Rafael Michel.
El juego se le hizo realidad.
Ni él mismo lo creyó hasta donde iba a llegar.
Así pataleen los observadores internos y externos “va recio”.
Va directo. Pese a que se le califica de obsesivo.
Caprichoso. Discriminatorio.
Donald Trump, el archimillonario podría ser el candidato del
Partido Republicano.
Lo que al comienzo pareció un chiste, es una realidad
concreta: el excéntrico y polémico Donald Trump será el candidato del Partido
Republicano a la presidencia de Estados Unidos de América. Así pinta el
panorama luego de que este martes se impusiera en las primarias de la Florida.
No es la primera ocasión en que alguien con un pasado tan
apartado de las lides políticas llega tan lejos en una contienda electoral del
país del norte. Basta recordar al actor Ronald Reagan. Pero sí es la primera
vez que alguien ronda las puertas de la Casa Blanca con base en un discurso que
busca subvertir los pilares más básicos, las reglas de juego fundamentales de
la manera como se ha hecho política en aquella nación.
stuto, Trump ha sabido leer estos signos y ha surgido como
adalid de esta causa, incluso asumiendo posturas que no se le conocían y que
contradicen muchas afirmaciones que hizo en el pasado.
Así como nadie creía en su aspiración y hoy está cerca de
ser una realidad, lo mismo puede ocurrir con la perspectiva de que gane.
Algo
que, con toda la razón dadas sus posturas extremas, irresponsables, xenófobas
incluso, genera gran nerviosismo en todo el planeta. Por más que muchos crean
que tales propuestas son solo un arma de campaña, es un riesgo demasiado alto
dejar que llegue a la Casa Blanca para salir de la duda.Urge pues, que los electores sean conscientes a quien van a elegir.