lunes, 4 de enero de 2016

MIGUEL ANGEL CRISTOBAL ARREOLA, Y SU GRAN SUEÑO


◄¡QUIERE SER GRANDE
ENTRE LOS GRANDES! ◄

“Lo que constituye la verdadera belleza,
la auténtica cualidad y la razón de ser
del canto es la combinación, la mezcla y
la unidad indisoluble del sonido con el
pensamiento”.
Reynaldo Han, Du chant


Rafael Michel.

Miguel Ángel Cristóbal Arreola, es un caso excepcional.

En el ambiente cultural se distingue.

¡En el artístico!

Y es que, una de las propiedades del talento para adquirir conocimiento es el uso repetido de estrategias.

Sí, ¡el uso repetido de estrategias!

Una estrategia es una secuencia de procedimientos que conducen al aprendizaje.

El ensayo, es básico, en este peculiar personaje de la urbanidad de los escenarios populares de Tijuana. Su estrategia va rindiendo frutos.

El éxito en la vida personal y profesional depende, en una media nada desdeñable, de la cantidad y calidad de las estrategias que el individuo es capaz de conocer y de poner en funcionamiento otorgándoles una dirección determinada y, en términos evolutivos, de lo tempranamente que se aplique en todo ello. Miguel Ángel Cristóbal Arreola, cumple con esas características.

¡Quiere ser grande, entre los grandes!

Cristóbal Arreola, desde los ocho años ya le gustaba el canto.

La música.

De toda y para todos los gustos.

No le hacía “el fuchi” a nada que fuera armonía.

Recuerda su primera canción en público: “Como a los 9 años, fui al panteón a celebrar el cumpleaños de mi abuelo materno que tenía dos años de haber muerto....y mis tíos contrataron a un trío de guitarrista para cantarle las mañanitas y las golondrinas. Ya después empezaron a cantar de rancheras y boleros, yo le dije a mi mamá que quería cantar, ella le dijo a mi tío y, él les dije a los músicos, ellos dijeron que sí, y cante la de “las llaves de mi alma” de Don Vicente Fernández y cuál fue mi sorpresa, que cuando acabe todos me miraron y aplaudieron… a mí ¡me dio pena! y llore…” soltando una carcajada.

Y agrega, “después fuimos a la casa de mis tíos, yo estaba jugando cuando mi mamá me dijo, despídete porque ya nos vamos. Me despedí de mis tíos y de los músicos que todavía seguían ahí, uno de ellos me dijo que me regalaba su guitarra, me dijo que sabía que yo sería en un futuro un buen músico, mi mamá me dijo que no la tomará y el señor insistió y mi mamá le dijo: SEGURO, el señor dijo que si, y me dio su guitarra y cuerdas de repuesto…” Y confiesa: “cuento esto porque así empezó todo…”
En Miguel Cristóbal sí cabe hacer referencia a que el talento es una capacidad de la persona humana centrada en un área específica, en un aspecto cognitivo y/o en una destreza en la cual sobresale de forma clara y distinta. En términos generales, el talento incluye un campo específico de tareas o combinación de tareas en un área psicológica determinada.

El talento presupone, en la mayoría de los casos, una cantidad de inteligencia normal o superior pero su excepcionalidad se manifiesta en otra dimensión, la que implica un conocimiento profundo, original e incluso único, como en el caso de un gran intérprete del canto, y que se plasma en la práctica de forma sobresaliente (Gardner 1992, 1994, 1995; Genovard, C. y González, J. P. 1993)


Desde pequeño Miguel Cristóbal quería ser ovacionado.

Admira a cantantes como Vicente Fernández, Juan Gabriel,  José Alfredo, Luis Miguel y dice orgulloso: “siempre escucho de toda la música desde danzón hasta rancheras, cumbas, baladas, grupera, rock and roll”.
Miguel Ángel es el más pequeño de los cuatro hermanos, quienes junto con sus padres están orgullos de él.

Poco a poco y lentamente, con el paso del tiempo, -Miguel Cristóbal, se ha distinguido entre sus amigos, entre los semejantes; pues ya no le tiene miedo ni al micrófono ni al escenario. Tiene conocimiento y tiene talento.

Es originario de México, Distrito Federal y decidió emigrar a la ciudad más visitada del mundo; Tijuana, para hacer carrera. La frontera le abrió los brazos y lo sigue dejando soñar, que en un tiempo no muy lejano sus anhelos serán realidad. La perseverancia y la responsabilidad son su fortaleza.

Pero…

¿Qué significa el conocimiento y cuál es su papel en relación al talento? Se entiende por conocimiento la posesión adquirida mediante la instrucción y la reflexión de las informaciones que implican un aprendizaje en un dominio global o específico de la cultura particularizado normalmente en las ciencias o en las artes. El conocimiento es un producto de la calidad de la experiencia más que de la inteligencia propiamente dicha y básicamente de la que está en contacto con el mundo exterior.

En este sentido, el conocimiento posee dos rasgos importantes; por una parte su funcionamiento óptimo —o al menos las garantías para entender que así ocurre— se da cuando hay la posibilidad de explicarlo de forma teórica, esto es, cuando estamos en condiciones de decir qué son las cosas, por otra, cuando podemos decir cómo son las cosas en un terreno aplicado, por ejemplo cuando puedo se puede explicar cómo funciona la voz de un tenor o de una soprano.

El conocimiento obviamente incluye; a sujetos dotado de un conjunto de posibilidades psicológicas más o menos comunes a todos los individuos como la inteligencia, las motivaciones, las emociones, las destrezas o habilidades y de una capacidad personal que denominamos justamente talento que incluye a las anteriores pero que es más que la suma de todas ellas juntas, como por ejemplo, el talento de Miguel Ángel Cristóbal Arreola y a muchos más determinados para el canto,  la pintura, la arquitectura, o la escultura. El conocimiento posee además un elemento añadido: el de indicar la cantidad y la calidad, esto es, el valor, a veces en grado eminente o incluso superlativo, de la actividad humana que, sin duda, conocemos por su datación biográfica en los nombres de los grandes artistas. Este valor es, además, un indicador insustituible de referencia social, cultural y de enriquecimiento personal.

Por otra, el conocimiento es un producto y a la vez una destreza diferencial muy especial en el sentido de que siendo multivariado es utilizado a veces por unos pocos sujetos que tienen la posibilidad de acceder a él.

Miguel Ángel Cristóbal Arreola, cuenta con 24 años de edad y es empleado de una recicladora de El Florido, al este de la ciudad y sin duda es,    - para quien lo conoce – ¡un orgullo!. Es un talento ya hecho realidad. Por ello se concuerda con el musicólogo y pianista Reynaldo Han, Du chant “Lo que constituye la verdadera belleza, la auténtica cualidad y la razón de ser del canto es la combinación, la mezcla y la unidad indisoluble del sonido con el pensamiento”… así lo hace Miguel Ángel Cristóbal Arreola, cada vez que sube a un escenario.




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