Rafael Michel
Antes de partir, al otro mundo Hugo Rafael Chávez Frías nombró a Maduro como su sucesor. ¿Podrá seguir el legado del bolivariano?
El perfil ideológico de Chávez no estuvo aislado en la región durante su presidencia. Venezuela mantuvo en esos años estrechos lazos con otros países de América Latina.
La unión latinoamericana La mayor cercanía se dio a partir de su relación con otros mandatarios de la región, especialmente con Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), Néstor y Cristina Kirchner (Argentina) y Lula Da Silva (Brasil). También mantuvo estrechos lazos con el líder cubano Fidel Castro y con su hermano Raúl.
En 1982 fundó el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 y desde entonces empezó a trabajar en un programa político basado en una ideología nacionalista y revolucionaria.
En febrero de 1992, junto a otros cuatro tenientes coroneles del Ejército, encabezó un golpe de Estado contra el gobierno constitucional de Carlos Andrés Pérez.
Empezó con sublevaciones simultáneas en varios Estados y logró apoderarse de la gobernación en Maracaibo. Pero la revuelta se frustró al llegar a Caracas y los militares no lograron tomar la Casa de Gobierno en Miraflores. “Asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano”, dijo Chávez al rendirse ante las cámaras de TV.
Chávez fue a prisión junto al resto de los líderes de la revuelta. Un año más tarde, el Presidente Carlos Andrés Pérez fue removido por el Congreso y asumió en su lugar el opositor Rafael Caldera, que en 1994 indultó a Chávez.
Los seguidores del fallecido mandatario salieron a las calles de Caracas para acompañarse mutuamente en el difícil momento.
Algunas versiones señalan que Rosa Virginia, hija del mandatario, fue la que lo acompaño en sus últimos minutos de vida.
En 1998 Chávez fue por primera vez candidato a presidente, como líder del partido cívico-militar Movimiento Quinta República (MVR). La coalición electoral incluía a varios partidos de la izquierda venezolana.
Ganó la elección con el 56,2% de los votos y en febrero de 1999 asumió su primera presidencia. Inmediatamente, convocó a un referéndum para revocar todos los mandatos y reformar la Constitución de 1961, tal como lo había prometido en campaña. En el 2000 volvió a convocar a elecciones y relegitimó su mandato hasta 2007.
La Venezuela de Chávez basó su crecimiento económico en la exportación hidrocarburífera. La Constitución de 1999 ratificó el monopolio de estos recursos a la empresa estatal petrolera (PDVSA). Más adelante, se sancionó una ley que obliga a que todas las empresas del sector deban tener participación mayoritaria estatal.
Esto, sumado a los altos precios del petróleo durante la primera década del siglo XXI, dieron a Chávez margen suficiente para financiar la actividad del Estado y promover las “Misiones” y otros planes sociales y de viviendas.
La capacidad petrolera venezolana también le sirvió a Chávez como parte de su política exterior: generó una fuerte presencia en la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), y ayudó a financiar y profundizar sus alianzas con países como Cuba, Nicaragua o la Argentina.
Los críticos dicen que Venezuela sigue siendo demasiado dependiente de estos recursos no renovables. Y que el exceso de participación estatal hizo que las empresas invirtieran menos, lo que hizo bajar la producción en el sector.
Al asumir la presidencia, Chávez inició lo que denominó la “revolución bolivariana”, que incluyó la reforma de la Constitución, expropiación de empresas, implementación de programas sociales -denominados “Misiones bolivarianas” financiados principalmente con los recursos petroleros- e integración con América Latina. Durante sus mandatos mantuvo fuertes choques con grupos económicos.
Sus defensores dicen que Chávez encabezó una revolución para generar mayor equidad social en Venezuela. Sus críticos lo acusaron de dictador y hegemónico
Desde un comienzo, las medidas que fue tomando Hugo Chávez en el poder generaron una polarización política en Venezuela. El máximo momento de tensión se dio en 2002, cuando la gremial empresaria Fedecámaras convocó a un paro por tiempo indeterminado con apoyo de sindicatos y partidos opositores, parte de la iglesia y las Fuerzas Armadas.
Las protestas desembocaron en represión e incidentes. Militares antichavistas lideraron el 12 de abril de 2002 un golpe de Estado y exigieron la renuncia del mandatario. Chávez se entregó y fue trasladado a una base castrense.
Esa tarde se autojuramentó en su lugar, el presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona quien inmediatamente emitió un decreto para derogar las leyes, disolver el Parlamento y al Tribunal Supremo de Justicia
Al día siguiente del golpe miles de partidarios de Chávez empezaron a manifestarse en las calles de Caracas y en toda Venezuela. Catorce presidentes de América Latina condenaron el golpe e incluso partidos opositores moderados lo repudiaron. Otro sector del Ejército también se levantó contra el gobierno de facto.
El 14 de abril, dos días después del golpe, Chávez fue liberado de la prisión militar en la Isla La Orchila y volvió a asumir la Presidencia de Venezuela.
Desde la presidencia mantuvo un fuerte enfrentamiento con la política “imperialista” de los Estados Unidos. Su mayor pelea fue contra el presidente George W. Bush, a quien continuamente acusaba de ser el líder de ese “imperialismo” que denunciaba.
En 2006, en una cumbre de Naciones Unidas en que le tocó hablar al día siguiente del mandatario norteamericano dijo: 'Ayer el diablo estuvo aquí. Huele a azufre todavía'. En la foto, Chávez recomienda leer el libro de Noam Chomsky, Hegemonía o Supervivencia y advirtió que “la hegemonía de los Estados Unidos pone en riesgo la supervivencia del planeta”.
Uno de los momentos emblemáticos de la “lucha antiimperialista” de Chávez fue la organización de la “Cumbre de los Pueblos” en 2005, en simultáneo con la Cumbre de las Américas de Mar del Plata (Argentina). En aquella cumbre Estados Unidos buscaba un respaldo para el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas). Los países de la región, liderados por Chávez y el argentino Néstor Kirchner, se opusieron a la firma del acuerdo, aduciendo que era desventajoso para los países menos desarrollados.
“Aquí en Mar del Plata está la tumba del ALCA... (…) ¿Quién enterró al ALCA? Los pueblos de América”, dijo Chávez en su discurso de cierre de la “Cumbre de los Pueblos”. Aquel acto contó con la presencia de artistas, intelectuales y deportistas, entre ellos el futbolista Diego Armando Maradona
No hay comentarios:
Publicar un comentario