Se imprimirán 101,611,121 de boletas electorales en los Estados Unidos Mexicanos, las cuales serán
distribuidas en las 162,939 casillas para que la ciudadanía pueda ejercer su
voto y con ello decida la integración de la Cámara de Diputados. En la columna ¨Plumaje¨ que escribe César Hernández González, de Animal Politico, explica ampliamente sobre el ABC de las boletas electorales, en los Estados Unidos mexicanos.
Las elecciones en México son certeras, confiables y
trasparentes gracias a que están integradas por una serie de instrumentos y
procedimientos que garantizan a las y los ciudadanos que sus votos cuenten en
la integración del poder político. Uno de esos instrumentos son las boletas
electorales. En las siguientes líneas se describen las nociones básicas sobre
las boletas que serán utilizadas en las elecciones de diputaciones federales
del próximo 6 de junio.
¿Qué es una boleta?
Es el documento, en papel o electrónico, en donde las
y los electores expresan su voluntad para elegir una candidatura, un partido
político o una coalición electoral. También se constituye como una prueba del
voto para que, en caso de ser necesario, se realice el recuento de los votos en
los Consejos Distritales del Instituto Nacional Electoral (INE).
¿Quién diseña, produce y distribuye las boletas?
El INE tiene la atribución legal de diseñar, imprimir
y distribuir las boletas. La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y
Secretaría de Marina (SEMAR) son las instituciones encargadas de custodiar la
producción, el traslado y el resguardo de las boletas, ya que éstas son
consideradas como un asunto de seguridad nacional
¿En qué orden aparecen los emblemas de los partidos
políticos?
Los emblemas aparecerán conforme al orden de su fecha
de registro como partido político. Si el registro fue otorgado en la misma
fecha, los emblemas aparecerán en el orden descendente de acuerdo con el
porcentaje de votación obtenido en la última elección de diputados federales.
¿Se pueden ajustar las boletas electorales en caso de
haber cambios en las candidaturas Si las boletas electorales estuvieran impresas no
puede haber modificaciones en caso de una cancelación de uno o más registros o
una sustitución de una o más candidaturas.
¿Qué características contiene una boleta electoral?
Una boleta está integrada por una serie de elementos
de identificación, selección y seguridad. El conjunto de estos elementos le
proporciona a la ciudadanía la información y los medios para emitir su sufragio
de manera segura, certera y confiable.
Los elementos de identificación son aquellos permiten
a las y los electores reconocer el cargo de representación popular por el que
votarán. En éstos se incluyen el tipo de elección, la circunscripción
plurinominal, la entidad federativa, el distrito electoral y el municipio o la
alcaldía. Los elementos de seguridad son aquellos que dotan de
certeza a la ciudadanía de que su voto no puede ser alterado, modificado y/o
sustituido. Están conformados por las firmas impresas del presidente del
Consejo General y del Secretario Ejecutivo del INE y un talón con un folio que
contiene un número consecutivo, la entidad federativa, distrito electoral y el
tipo de elección. Los elementos de selección son aquellos que
posibilitan a las y los votantes reconocer y elegir a las opciones políticas.
Éstos se componen por los emblemas de cada uno de los partidos políticos y de
las candidaturas independientes; el apellido paterno, el apellido materno y
nombre completo, y, en su caso el sobrenombre, de las candidatas y/o los
candidatos; el espacio para las candidaturas no registradas; y el listado de
candidaturas de representación proporcional (esta última en el reverso de la
boleta).
¿Cuáles son los candados de seguridad de las boletas?
Las boletas electorales son instrumentos que salvaguardan
el voto de las y los electores, ya que durante los procesos de diseño,
producción, distribución, resguardo, votación y cómputos el INE instrumenta 50
candados de seguridad que impiden la alteración, la manipulación y la
sustitución de los sufragios de la ciudadanía. Veamos.
El INE posee el mandato legal para diseñar las
boletas. El diseño de las boletas contó con la participaron, la vigilancia y la
aprobación de los partidos políticos.
Tan es así, que en diciembre de 2020 las representaciones de las fuerzas
políticas se inconformaron por el tamaño de sus logos, descontento que fue
atendido por el INE. Para realizar las modificaciones de los logotipos el INE
utilizó un dictamen de proporcionalidad visual de la boleta 1. Una vez,
atendido el reclamo, el INE aprobó el diseño de la boleta electoral 2.
El INE tiene la obligación normativa de producir las
boletas. Desde hace 30 años, éstas son impresas por Talleres Gráficos de
México. Para ello se utilizan diversas medidas de seguridad como la
microimpresión, la impresión invertida, la imagen latente y la impresión
invisible.
