sábado, 8 de noviembre de 2014

EDITORIAL. DESCOMPOSICION SOCIAL.

Rafael Michel.
Todos los que formamos la actual sociedad es necesario cuestionarse mucho.
Es necesario recapacitar.
Es necesario actúar, ¡pero ya! 
Pero actúar conforme a la Cultura de la Legalidad.
Es necesario poner el práctica y vivir los valores humanos.
No es posible lo que está viviendo nuestro "México lindo y querido". Todos debemos poner de nuestra parte. 
En cada ciudad, estado, rancho o pueblo de nuestro México, la situación empeora, se ven casos similares donde se está perdiendo la escencia de vivir en paz y con tranquilidad. 
Sean o no los estudiantes desaparecidos los que fueron víctimas de tan dementes procedimientos, vale preguntarse lo que hemos hecho mal como sociedad para haber llegado a este punto de deshumanización, en el que hay quienes se saben lo suficientemente impunes como para matar a decenas de personas, sin que haya consecuencias.
El gobierno federal avanza en el esclarecimiento del caso Iguala. Una investigación tortuosa y compleja que para colmo de males arrancó tarde.

Se perdieron, ante la torpeza, complicidad o complacencia de la administración del ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, días valiosos.

No hay manera de que esto acabe bien. La factura para la clase política será altísima. Se pagará, eso que ni qué.

No es justo regatear mérito a los avances en la investigación de la PGR, aunque sus resultados nos coloquen de manera inclemente ante un espejo negro, que refleja lo peor de nosotros. Murillo Karam hace, en medio de una presión desmesurada y con un desgaste personal acaso irreversible, un importante servicio a la nación.

Más allá de eso, y de si no son los estudiantes, ¿quiénes son entonces los que sufrieron esa terrible tortura?

A la podredumbre moral y empática de personas sin escrúpulos se agrega la descomposición política que ha permitido que este tipo de delincuentes tomen control de algunas partes del territorio nacional y sean quienes se asuman como la autoridad y dispongan de la vida y trabajo de los ciudadanos. Ya vimos lo que pasó en Michoacán, se ha constatado lo que pasa en Guerrero, pero hay otros estados de la República donde la situación no es mejor y podría estallar en cualquier momento. La gobernabilidad está comprometida y se debe actuar en consecuencia.
Desde la familia inicia el proceso de descomposición incluyendo las intituciones educativas -básicas o medias y superiores- hasta la sociedad en general.
Urge actúar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario