Fue Campeón, era ejemplo de superación…
Rafael Michel.
El atleta sudafricano Oscar Pistorius fue declarado culpable por matar a tiros a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, el 14 de febrero de 2013 en Pretoria. Califican de “culpable de asesinato invluntario”; pero ¡cupable y de asesinato!
A varios, por no decir a muchos, atletas famosos la ira, el descontrol, el celo o la desesperación, la falta de autocontrol, la autoestima baja les gana y luego de sus acciones vienen las consecuencias. El problema no es que se hagan daño a sí, mismo sino que perjudican a sus semejantes o, a familiares cercanos. No miden consecuencias y a la familia se la llevan. Sufren, lloran y al final, no pueden hacer nada al enfrentarse los presuntos culpables a la justicia.
El que fue héroe nacional de Sudáfrica, Oscar Pistorius, un símbolo de la superación, el atleta doble amputado que logró participar a unos Juegos Olímpicos compitiendo con corredores sin discapacidad, ha enterrado la época en la que las cámaras le seguían por ser un ejemplo. Rodeado de su familia, siempre presente en el tribunal para darle apoyo, se enfrentó al final del veredicto que le convertirá en convicto o que le dejará seguir siendo un hombre libre.
I
Nació sin tobillos ni peronés. Pero para él eso no fue nunca un obstáculo. El sudafricano Oscar Pistorius (Pretoria, 1986) gozó desde niño de un sexto sentido para el deporte. Y practicó un buen puñado de ellos. Primero el rugby y el waterpolo, más tarde la natación, por último–de momento– el atletismo. Allá donde fue le acompañaron una voluntad de hierro, un insaciable espíritu competitivo y dos prótesis con las que engañar a la naturaleza. Pisando sobre ellas, alcanzó la cima de la velocidad en los Juegos Paralímpicos de Atenas, en 2004, con un oro en los 200 metros y un bronce en la carrera de 100.
II
No contento con ello ha pulverizado desde entonces los récords mundiales paralímpicos de 100, 200 y 400 metros y ha llamado a las puertas de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) con la intención de ser el primer atleta sin piernas en competir contra atletas de elite.
Pistorius fue absuelto de otros dos cargos relacionados con armas, incluido uno por disparar un arma en un lugar público y otro por posesión ilegal de munición en la casa en Pretoria donde mató a Steenkamp.
La jueza del caso considera que el corredor disparó intencionadamente y cometió un “homicidio involuntario” a través de la puerta del cuarto de baño de la vivienda que ambos compartían, aunque sin intención de matar a la persona que había tras ella.
Con este veredicto, el Tribunal acepta en parte la versión de los hechos del acusado, que asegura que disparó presa del pánico al pensar que se trataba de un ladrón que había entrado en su casa, aunque rechaza que apretara el gatillo de forma accidental. (En fotos: Así ha transcurrido el caso de Oscar Pistorius, acusado de matar a su novia).
Como avanzó este jueves el acusado pudo pedir ayuda llamando por teléfono o saliendo a la calle, pero eligió coger su arma, aproximarse a la puerta del cuarto de baño y abrir fuego.
Por lo tanto, actuó de forma "negligente", condicion que, según la jurisprudencia sudafricana, caracterizan el delito de homicidio. La jueza, Thokozile Masipa, insistió hoy en que no cabe condenar al acusado por asesinato, ya que no ha quedado suficientemente probado que su intención fuera la de matar.
Además, la conducta que tuvo tras comprobar que era su novia quien estaba tras la puerta, solicitando urgentemente ayuda y llamando a la Policía entre lágrimas, es "contradictoria" con la de alguien que pretende cometer un asesinato.
El atleta se enfrenta ahora a una pena máxima de quince años de prisión por el delito de homicidio, si bien la sentencia no se conocerá hasta dentro de unas semanas. Además, la jueza declaró a Pistorius culpable de un cargo de uso negligente de armas de fuego por disparar contra el suelo por accidente la pistola de un amigo en un restaurante de Johannesburgo, hechos que ocurrieron en enero de 2013.
Asimismo, Masipa absolvió al velocista de otro cargo de uso temerario de armas en lugares públicos, por disparar supuestamente al aire desde un descapotable en marcha en septiembre de 2012 y de posesión ilegal de munición.
La magistrada cree que el fiscal no pudo contradecir con pruebas la versión del acusado de que la munición, encontrada en su casa tras matar a su novia el 14 de febrero de 2014, era de su padre.
III
Los Pistorius no ganan para disgustos. Y lo peor para ellos es que ahora tienen que sufrirlos en público, casi de la misma manera que antes celebraban las victorias de Oscar. Seis semanas después de que el laureado paralímpico sudafricano matara a tiros a su novia, el hermano mayor del atleta, Carl, ha vuelto a los juzgados para responder a la acusación de homicidio. En la vista no ha aparecia Oscar, de quien no se sabía nada desde que salió en libertad condicional del juzgado de Pretoria, el 22 de febrero del 2013
La agenda judicial de la familia no termina aquí porque, el velocista tenía pedida una cita con el juez para que le revise a la baja su fianza y, entre otros detalles, le devuelva el pasaporte.
Los cargos contra Carl, de 28 años, se remontan a 2008, cuando se vio involucrado en un accidente de tráfico en el que murió una mujer de 36 años. Seguramente si Oscar no hubiera apretado el gatillo la madrugada de San Valentín, el juicio hubiera pasado desapercibido y no hubiera pasado de una cuestión familiar. Nada ha vuelto a ser igual para esta familia, que mantiene una imagen de unidad y comunión.
Decenas de periodistas y cámaras de televisión han esperado la llegada de los Pistorius. En esta ocasión, sólo ha ido a darle apoyo Aimee, la hermana menor, quien ha llegado al tribunal pocos minutos después que su hermano. Mostrando buen carácter, se han abrazado y han pedido a los numerosos fotógrafos y cámaras que los esperaban un momento de intimidad para su familia.
IV
Y después… Una alegría para la familia Pistorius. El juez ha absuelto a Carl, el hermano del paralímpico sudafricano Oscar, a quien el fiscal acusaba de homicidio por la muerte de una conductora en accidente de tráfico, en marzo de 2008. Después de tres sesiones de juicio, el magistrado ha determinado que el mayor de los Pistorius no tuvo ninguna culpa en el siniestro y ha señalado que la víctima conducía su motocicleta a excesiva velocidad.
Oscar fue el gran ausente y tampoco se dejó ver en el juzgado, aunque según el digita eNCA, habría enviado un mensaje a su hermana con un escueto “Dios es bueno”. Sí que han estado el padre, la hermana y el tío paterno y cuando el juez ha declarado al acusado libre de cualquier cargo, se han abrazado repitiendo así la imagen de unidad que ya dieron durante la vista por la fianza de Oscar. Poco después, en su cuenta de Twitter, Carl ha agradecido a Dios, su familia y amigos el amor y apoyo incondicional y ha tenido también, sin nombrarlo, un recuerdo para el policía que declaró en su contra escribiendo “Tú, animal, nocaut (KO) avanzado” , en referencia a las contradicciones del agente durante el duro interrogatorio del abogado de Pistorius