Las boletas son fabricadas en papel seguridad. Este
tipo de papel es elaborado con una serie de medidas que imposibilitan su
réplica, tales como: una marca de agua identificable a contraluz, fibras
ópticas visibles y fibras ópticas ocultas. El productor del papel seguridad
determina una medida de seguridad adicional, que solo él conocerá, y que la
entregará al INE en un sobre cerrado; además, no podrá generar un papel
seguridad que contenga los colores utilizados en las boletas.
Miembros de la SEDENA y de la SEMAR resguardan las
instalaciones de la productora del papel seguridad y de Talleres Gráficos de
México. De igual manera, el INE vigila, en todo momento, que la fabricación del
papel seguridad y la impresión de las boletas se realice conforme a los
estándares técnicos y a las medidas de seguridad.
El traslado del papel seguridad y de las boletas son
custodiados por personal de la SEDENA y la SEMAR. Cada vehículo cuenta con medidas que
resguardan la integridad del papel seguridad y la boletas, tales como: control
del número, el peso y los metros de los rollos de papel seguridad; supervisión
del número de las boletas que se trasladan; sellos y candados de seguridad en
el área de carga; control del personal que transporta los insumos; alarma que
avisa vía remota sí el área de carga es abierta; y mecanismo de rastreo
satelital.
Primeramente, las boletas son aseguradas en la bodega
central. Esta locación es utilizada para organizar la distribución de las
boletas, los materiales y la documentación a los 300 Consejos Distritales. La
bodega central es custodiada permanentemente por elementos de la SEDENA y la
SEMAR. Las representaciones de los partidos políticos tienen la posibilidad de
verificar el funcionamiento de la bodega central.
Posteriormente, las boletas son trasladas a las
bodegas de los 300 Consejos Distritales y también son custodiadas las 24 horas
por miembros de la SEDENA y la SEMAR. En estas sedes, las y los consejeros
electorales distritales son los encargados de vigilar la entrega-recepción de
las boletas; comprobar el depósito de las boletas en la bodega; y abrir, cerrar
y clausurar la bodega. Cabe resaltar que el accionar de las y los consejeros
electorales distritales es supervisado por las representaciones de los partidos
políticos.
En los Consejos Distritales se realiza una
verificación muestral de las medidas de seguridad de las boletas. Para ello, el
Consejo General del INE define una muestra para que se cotejen y se comprueben
los estándares de control y de seguridad en la producción e impresión de las
boletas. Esta actividad es realizada en presencia de las representaciones de
los partidos políticos. También, en los Consejos Distritales las y los
consejeros electorales verifican la integridad y el número de las boletas que
serán entregadas a los presidentes de las casillas. Durante este procedimiento,
las representaciones de los partidos políticos podrán sellar y/o firmar las
boletas.
Las casillas estarán integradas por ciudadanas y
ciudadanos quienes fungirán como funcionarios de casilla. Todas las casillas
serán vigiladas por las representaciones de los partidos políticos. Además, las
casillas pueden ser escrutadas por las y los observadores electorales así como
por las y los visitantes extranjeros. Antes del inicio de la votación, la o el presidente de
la casilla con ayuda de las y los secretarios y las y los escrutadores contaran
las boletas y asentaran el resultado en aparatado de instalación de la casilla
del acta de la jornada electoral. Las representaciones de los partidos
políticos podrán firmar o sellar las boletas.
A cada elector se le entrega una boleta para emitir su
voto; posteriormente, deberá depositarla en la urna. Para evitar errores, las
boletas son elaboradas con colores distintivos y las urnas contienen el color
de la boleta y en cada urna existe una pancarta sobre el tipo de votación. En
caso, de que un elector deposite su voto en una urna equivocada, existe un
procedimiento que permiten a los funcionarios de casilla resarcir el error del
votante para que el sufragio sea contabilizado en la elección correspondiente.
Durante la votación se instrumenta una segunda
verificación muestral de las medidas de seguridad de las boletas. Ésta es
definida por el Consejo General del INE y es efectuada por las y los consejeros
electorales en presencia de las representaciones de los partidos políticos
acreditados en los Consejos Distritales y en las casillas.
En el acta de escrutinio y cómputo se anotarán los
números de boletas no utilizadas, boletas sacadas de la urna, de ciudadanos que
acudieron a votar, de votos emitidos en favor de cada uno de los partidos
políticos o candidaturas y de votos nulos. Están cifras deberán coincidir en
cada uno de los cruces y los totales; en caso de existir diferencias, los votos
contenidos en las boletas podrían ser recontados en los cómputos distritales.
Los paquetes electorales serán sellados y firmados en
el exterior por las y los funcionarios de casilla así como por las
representaciones de los partidos políticos. Serán trasladados a los Consejos
Distritales por el funcionariado y las representaciones antes mencionadas.
Serán recibidos y resguardados por personal de los Consejos Distritales del
INE. La recepción de los paquetes electorales será vigilada por las y los
consejeros electorales y las representantes de los partidos políticos.
