetado el léxico de cada uno, asimismo "la voz de los entrevistados" ha quedado en cursivas cuidando el orden, las faltas ortográficas y las ideas de los comentarios tal y como los fueron proporcionando. De esta forma y gracias a que los cuatro permitieron que grabara en cintas magnetofónicas las pláticas, fue posible hacer transcripciones del discurso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario