jueves, 6 de mayo de 2021

101,611,121 DE BOLETAS ELECTORALES


Se imprimirán 101,611,121 de boletas electorales en los Estados Unidos Mexicanos, las cuales serán distribuidas en las 162,939 casillas para que la ciudadanía pueda ejercer su voto y con ello decida la integración de la Cámara de Diputados. En la columna ¨Plumaje¨ que escribe César Hernández González,  de Animal Politico, explica ampliamente sobre el ABC de las boletas electorales, en los Estados Unidos mexicanos.

Las elecciones en México son certeras, confiables y trasparentes gracias a que están integradas por una serie de instrumentos y procedimientos que garantizan a las y los ciudadanos que sus votos cuenten en la integración del poder político. Uno de esos instrumentos son las boletas electorales. En las siguientes líneas se describen las nociones básicas sobre las boletas que serán utilizadas en las elecciones de diputaciones federales del próximo 6 de junio.

¿Qué es una boleta?

Es el documento, en papel o electrónico, en donde las y los electores expresan su voluntad para elegir una candidatura, un partido político o una coalición electoral. También se constituye como una prueba del voto para que, en caso de ser necesario, se realice el recuento de los votos en los Consejos Distritales del Instituto Nacional Electoral (INE).

¿Quién diseña, produce y distribuye las boletas?

El INE tiene la atribución legal de diseñar, imprimir y distribuir las boletas. La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y Secretaría de Marina (SEMAR) son las instituciones encargadas de custodiar la producción, el traslado y el resguardo de las boletas, ya que éstas son consideradas como un asunto de seguridad nacional

¿En qué orden aparecen los emblemas de los partidos políticos?

 

Los emblemas aparecerán conforme al orden de su fecha de registro como partido político. Si el registro fue otorgado en la misma fecha, los emblemas aparecerán en el orden descendente de acuerdo con el porcentaje de votación obtenido en la última elección de diputados federales.

¿Se pueden ajustar las boletas electorales en caso de haber cambios en las candidaturas Si las boletas electorales estuvieran impresas no puede haber modificaciones en caso de una cancelación de uno o más registros o una sustitución de una o más candidaturas.

¿Qué características contiene una boleta electoral?

Una boleta está integrada por una serie de elementos de identificación, selección y seguridad. El conjunto de estos elementos le proporciona a la ciudadanía la información y los medios para emitir su sufragio de manera segura, certera y confiable.

Los elementos de identificación son aquellos permiten a las y los electores reconocer el cargo de representación popular por el que votarán. En éstos se incluyen el tipo de elección, la circunscripción plurinominal, la entidad federativa, el distrito electoral y el municipio o la alcaldía. Los elementos de seguridad son aquellos que dotan de certeza a la ciudadanía de que su voto no puede ser alterado, modificado y/o sustituido. Están conformados por las firmas impresas del presidente del Consejo General y del Secretario Ejecutivo del INE y un talón con un folio que contiene un número consecutivo, la entidad federativa, distrito electoral y el tipo de elección. Los elementos de selección son aquellos que posibilitan a las y los votantes reconocer y elegir a las opciones políticas. Éstos se componen por los emblemas de cada uno de los partidos políticos y de las candidaturas independientes; el apellido paterno, el apellido materno y nombre completo, y, en su caso el sobrenombre, de las candidatas y/o los candidatos; el espacio para las candidaturas no registradas; y el listado de candidaturas de representación proporcional (esta última en el reverso de la boleta).

 ¿Cuáles son los candados de seguridad de las boletas?

Las boletas electorales son instrumentos que salvaguardan el voto de las y los electores, ya que durante los procesos de diseño, producción, distribución, resguardo, votación y cómputos el INE instrumenta 50 candados de seguridad que impiden la alteración, la manipulación y la sustitución de los sufragios de la ciudadanía. Veamos.  

El INE posee el mandato legal para diseñar las boletas. El diseño de las boletas contó con la participaron, la vigilancia y la aprobación de los partidos políticos.  Tan es así, que en diciembre de 2020 las representaciones de las fuerzas políticas se inconformaron por el tamaño de sus logos, descontento que fue atendido por el INE. Para realizar las modificaciones de los logotipos el INE utilizó un dictamen de proporcionalidad visual de la boleta 1. Una vez, atendido el reclamo, el INE aprobó el diseño de la boleta electoral 2.

El INE tiene la obligación normativa de producir las boletas. Desde hace 30 años, éstas son impresas por Talleres Gráficos de México. Para ello se utilizan diversas medidas de seguridad como la microimpresión, la impresión invertida, la imagen latente y la impresión invisible.

Las boletas son fabricadas en papel seguridad. Este tipo de papel es elaborado con una serie de medidas que imposibilitan su réplica, tales como: una marca de agua identificable a contraluz, fibras ópticas visibles y fibras ópticas ocultas. El productor del papel seguridad determina una medida de seguridad adicional, que solo él conocerá, y que la entregará al INE en un sobre cerrado; además, no podrá generar un papel seguridad que contenga los colores utilizados en las boletas.

Miembros de la SEDENA y de la SEMAR resguardan las instalaciones de la productora del papel seguridad y de Talleres Gráficos de México. De igual manera, el INE vigila, en todo momento, que la fabricación del papel seguridad y la impresión de las boletas se realice conforme a los estándares técnicos y a las medidas de seguridad.

El traslado del papel seguridad y de las boletas son custodiados por personal de la SEDENA y la SEMAR.  Cada vehículo cuenta con medidas que resguardan la integridad del papel seguridad y la boletas, tales como: control del número, el peso y los metros de los rollos de papel seguridad; supervisión del número de las boletas que se trasladan; sellos y candados de seguridad en el área de carga; control del personal que transporta los insumos; alarma que avisa vía remota sí el área de carga es abierta; y mecanismo de rastreo satelital. 

Primeramente, las boletas son aseguradas en la bodega central. Esta locación es utilizada para organizar la distribución de las boletas, los materiales y la documentación a los 300 Consejos Distritales. La bodega central es custodiada permanentemente por elementos de la SEDENA y la SEMAR. Las representaciones de los partidos políticos tienen la posibilidad de verificar el funcionamiento de la bodega central.

Posteriormente, las boletas son trasladas a las bodegas de los 300 Consejos Distritales y también son custodiadas las 24 horas por miembros de la SEDENA y la SEMAR. En estas sedes, las y los consejeros electorales distritales son los encargados de vigilar la entrega-recepción de las boletas; comprobar el depósito de las boletas en la bodega; y abrir, cerrar y clausurar la bodega. Cabe resaltar que el accionar de las y los consejeros electorales distritales es supervisado por las representaciones de los partidos políticos.

En los Consejos Distritales se realiza una verificación muestral de las medidas de seguridad de las boletas. Para ello, el Consejo General del INE define una muestra para que se cotejen y se comprueben los estándares de control y de seguridad en la producción e impresión de las boletas. Esta actividad es realizada en presencia de las representaciones de los partidos políticos. También, en los Consejos Distritales las y los consejeros electorales verifican la integridad y el número de las boletas que serán entregadas a los presidentes de las casillas. Durante este procedimiento, las representaciones de los partidos políticos podrán sellar y/o firmar las boletas.

Las casillas estarán integradas por ciudadanas y ciudadanos quienes fungirán como funcionarios de casilla. Todas las casillas serán vigiladas por las representaciones de los partidos políticos. Además, las casillas pueden ser escrutadas por las y los observadores electorales así como por las y los visitantes extranjeros. Antes del inicio de la votación, la o el presidente de la casilla con ayuda de las y los secretarios y las y los escrutadores contaran las boletas y asentaran el resultado en aparatado de instalación de la casilla del acta de la jornada electoral. Las representaciones de los partidos políticos podrán firmar o sellar las boletas.

A cada elector se le entrega una boleta para emitir su voto; posteriormente, deberá depositarla en la urna. Para evitar errores, las boletas son elaboradas con colores distintivos y las urnas contienen el color de la boleta y en cada urna existe una pancarta sobre el tipo de votación. En caso, de que un elector deposite su voto en una urna equivocada, existe un procedimiento que permiten a los funcionarios de casilla resarcir el error del votante para que el sufragio sea contabilizado en la elección correspondiente.

Durante la votación se instrumenta una segunda verificación muestral de las medidas de seguridad de las boletas. Ésta es definida por el Consejo General del INE y es efectuada por las y los consejeros electorales en presencia de las representaciones de los partidos políticos acreditados en los Consejos Distritales y en las casillas.

En el acta de escrutinio y cómputo se anotarán los números de boletas no utilizadas, boletas sacadas de la urna, de ciudadanos que acudieron a votar, de votos emitidos en favor de cada uno de los partidos políticos o candidaturas y de votos nulos. Están cifras deberán coincidir en cada uno de los cruces y los totales; en caso de existir diferencias, los votos contenidos en las boletas podrían ser recontados en los cómputos distritales.

Los paquetes electorales serán sellados y firmados en el exterior por las y los funcionarios de casilla así como por las representaciones de los partidos políticos. Serán trasladados a los Consejos Distritales por el funcionariado y las representaciones antes mencionadas. Serán recibidos y resguardados por personal de los Consejos Distritales del INE. La recepción de los paquetes electorales será vigilada por las y los consejeros electorales y las representantes de los partidos políticos. 