Previo al inicio de los cómputos distritales, las y
los consejeros electorales y las representaciones de los partidos políticos
cotejarán las medidas de seguridad de las boletas que fueron revisadas y
examinadas durante la jornada electoral.
Los cómputos distritales presuponen la posibilidad de
que se instrumente el recuento parcial o total de los votos asentados en las
boletas de una casilla. El procedimiento es realizado por las y los consejeros
electorales y el funcionariado del INE 3 y es verificado por las
representaciones de los partidos políticos, los observadores electorales y los
visitantes extranjeros.
¿Las boletas electorales son seguras y confiables? La respuesta es un categórico SÍ. Las boletas son
instrumentos confiables, seguros y certeros que salvaguardan la voluntad del
elector en la conformación de la voluntad popular. En otras palabras, las
boletas posibilitan que la ciudadanía vote y que su voto cuente para en la
integración de la Cámara de Diputados, ya que su sufragio no puede ser
alterado, modificado o sustituido.
¿Y el fraude electoral? Las boletas son una herramienta diseñada para
contrarrestar la desconfianza de la ciudadanía y de los actores políticos en
las elecciones. Desde esta perspectiva, es dable concluir que la construcción
histórica de las medidas de seguridad de las boletas fue desarrollada para
erradicar la simulación de las autoridades y para eliminar las prácticas de
fraude electoral.
Recordemos que de 1918 a 1996 la autoridad encargada
de diseñar, producir y distribuir las boletas electorales estaba controlada por
el gobierno federal, por lo tanto existía un control gubernamental sobre las
boletas que permitió la instrumentación de diversas prácticas de simulación y
fraude electoral. Veamos.
De 1918 a 1945, la autoridad municipal 4 imprimía las
boletas en número igual a los electores empadronados más un 50% por caso de
inutilización, y entregaba en cada casilla, adicional a los ciudadanos con
derecho a votar, un remanente del 50% de boletas. Mientras que de 1946 a 1988
la autoridad electoral entregaba en las casillas un excedente del 10% de
boletas al número de electores inscritos en la lista nominal. De 1946 a 1976,
en caso de que en una casilla no se entregarán las boletas, estás podrían
reproducirse en papel simple (copia simple) el día de la elección. El hecho que la ley permitiese imprimir un
excedente de boletas, o que fueran impresas en papel simple, abría la puerta para
sustituir la voluntad de los electores expresadas en las boletas; es decir, se
posibilitaba que los funcionarios de casilla o las autoridades electorales
modificarán, alterarán o sustituyeran los sufragios a favor de un partido
político o una candidatura.
De 1918 a 1989 se contaba con dos medidas de control
sobre la autenticidad de las boletas: i) selladas y/o firmadas por el
ayuntamiento o por la autoridad electoral distrital, y ii) firmadas por las
representaciones de los partidos políticos. Estas medidas no aspiraban a
salvaguardar la integridad de las boletas ni la voluntad de las y los
electores, puesto que su implementación dependía de actores que estaban
controlados por los gobiernos federal, estatal y municipal.
Cabe resaltar que de 1918 a 1989 la normativa
electoral era omisa en regular integralmente el proceso de diseño, fabricación
y distribución de las boletas. Asimismo, de 1918 a 1980 fue un periodo donde
los partidos políticos de oposición fueron minimizados y/o excluidos de las
actividades de organización y supervisión de las elecciones; por ende, no
existía una supervisión ni control de los actos de las autoridades electorales
y de las autoridades de gubernamentales.
Fue hasta la reforma político-electoral de 1989-1990
que la protección a las boletas comenzó a recobrar relevancia, puesto que se
incorporaron elementos de control en las diversas fases de su ciclo de vida.
Dichos elementos fueron perfeccionados, paulatinamente, por el legislador a
través de las reformas electorales, y por el otrora IFE y por el INE mediante
acciones de índole normativo y operativo organizacional.
El resultado de las medidas de control constituye una
garantía sobre la autenticidad de la boleta, lo que a su vez genera la
protección del derecho a votar, la salvaguarda a la certeza de la voluntad del
ciudadano y la inalterabilidad de la voluntad colectiva en el proceso de
integración de la Cámara de Diputados. Con ello se busca no repetir los errores
del pasado, que condujeron a la desconfianza y poca credibilidad en las
elecciones.
De 1918 a 2021, pasamos de una intención democrática
de tener gobiernos acordes a lo expresado por la mayoría a una democracia
electoral basada en la integridad de sus procedimientos. El próximo 6 de junio las y los ciudadanos
pueden ir a las urnas con la firme convicción y la plena confianza de que su
voto será respetado y salvaguardado, ya que en México existen boletas
electorales a prueba de fuego, que inhiben que conductas ilícitas que
modifiquen los resultados de las elecciones.
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