José Adolfo Morales González:
Con astucia actúa en
la obra de su vida
El niño deja de serlo, pasa a la adolescencia, se fija metas; con entusiasmo, constancia, estudio y perseverancia las logra. Tal es el caso de José Adolfo Morales González, quien a sus 26 años –recién cumplidos-, se distingue en el noveno semestre de Ingeniería Industrial en la máxima casa de Estudios de la Universidad Autónoma de Baja California. Su sueño es viajar por el mundo, para conocer otras culturas, escribir un libro autobiográfico y ayudar a sus padres para devolverles todo lo que han hecho por él. Además de querer ser un fino altruista para auxiliar a personas necesitadas.
¡Es un actor!
Simpático. Competente. Carismático. Dramático.
Dinámico. Alegre. Su personaje es auténtico.
Tiene capacidad creativa. Primero piensa y luego actúa. Mide consecuencias.
Improvisa o fundamenta en propios textos utilizando su voz, mímica y otros
recursos para poder transmitir ideas y acciones. Empieza a tener experiencia y conocimiento de la vida. Es único.
Morales
González nació en Huixtla Chiapas el 19
de Marzo de 1995 y mide 1. 62 metros de estatura. Es además de carismático,
sencillo y humilde. Ocupa el quinto
lugar, de una familia nuclear que se conforma de seis miembros.
Aunque aparenta ser frío y agresivo, es todo lo contrario; es cuestión de saber acercársele y mostrarle confianza. Es astuto y, no se duda sea líder en su familia y en los grupos sociales donde se relaciona. Cuida y siempre está al pendiente de la situación familiar; participa en la búsqueda de alimento para los suyos y los protege.
Cabe
destacar su inteligencia, pues la demuestra a la hora de realizar planes de acciones
que le resultan muy exitosos. También demuestra la capacidad intelectual en el
modo de comunicación entre los distintos individuos que se relaciona. Aunque
existen varias hipótesis sobre su comportamiento –serio, discreto, solitario-,
tiene la intuición de que pueden anunciar
la llegada de un peligro para cuidar de los suyos.
Cuando niño
[según se cuenta]- era robusto que incluso pudo
llegar a pesa muchísimo – muchos más de su peso ideal- . Con un gesto
serio —casi estoico— [Que muestra fortaleza y dominio sobre sí mismo,
especialmente ante las desgracias y dificultades] es un caminante solitario que
vive a la perfección su soledad, disfrutando de todo en cualquier lado que se
presente ya sea con clima nublado, lloviendo, soleado, frio o caliente; su
naturaleza cuenta la historia única e irrepetible de sus vivencias. No hay
límites en el terreno amistoso. La ciencia no tiene todavía una respuesta para
explicar por qué tiene ¨sangre sutil¨ para poder hacer amistad con quien se lo
proponga.
Su
mamá, Margarita González García y su
papá, Adolfo Morales Domínguez están –seguramente- orgulloso de él por ser un
hombre que ha mostrado valores humanos
como: responsabilidad, respecto, estudio, amor, humildad, honestidad, constancia y sencillez. Igual que sus cuatro
hermanas y un hermano más que tiene, la gran mayoría vive allá en su tierra
natal: Huixtla Chiapas.
El próximo,
¡ya casi! ingeniero Industria, Morales González, se caracteriza porque su carácter siempre es
apacible. En general. Es muy analítico, en lugar de ser agresivo. No es
ruidoso, ni escandaloso. Personalidades
como él, en general, prefieren realizar sus actividades en horarios
crepusculares. Disfrutan de permanecer solitarios mucho tiempo y se les encuentra
comúnmente cerca de donde haya mucho espectáculo de todo tipo, pero separados
de los demás espectadores.
Es muy
afectuoso con quien le brinda su amistad, pero tiene un sentido del olfato muy
agudo –sabe cuándo tienen buenas o malas intenciones su semejantes- Tiene un
buen sentido auditivo. Es un ser, pues, que es capaz de detectar el movimiento
y la luz a la distancia. Es como los canes. Fiel y noble con quien le ayuda, le
protege y lo quiere.
