martes, 7 de octubre de 2014

TIJUANA, PROTESTA POR DESAPARICION DE NORMALISTAS DE AYOTZINAPA GUERRERO


Rafael Michel
Baja California está invitada para la manifestación pacífica por la desaparición de los 57 normalistas - y otros asesinados- allá en  Ayotzinapa, Guerrero, el pasado sábado 27 de Septiembre; y que se estará efectuando mañana miércoles  8 de octubre, a nivel nacional. En Tijuana será en el monumento “a las tijeras”, en plena zona del río. La cita a las 14 horas, tiempo local.
La población está lista para solidarizarse y máxime los estudiantes de nivel medio y superior. No pueden dejar de pasar la situación estudiantil que fue provocada, allá en Iguala, por las mismas autoridades.

Ya hay culpables. Tienen nombres y apellidos.
Urge que la autoridad pase de los discursos a los hechos. Se castigue a los responsables. Desde la autoridad municipal hasta la estatal. No hay de otra, porque México se está volviendo un verdadero polvorín.

La historia se escribió así:

I

El presidente nacional del PRD, Carlos Navarrete, informó  en Iguala, Guerrero, que su partido propone crear una fiscalía ciudadana para ayudar en las investigaciones del ataque y desaparición de estudiantes normalistas en ese municipio.

Navarrete manifestó que el partido tiene la disposición de encontrarse con familiares de las víctimas y desaparecidos. Navarrete reconoció "que no fuimos lo suficientemente cuidadosos al elegir a nuestro candidato en Iguala".

El líder nacional del PRD recordó que hoy el Congreso de Guerrero decidirá si le quita el fuero al alcalde con licencia de Iguala, José Luis Abarca, tras lo cual, dijo, "esperamos su pronto arresto". Navarrete consideró que "lo que falta es limpiar a Guerrero de delincuentes y el PRD lo respaldará, venimos a dar la cara".

El PRD también pidió al gobierno federal "que recupere el control de las policías municipales".

José Luis Abarca, alcalde con licencia de Iguala, obedecía al crimen organizado y ordenó el ataque del pasado 26 de septiembre en el que murieron seis personas, además la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, por eso se negó a la puesta en marcha del mando único, aseguró René Bejarano.

II

En entrevista con Carlos Marín en El asalto a la razón, el dirigente perredista declaró que Abarca firmó, pero no permitió el mando único en su municipio. Impidió que operara porque trabajaba para el crimen organizado, para Guerreros Unidos.

Su desaparición, días después de los hechos, permite señalar que recibió protección política para después usar esa situación y afectar al PRD de cara a las elecciones de 2015, afirmó.

“Hubo protección política y cierto nivel de negligencia, de irresponsabilidad, ante las evidencias, se soslayó y estalló un conflicto. Hubo protección política a escala local, pero también federal”.

—Si hay protección política, eso va más allá de las autoridades de un ayuntamiento, —dijo Marín.

—Hubo protección política a escalas local y federal. Se calculó políticamente que se debía dejar descomponer el asunto para capitalizarlo políticamente en 2015, cuando habrá elecciones.

En opinión del perredista, “si las autoridades conocían de los hechos y se supo de la desaparición forzada de 43 personas, de la muerte violenta de seis, una de ellas desollada, y se tenía información de antecedentes de los presuntos actos delictivos, lo primero que se debió hacer era detenerlo y no permitir que se diera a la fuga”.

Bejarano conoce el historial del edil, pues en 2013 llevó a la oficina del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y de la subprocuradora de la PGR,  Mariana Benítez, los testimonios de testigos del asesinato de Arturo Hernández Cardona y otras dos personas en mayo de 2013, así como de la tortura a siete personas más.

Narró que a la llegada de Abarca a la alcaldía de Iguala, la situación comenzó a descomponerse. La tranquilidad de la vida cotidiana se vio afectada por secuestros y extorsiones, y el modo de vida del perredista perteneciente a la corriente Nueva Izquierda cambió. Se convirtió en dueño de la Plaza Tamarindos, donde hay negocios de venta de oro.

Hasta ese lugar la noche del 26 de septiembre llegaron los normalistas a hacer su boteo para recabar dinero para la marcha del 2 de Octubre, lo que molestó al edil, quien se encontraba en el informe su esposa, María de los Ángeles Pineda, al frente del DIF municipal, a quien pretendía hacerla sucesora en el cargo.

“La estaba promoviendo para presidenta municipal, como va a haber elecciones locales, él la promovía al frente del DIF, hizo un informe fastuoso ese viernes y había grupos musicales. Llegaron los brigadistas a botear para trasladarse a la marcha del 2 de Octubre. Se les ocurrió secuestran tres autobuses y eso propició molestia, porque además pasaron por Plaza Tamarindos y generó irritación en el alcalde, por eso se presume que enviaron a los polícías para que los masacraran”.

Al día siguiente, el alcalde aseguró que no tuvo información al respecto. El procurador Iñaky Blanco confirmó la vinculación de la policía municipal en la masacre de seis personas.

III

Don Joaquín López Doriga, dice en Privado: La madrugada del sábado -27 de Septiembre de 2014- se soltaron los demonios en Guerrero, marcadamente en el municipio de Iguala donde para retratar lo que pasó hay que apuntar el saldo: seis muertos, 17 heridos, ¡57 normalistas desaparecidos! y 22 policías municipales consignados.

A estos hechos hay que añadir el asesinato, la mañana del mismo sábado en Acapulco, del secretario general del Comité Estatal del PAN, Braulio Zaragoza, y la ejecución múltiple, con cinco muertos.

Esto, independientemente de los casos de violencia e impunidad emblemáticos de Guerrero como el asesinato del presidente del Congreso local, el diputado Armando Chavarría, del PRD, a las puertas de su casa, en Chilpancingo, la mañana del 20 de agosto de 2009, y la del presidente de los Rotarios de Acapulco, Gilberto Mendoza, el pasado 22 de agosto, en el Boulevard de las Naciones, frente al centro comercial la isla, por solo mencionar dos.

Pero de lo que no había antecedente es de los hechos que se registraron en Iguala entre la noche del viernes y la mañana del sábado, cuando normalistas que habían secuestrado tres autobuses fueron tiroteados por policías municipales, dejando uno cerca del Palacio de Justicia. Los otros dos fueron también atacados por los policías dejando un primer saldo de dos estudiantes muertos y varios heridos. Más tarde fue localizado el cadáver de otro normalista, Julio César Mondragón Fontez, al tiempo que se daba un tercer enfrentamiento en la carretera federal Iguala-Chilpancingo, donde desconocidos dispararon contra el autobús en el que viajaban los integrantes del equipo de tercera división Avispones de Chilpancingo, con tres muertos.

Pero lo más grave de este de por sí mal escenario es la desaparición de 57 estudiantes de la misma normal rural de Ayotzinapa, de los que solo hay versiones, pero no pistas ni evidencias y desde donde puede catapultarse el viejo conflicto con ese centro de estudios, por si algo le faltara a esa escuela, a ese problema y al estado de Guerrero.

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