viernes, 13 de agosto de 2010

CURSO BASICO DE FORMACION CONTINUA 2010





Rafael Michel

Pensamiento, sentimiento, conducta, reflexión, imaginación, hechos, opiniones, emociones y hasta reacciones fue lo que logró que se conjuntaran, el Maestro Wilibaldo Sancha de la Villa, en el grupo que tomó las enseñanza y orientaciones del especialista; para hacerlo excepcional y único al cponjunto de maestros de educación básica.

Independientemente, Sancha de la Villa denominó a estas cualidades “percepciones”, como filtros que no condicionan la “manera de ver” el mundo, de forma que cada profesor con ese interés, entusiasmo y ganas que pusieron en el curso podrá multiplicarlo para continuar con la formación en cuanto a la planeación didactica y favorecer a los adolescentes.


Un ciclo escolar está por comenzar, nuevos alumnos, nuevos aprendizajes, nuevos contextos, nuevos maestros, nuevos contenidos, nuevos padres de familia; todo enmarcado en la Reforma Integral de la Educación Básica. El profesor Wilibaldo Sancha de la Villa - jefe de enseñanza de Geografía- nos impartió el curso sobre Planeación Didáctica para el Desarrollo de Competencias en el aula.
En este sentido, La Dirección General de Formación Continua de Maestros en Servicio preocupada por los retos que nos demanda la educación del siglo XXI, ha diseñado el Curso Básico de Formación Continua para Maestros en Servicio El enfoque por Competencias en la Educación Básica, en Baja California y en especial Tijuana, fue todo un éxito.

El contenido académico del Curso Básico versó en la necesidad de transitar e integrarnos a una nueva sociedad mundial: a la Sociedad de Conocimiento, la cual tiene un elemento central: la capacidad de identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano” (informe UNESCO). Lo anterior sugiere un desarrollo humano holístico, integral, centrado en el enfoque por competencias, es decir, en la interrelación en la que confluyen conocimientos, habilidades, actitudes y valores que una persona puede desarrollar y/o fortalecer a lo largo de la vida desde la infancia temprana.

Por lo anterior, es necesario que los docentes y la escuela sean los actores principales de este transitar, ya que serán quienes motiven, enseñen y sobre todo guíen con experiencia los caminos de cada uno de los niños y jóvenes de nuestro México hacia las sociedades del conocimiento “para poder garantizar el aprovechamiento compartido del saber, promover nuevas formas de solidaridad con las generaciones presentes y venideras, en donde no deberían existir marginados, ya que el conocimiento es un bien público que ha de estar al alcance y disposición de todos” (informe UNESCO).
El grupo en el que hubo gran participación con entuciasmo, dedicación y esmero estuvo integrado por: Delia Alejandra Morales González, Julia Iriarte, Ana Julia Rosales Rojas, Laura Palacios Victoria, Bernarda Gerardina Osuna, José Jaime Campos Espinoza, Javier Angulo Pozo.
Además de Mario Octavio Aguayo López, Maricruz Váldez Váldez, Georgina Ruelas Rodriguez, Gabriel Arizqueta Barrera, Carol Marlene Romero López, Ana Isabel Bojorquez Olivas, Mauricio Romero Ramirez, Oscar E. Villalpaldo Villegas, Aida Ruiz Peralta.

Engrandecieron y reforzaron el grupo con sus experiencias también: Humberto Lizarraga Lizarraga,, Beatriz González Godinez, maria de la Luz Muñoz Torres, Bertha Alicia Acevedo, América Cinthia Salas Wilson, Socorro Renteria López, Carlos Olivas de la Cruz, Laura López Cárdenas y obviamente, Rafael Michel.

Se trataron los casos como: El aprender a conocer, aprender hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser:

Este tipo de aprendizaje, que tiende menos a la adquisición de conocimientos clasificados y codificados que al dominio de los instrumentos mismos del saber, puede considerarse ala vez medio y finalidad de la vida humana.
En cuanto a medio, consiste para cada persona en aprender a comprender el mundo que la rodea, al menos suficientemente para vivir con dignidad, desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los demás. Como fin, su justificación es el placer de comprender, conocer, de descubrir.
Aunque el estudio sin aplicación inmediata este cediendo terreno frente al predomino actual de los conocimientos útiles, la tendencia a prolongar la escolaridad e incrementar el tiempo libre debería permitir a un numero cada vez mayor de adultos apreciar las bondades del conocimiento y de la investigación individual.