Previo al inicio de los cómputos distritales, las y los consejeros electorales y las representaciones de los partidos políticos cotejarán las medidas de seguridad de las boletas que fueron revisadas y examinadas durante la jornada electoral.

Los cómputos distritales presuponen la posibilidad de que se instrumente el recuento parcial o total de los votos asentados en las boletas de una casilla. El procedimiento es realizado por las y los consejeros electorales y el funcionariado del INE 3 y es verificado por las representaciones de los partidos políticos, los observadores electorales y los visitantes extranjeros.

¿Las boletas electorales son seguras y confiables? La respuesta es un categórico SÍ. Las boletas son instrumentos confiables, seguros y certeros que salvaguardan la voluntad del elector en la conformación de la voluntad popular. En otras palabras, las boletas posibilitan que la ciudadanía vote y que su voto cuente para en la integración de la Cámara de Diputados, ya que su sufragio no puede ser alterado, modificado o sustituido.

¿Y el fraude electoral? Las boletas son una herramienta diseñada para contrarrestar la desconfianza de la ciudadanía y de los actores políticos en las elecciones. Desde esta perspectiva, es dable concluir que la construcción histórica de las medidas de seguridad de las boletas fue desarrollada para erradicar la simulación de las autoridades y para eliminar las prácticas de fraude electoral.

Recordemos que de 1918 a 1996 la autoridad encargada de diseñar, producir y distribuir las boletas electorales estaba controlada por el gobierno federal, por lo tanto existía un control gubernamental sobre las boletas que permitió la instrumentación de diversas prácticas de simulación y fraude electoral. Veamos.

 De 1918 a 1945, la autoridad municipal 4 imprimía las boletas en número igual a los electores empadronados más un 50% por caso de inutilización, y entregaba en cada casilla, adicional a los ciudadanos con derecho a votar, un remanente del 50% de boletas. Mientras que de 1946 a 1988 la autoridad electoral entregaba en las casillas un excedente del 10% de boletas al número de electores inscritos en la lista nominal. De 1946 a 1976, en caso de que en una casilla no se entregarán las boletas, estás podrían reproducirse en papel simple (copia simple) el día de la elección.  El hecho que la ley permitiese imprimir un excedente de boletas, o que fueran impresas en papel simple, abría la puerta para sustituir la voluntad de los electores expresadas en las boletas; es decir, se posibilitaba que los funcionarios de casilla o las autoridades electorales modificarán, alterarán o sustituyeran los sufragios a favor de un partido político o una candidatura.

 De 1918 a 1989 se contaba con dos medidas de control sobre la autenticidad de las boletas: i) selladas y/o firmadas por el ayuntamiento o por la autoridad electoral distrital, y ii) firmadas por las representaciones de los partidos políticos. Estas medidas no aspiraban a salvaguardar la integridad de las boletas ni la voluntad de las y los electores, puesto que su implementación dependía de actores que estaban controlados por los gobiernos federal, estatal y municipal.

Cabe resaltar que de 1918 a 1989 la normativa electoral era omisa en regular integralmente el proceso de diseño, fabricación y distribución de las boletas. Asimismo, de 1918 a 1980 fue un periodo donde los partidos políticos de oposición fueron minimizados y/o excluidos de las actividades de organización y supervisión de las elecciones; por ende, no existía una supervisión ni control de los actos de las autoridades electorales y de las autoridades de gubernamentales.

Fue hasta la reforma político-electoral de 1989-1990 que la protección a las boletas comenzó a recobrar relevancia, puesto que se incorporaron elementos de control en las diversas fases de su ciclo de vida. Dichos elementos fueron perfeccionados, paulatinamente, por el legislador a través de las reformas electorales, y por el otrora IFE y por el INE mediante acciones de índole normativo y operativo organizacional.

El resultado de las medidas de control constituye una garantía sobre la autenticidad de la boleta, lo que a su vez genera la protección del derecho a votar, la salvaguarda a la certeza de la voluntad del ciudadano y la inalterabilidad de la voluntad colectiva en el proceso de integración de la Cámara de Diputados. Con ello se busca no repetir los errores del pasado, que condujeron a la desconfianza y poca credibilidad en las elecciones.

De 1918 a 2021, pasamos de una intención democrática de tener gobiernos acordes a lo expresado por la mayoría a una democracia electoral basada en la integridad de sus procedimientos.  El próximo 6 de junio las y los ciudadanos pueden ir a las urnas con la firme convicción y la plena confianza de que su voto será respetado y salvaguardado, ya que en México existen boletas electorales a prueba de fuego, que inhiben que conductas ilícitas que modifiquen los resultados de las elecciones.

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