ANÁLISIS
de
“Portafolio
Electrónico: una
Posibilidades
para los docentes”
Autor:
Rafael Michel.
Es verdad.
Ya necesitábamos
un cambio.
De lo tradicional
a lo moderno –
¡ a lo actual
¡-.
Un cambio acorde
a los tiempos.
Hemos iniciado un curso virtual, sobre los portafolios electrónicos, para eso de tener evidencias para las evaluaciones para alumnos en educación básica.
¡Sorprendido estoy!, debido a que
tiene –según leí- un poco más de dos décadas, que existe el portafolio
electrónico y algunos de nosotros, apenas entraremos –de lleno- en esta nueva
era digital.
Para mí, no es
erróneo que nos obliguen a modernizarnos, pero en escuelas –como la nuestra-
que le hace falta mucha infraestructura es ilógico, que lo podremos lograr en
forma electrónica y muchos menos en forma inmediata.
Pero vamos al
grano:
Sí he participado
en la elaboración de un portafolio en el aspecto deportivo, y en lo laboral,
les he dejado trabajo a los estudiantes pero solamente en lo físico: jamás en
lo electrónico. Ni siquiera yo he tenido la oportunidad de hacer uno.
Creo que el
portafolio es un conjunto de proyectos y otros trabajos que se juntan para
facilitar lo que se pretende lograr más eficaz –desde este trabajo, el
portafolio- para cumplir con los objetivos generales de lo que se quiere
alcanzar. Ninguno de los proyectos, es independiente todos están relacionados y
deben de estar sintonizados pero si se
pueden elaborar en forma autónomos buscando llegar al propósito general. Son trabajos, tareas, flexiones, análisis,
paráfrasis etc.
Tiene mucha razón
el autor Munro (2011) en las
comparaciones que hace entre el electrónico y e físico: el primero, dura toda
una eternidad y el segundo se deteriora con el tiempo; a menudo se puede
modificar –el electrónico- y el físico se tiene que entregar en un cierto
lapso; y se puede transportar fácilmente, pero el físico en ocasiones se tiene
problemas para llevarlo; etc.
Así mismo coincido
con el autor García (año 2000) que el portafolio es una colección de trabajos que re coge la
trayectoria de una persona a lo largo de un tiempo. ¡Muy interesante!
La misión del
portafolio es sin duda una dirección centralizada en uno o más carpetas, que
incluyen obviamente, establecer las prioridades, supervisar, dirigir y
controlar el proyecto definitivo o/y, otros trabajos relacionados para alcanzar
la meta especifica.
Centra, pues, en
su gestión en asegurar que los proyectos y programas se revisen para establecer
prioridades en la asignación de materiales, así como testificar que el portafolio sea consistente
y coherente con las estrategias de la organización.
En lo personal sí he elaborado un portafolio –reitero:
solamente físico-, pero nunca he sido evaluado y mucho menos me lo han
rechazado. La experiencia ha sido “chipocluda”, es decir, buena. Bonita porque
como ven todo ordenado y ¡en etapas! Pues lo “¡chulean!”, pero la realidad es
que jamás he sabido si está completo o incompleto: sin embargo; trato de
hacerlo lo más apegado y completo al objetivo que pretendemos alcanzar.
En cambio he tenido la oportunidad de hacer una
evaluación con lo que han presentado los alumnos, pero no he sido muy minucioso
o “quisquilloso” para el peritaje. La apreciación depende mucho del tipo de
alumno que lo realiza, pues como se sabe hay de todo en los equipos que se
forman, pero trato de ser lo más justo y a la vez, se les motiva para que lo realicen bien.
Por otro lado, para administrar un portafolio de
proyectos es necesario contar con la dirección, vigilancia, supervisión
apropiada… Lo que creo que se necesita es establecer cómo se van a seleccionar
y dar prioridad a los proyectos. Manejar las comunicaciones y rendimiento de
los proyectos. Definición de los procesos. Establecer la selección y
configuración del software a utilizarse para estandarizar los procesos. Establecer
las métricas de ejecución. Finalmente, la administración del portafolio de
proyectos por la complejidad que presenta requiere de conocimiento de lo que se
va hacer y una vigilancia constante en
los proyectos, de lo contrario los
beneficios tendrán poco o nulo impacto en el proceso enseñanza - aprendizaje…
Me queda claro, pues, que “un ambiente de trabajo
virtual, o un viaje de aprendizaje que contiene o provee acceso a muchos
artefactos y recursos y en varios formatos”, es un portafolio electrónico,
según Munro.
Interesante es el tema de la elaboración del
portafolio. Una vez leído el artículo de la revista de “Medios y Educación” en su texto
intitulado “Portafolio Electrónico:
Posibilidades para los docentes”, me da otra perspectiva de conocimiento. Las
autoras María Paz Prendes Espinoza y
María Mar Sánchez Vera, de la
Universidad de Murcia de España; con la recopilación de otros escritores me han
dejado muy claro que es un portafolio electrónico y sus orígenes y para qué sirven.
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