Aprender a conocer y aprender a hacer son, en gran medida, indisociables. Pero lo segundo esta más estrechamente vinculado a la cuestión de la forma profesional: ¿cómo enseñar al alumno a poner en práctica sus conocimientos y, al mismo tiempo, como adaptar la enseñanza al futuro mercado del trabajo, cuya evolución no es totalmente previsible? La comisión procurara responder en particular a esta última interrogante.
Al respecto, corresponde establecer una diferencia entre las economías industriales, en las que predomina el trabajo asalariado, y las demás, en las que subsiste todavía de manera generalizada el trabajo independiente o ajeno al sector estructurado de la economía. En las sociedades basadas en el salario que se han desarrollado a lo largo del siglo XX conforme al modelo industrial, la sustitución del trabajo humano por maquinas convierte a aquel en algo cada vez más inmaterial y acentúa el carácter conflictivo de las tareas, incluso la industria, así como la importancia de los servicios en la actividad económica. Por lo demás, el futuro de esas economías esta suspendido a su capacidad de transformar el progreso de los conocimientos e innovaciones generadoras de nuevos empleos y empresas.

Sin duda, este aprendizaje constituye una de las principales empresas de la educación contemporánea. Demasiado a menudo, la violencia que impera en el mundo contradice la esperanza que algunos habían depositado en el progreso de la humanidad. La historia humana siempre ha sido conflictiva, pero hay elementos nuevos que acentúan el riesgo, en particular el extraordinario potencial de autodestrucción que la humanidad misma ha creado durante el siglo XX. A través de los medios de comunicación masiva, la opinión pública se convierte en observadora impotente, y hasta en rehén, de quienes generan o mantienen vivos los conflictos. Hasta el momento, la educación no ha podido hacer mucho para modificar esta situación. ¿Seria posible concebir una educación que permitiera evitar los conflictos o solucionarlos de manera pacifica, fomentando el conocimiento de los demás, de sus culturas y espiritualidad?
La idea de enseñar la no-violencia en la escuela es loable, aunque solo sea un instrumento entre varios para combatir los prejuicios que llevan al enfrentamiento. Es una tarea ardua, ya que, como es natural, los seres humanos tienden a valorar en exceso sus cualidades y las del grupo al que pertenecen y a alimentar prejuicios desfavorables hacia los demás. La actual atmósfera competitiva impérate en la actividad económica de cada nación y, sobre todo a nivel internacional, tiende además a privilegiar el espíritu de competencia y el éxito individual. De hacho, esa competencia da lugar a una guerra económica despiadada y provoca tensiones entre los poseedores y los desposeídos que fracturan las naciones y el mundo y exacerban las rivalidades históricas. Es de lamentar que, a veces, a la educación contribuya a mantener ese clima al interpretar de manera errónea la idea de emulación
Desde su primera reunión, la comisión ha reafirmado enérgicamente un principio fundamental: la educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad. Todos los seres humanos deben estar en condiciones, en particular gracias a la educación recibida en su juventud, de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio, para determinar por sí mismos qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida.
El informe aprende a hacer (1972) manifestaba en su preámbulo el temor a una deshumanización del mundo vinculada a la evolución tecnológica.4. La evolución general de las sociedades desde entonces y, entre otras cosas, el formidable poder adquirido por los medios de comunicación masiva, ha agudizado ese temor y dado más legitimidad a la advertencia que suscitó. Posiblemente, en el siglo XXI amplificará estos fenómenos, pero el problema ya no será tanto preparar a los niños para vivir en una sociedad determinada sino, m{as bien, dotar a cada cual de fuerzas y puntos de referencia intelectuales permanentes que le permitan comprender el mundo que le rodea y comportarse como un elemento responsable y justo. Más que nunca, la función esencial de la educación es conferir a todos los seres humanos la libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de imaginación que necesitan para que sus talentos alcancen la plenitud y seguir siendo artífices, en la medida de lo posible, de su destino...
Por ello conincidimos en que:

• La educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser.
• Aprender a conocer, combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. Lo que supone además: aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.
• Aprender a hacer a fin de adquirir no sólo una calificación profesional, más generalmente una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo. Pero, también, aprender a hacer en el marco de las distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes bien espontáneamente a causa del contexto social o nacional, bien formalmente gracias al desarrollo de la enseñanza por alternancia.
• Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.
• Aprender hacer para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Con tal fin, no menos preciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitudes para comunicar...
• Mientras los sistemas educativos formales propenden a dar prioridad a la adquisición de conocimientos, en detrimento de otras formas de aprendizaje, importa concebir la educación como un todo. En esa concepción deben buscar inspiración y orientación las reformas educativas, en la elaboración de los programas y en la definición de nuevas políticas pedagógicas.
Por ello con su harta, humildo y noble experiencia el Maestro y jefe de enseñanza de geografía, Wilibaldo de la Sancha Villa, nos dejó su sabiduria para orientarnos mejor.
¡Enhorabuena, maestro!
Salud.
He dicho.

Gracias a todos los que participaron en éste singular y ejemplar grupo de maestros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario