domingo, 22 de julio de 2012

NO ES UN DELITO. NO ES UNA ENFERMEDAD. ES UNA PREFERENCIA.

Piense por un momento qué pasaría si su jugador, árbitro, directivo y hasta profesor o aficionado favorito suyo en eñ futbol confesara ser gay. ¿Cambiaría su admiración por él? ¿Le perdería el respeto y el cariño? ¿Haría chistes del tema?
La homosexualidad en el fútbol sigue siendo un tabú. Aunque no es un delito, ni siquiera una enfermedad. Simplemente una preferencia.  Así de simple,  U N A  P R E F E R E N C I A. Así como se lee. En la actualidad, ningún jugador profesional es abiertamente gay, a pesar de que las estadísticas sugieren que sí están en la cancha de juego. Las únicas excepciones -en ligas secundarias- son el estadounidense David Testo y el sueco Anton Hysén, quienes confesaron sus preferencias sexuales en 2011.
El primero de la historia en hacerlo fue el jugador profesional inglés de origen nigeriano, Justin Fashanu, quien aseguró ser homosexual en 1990 y debió enfrentar insultos de todo tipo, hasta que acabó suicidándose en 1998. Tenía 38 años.

Una encuesta realizada a 3.500 aficionados, jugadores y árbitros en 2010 por la Universidad de Staffordshire en el Reino Unido, reveló que una gran mayoría opina que tanto los clubes como los agentes presionan a los homosexuales para que se mantengan en silencio.
'Es inconcebible que ninguno de los 500.000 jugadores profesionales alrededor del mundo sea gay. Queda claro que la cultura del fútbol es prohibitiva. Por eso los homosexuales no sienten la confianza ni las ganas de salir del clóset'.
Además de todas las presiones sociales, también hay razones económicas: existe el miedo de que el jugador deje de ser rentable para el club. Que de un momento a otro, tanto su imagen como las camisetas con su nombre y su número dejen de venderse.
El periodista deportivo de amplia trayectoria José Joaquín Brotons, escribió en su blog acerca del tema: 'Ser homosexual no ha afectado la carrera profesional de actores, músicos, jueces, políticos y presentadores de televisión, pero sí influiría negativamente en la imagen de un futbolista'.
Según él, la creencia de que el primer futbolista profesional que salga del clóset tendrá grandes oportunidades publicitarias es falsa. Fashanu es el mejor ejemplo de ello, dice. Las recientes y ofensivas declaraciones del futbolista italiano Antonio Cassano al comienzo de la Eurocopa 2012 han vuelto a abrir el debate. 'Yo solo espero que no haya 'maricas' en el equipo nacional, pero si las hay, es su problema', dijo el jugador. Así respondió a un periodista italiano que le preguntó acerca del rumor de que en la selección nacional italiana hay dos homosexuales.
A pesar de arrepentirse de sus comentarios, la UEFA lo multó este viernes con US$18.250 por sus declaraciones discriminatorias y ahora tiene tres días para apelar.
En América Latina: BBC Mundo. "Antonio Cassano". En la región, 'el ambiente futbolístico sigue siendo machista y homófobo, igual o más que en el resto del mundo', dijo a BBC Mundo Manuel De Oliveira, gerente de comunicaciones del Real Esppor Club, un equipo de primera división en Venezuela.
Una gran parte de los chistes entre los jugadores siguen estando relacionados con la homosexualidad, asegura De Oliveira. Según él, 'los jugadores son iguales a los de antes. Lo irónico es que anteriormente eran todos peludos, barbudos, descuidados y ahora son metrosexuales empedernidos, con costumbres descabelladas de vestuario e higiene corporal. No hay un solo jugador de fútbol que no se depile completo, por ejemplo'. Su conclusión es que aunque la imagen de los jugadores haya cambiado y algunos luzcan mucho más 'cuidados' que antes, sus maneras de pensar siguen intactas. A propósito de los esteoretipos, el presidente de la Asociación Internacional de Fútbol de Gays y Lesbianas (ILGFA), Tomas Gómez, dejó claro en una entrevista concedida a la BBC que los gays también pueden lucir 'muy machos'.
'Los homosexuales han estado jugando fútbol desde siempre y no solo ese deporte, también béisbol, baloncesto, natación'.
Consciente del machismo existente y de la necesidad de promover el respeto y el entendimiento, la ILGFA -fundada en 1992- creó un campeonato en el que participan equipos de los cinco continentes.
El pasado mes de junio, la selección argentina de fútbol gay se coronó campeona del mundo en el Mundial de Fútbol Gay que se llevó a cabo en la Ciudad de México, tras vencer a la Selección Uruguay Celeste por 6 a 0. 'Aunque los torneos paralelos son una solución forzada', dice De Oliveira -quien también es periodista y ha escrito de fútbol durante 14 años- 'hoy en día representan una opción'. 'Es eso o no poder salir del clóset', dice.






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