Parece que fue ayer, cuando José Adolfo se asomó al mundo del adolescente que fue cuando entró al terreno de la diversidad en el que sólo es posible estudiar ciertos patrones generales. Cada adolescente es, en definitiva, una adolescencia. Una persona libre e inteligente cuyo comportamiento y actitudes son imprevisibles y despuntan de manera individual. No siguen un camino previamente establecido ni unas pautas fijas que los condicionen. Las formas en que los adolescentes llevan a cabo la transición a la vida adulta son, pues, muy diversas como es el caso único e irrepetible de Morales González.
Ciertamente,
se podría afirmar que no solamente la adolescencia es una continua transición,
sino toda nuestra vida. Un constante desfile de edades que llegan y se superan.
En ese caso, la adolescencia vendría a ser uno más de los frecuentes momentos
de crisis y cambio que experimenta el hombre a lo largo de su devenir
histórico. Sin embargo, se trata de un período especialmente complejo y
determinante para el posterior proceso evolutivo de la personalidad.
En la etapa
en que se encuentra Morales González, que es la Juventud, casi entrando a la de
adulto, se trata de una etapa tranquila. Los grandes cambios se han producido
durante la adolescencia, y los mayores problemas que pueden darse se refieren a
la incorporación al mundo laboral, la búsqueda de pareja estable.
Cabe mencionar que actualmente cursa el último semestre de la carrera, y presta sus prácticas profesionales en una importante empresa, donde según asegura, ha aprendido muchísimo y más de sus jefes inmediatos y superiores, a quienes agradece el darle la oportunidad de laborar con ellos.
De hecho,
se puede afirmar que esta etapa de la vida posee ciertos rasgos que la
diferencian de otras y que la hacen especialmente importante en el desarrollo
posterior del comportamiento y actitudes del futuro Ingeniero Industrial, que
egresará de la Universidad Autónoma de baja California, quienes son superiores,
sin lugar a duda de los de la UTT.
Dice que le
encanta el color gris y en la psicología
del color tiene un significado de aburrimiento, lo anticuado y la crueldad.
También de lo confiable, maduro e inteligente. El gris es cualquiera de los
puntos de luminosidad media entre la máxima luz (blanco) y la luz nula (negro).
Cuenta José
Adolfo Morales González, que le encanta la caligrafía; de adolescente le fascinaba
enseñar
a sus vecinitos como escribir; pero luego de una experiencia desagradable, le
prohibieron invitar a sus amiguitos a su casa. " Ya no quiere saber nada de pedagogía".
La
caligrafía es el arte de escribir con letra bella, artística y correctamente
formada, siguiendo diferentes estilos; pero también puede entenderse como el
conjunto de rasgos que caracterizan la escritura de una persona o de un
documento; como es el caso de Morales González.
Al
estudiante de la carrera de Ingeniería Industrial, le fascinan los boleros, y
es que hay algo en los boleros
profundamente romántico. Todos los que escuchan boleros son melosos, pegadizos;
ya que las canciones son poemas que todos conocemos. Hay una canción para cada
estado del enamoramiento, la pasión, los celos, el desamor y el abandono.
Los boleros
los hemos escuchado de nuestros mayores, en la radio, en viejos vinilos, en
casettes y en Cds. YouTube está plagado de ellos con versiones de muchos y
variados intérpretes. Intérpretes de mucha calidad nos han marcado a lo largo
de la vida. Julio Jaramillo y Agustin Lara, son dos de ellos; además de Celia Cruz, Lucho
Gatica, Armando Manzanero, Daniel
Santos, Marco Antonio Muñiz, Los Panchos, Los Tres reyes, etc..
Sin olvidar
los grupos que nos traen nostalgia como Los Ángeles Negros, con su melodía ¨Y
volveré¨, los Terricolas, los Pasteles verdes, que le fascina a nuestro personaje principal: José
Adolfo Morales González.
La historia
continúa…
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