Rafael Michel
Según la historia de la narcoguerra, uno de los capos más buscados por las autoridades de México y Estados Unidos fue capturado en La Paz, Baja California Sur.
Se trata de Teodoro García Simental, quien fuera sicario del cártel de los Arellano Félix y al romper con esta agrupación en abril de 2008, desató una ola de violencia en Tijuana, Baja California.
Su detención fue realizada por la Policía Federal en el fraccionamiento Fidepaz, uno de los más lujosos que existen en la zona sur de la ciudad. La PGR ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos por información que llevara a su captura.
Tras la captura de Eduardo Arellano Félix, alias "El Doctor", el 25 de octubre de 2008, "El Teo" rompió con la organización y emprendió una batalla por el nuevo liderazgo del cártel en contra de Luis Fernando Sánchez Arellano, alias "El Ingeniero", lo que desató una ola de violencia en Tijuana.
Cazan al el Jefe de Jefes
En palabras del presidente Felipe Calderón, la muerte de Arturo Beltrán Leyva fue un golpe contundente a una de las más peligrosas bandas de criminales y del continente americano.
Con el deceso de "El Barbas" o "El jefe de jefes", líder del cártel de los Beltrán Leyva, se dibuja el que hasta hoy es el golpe más importante al narcotráfico en México en lo que va de la actual administración.
Beltrán Leyva perdió la vida en un enfrentamiento que duró varias horas con elementos del Ejército mexicano y la Secretaría de Marina. Las fuerzas especiales de la Armada de México bajaron a rapel desde los helicópteros que rodearon el exclusivo condominio en el que se escondía. Tras la refriega, el capo fue hallado sin vida.
En este mismo año la administración calderonista, que mantiene una férrea ofensiva en contra del crimen organizado, asestó severos golpes a estructuras de los cárteles de la droga en el país.
Los narcojuniors
En los primeros meses del año se dieron dos grandes golpes a los cárteles de Sinaloa y Juárez con las detenciones de personajes conocidos como narcojuniors.
Se trató de las capturas de Vicente Carrillo Leyva, hijo del extinto Amado Carrillo Fuentes, , fundador del cártel de Juárez; y de Vicente Zambada Niebla, alias "El Vicentillo", hijo de Ismael "El Mayo" Zambada, uno de los jefes del cártel de Sinaloa.
La de Carrillo Leyva ocurrió el pasado 1 de abril, cuando el hijo de "El señor de los cielos" se encontraba haciendo ejercicio en un parque cercano a su domicilio en Bosques de las Lomas, una exclusiva zona residencial de la ciudad de México.
El hijo de Amado Carrillo cumplía en el cártel del Juárez funciones directivas y de ocultamiento de las ganancias del tráfico de drogas desde la muerte de su padre, cuando quedó bajo la tutela de su tío Vicente Carrillo Fuentes, "El Viceroy", explicó entonces la Subprocuraduria de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Unas semanas antes el gobierno federal anunciaba la detención de Vicente Zambada Niebla, "El Vicentillo", capturado en una residencia de la colonia Jardines del Pedregal, donde personal militar y agentes federales verificaban varias denuncias relacionadas con la presencia de personas armadas a bordo de varios vehículos.
Zambada Niebla fue sorprendido en flagrante delito con cinco individuos, que fungían como su escolta personal y que portaban tres armas cortas, tres largas, dinero en efectivo y documentación diversa.
El hijo del líder del cártel de Sinaloa tenía a su cargo el control de la estructura operativo, logística y de seguridad de esa organización criminal, al mismo nivel de Joaquín "El Chapo" Guzmán, e Ignacio "Nacho" Coronel.
Destronan a El Rey
En octubre de 2008 el gobierno federal destronó a uno de los "reyes" del tráfico de estupefacientes en México. Jesús "El Rey" Zambada, hermano de "El Mayo" y uno de los jefes del cártel de Sinaloa, fue detenido tras una balacera en la zona de Lindavista, en la ciudad de México.
Ahí fue identificado también Jesús Zambada Reyes, sobrino de Ismael Zambada e hijo de "El Rey", quien fue hallado sin vida el pasado 20 de noviembre en un inmueble de la delegación Tlalpan, donde se encontraba en calidad de testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR).
El capo fungía como encargado del cártel de Sinaloa en el valle de México, y en especial de las operaciones de su grupo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
La captura de los Zambada ocurrió dos días después de que, mediante una llamada anónima, se denunció una fiesta que tendría lugar en una residencia del Desierto de los Leones, a la que asistiría Mauricio Harold Poveda, "El Conejo" o "El Flaco", principal proveedor de cocaína colombiana para la organización de Arturo Beltrán Leyva, "El Barbas", quien fue abatido ayer.
Otro de la dinastía Arellano
Uno más de la dinastía de los hermanos Arellano Félix, conocido como "El Doctor", fue detenido por elementos de la Policía Federal y el Ejército en octubre de 2008 en un fraccionamiento de Tijuana.
Eduardo Arellano era el "líder moral e histórico" del cártel de Tijuana, y el último de los hermanos varones que fundaron esa organización criminal. Además era buscado desde 2004 por la Interpol, que había emitido una notificación roja en su contra.
"El Doctor" asumió la dirección del cártel tras la detención de su hermano, Francisco Javier "El Tigrillo". Luego de su captura su sobrino Fernando Arellano fue quien tomó las riendas de la organización.
El primero de los Beltrán
En enero de 2008 el Ejército mexicano alcanzó la estructura de mando del cártel de Sinaloa cuando se detuvo en Culiacán, Sinaloa, a Héctor Alfredo Beltrán Leyva, alias "El Mochomo", a quien las autoridades ubicaban como uno de los principales capos de la organización.
Junto con sus hermanos fue comandante del cártel liderado por Joaquín Guzmán Loera "El Chapo", Ismael Zambada "El Mayo", e Ignacio "Nacho" Coronel.
Hermano de "El Barbas", quien falleció ayer tras un enfrentamiento en Cuernavaca, Alfredo Beltrán tenía a su cargo las operaciones de transporte de droga, lavado de dinero y captación de funcionarios públicos en los estados en los que la llamada Federación contaba con más presencia y dominio y que son Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Durango, Jalisco y Nayarit.
De acuerdo con las autoridades los hermanos Beltrán Leyva son parte de una de las familias más poderosas dentro del crimen organizado a la que se les atribuye compartir el poder de la Federación con distintos líderes del narco.
Incluso a Héctor Alfredo y a sus hermanos Marcos Arturo y Mario se les conoce como "Los Tres Caballeros", aunque otras versiones dan cuenta de que Carlos otro de sus hermanos, también forma parte del clan dedicado al narcotráfico.
Es fácil entender cómo un archivo puede ser visto como una ventana al pasado, para investigadores y estudiantes; en expediente privado -donde escribimos dos, Rafael Abraham Michel y Rafael Mario Michel- guardamos mucha información que a la postre ya hacen la historia y que queremos compartir con los lectores, que son lo mejor que tenemos. Sus críticas y comentarios son bienvenidas y super especiales, que las tomaremos en cuanta en: micro_cuate@hotmail.com, microcuate@gmail.com.
sábado, 16 de enero de 2010
HISTORIAL DEL TEO
Por Rafael Michel
Teodoro García Simental, alias "El Teo" o "El Tres Letras", fue jefe de sicarios del cártel de Tijuana, la organización criminal liderada por los hermanos Arellano Félix, según así está publicado en todos los medios masivos de comunicación a nivel internacional.
Tras la captura de Eduardo Arellano Félix, alias "El Doctor", el 25 de octubre de 2008, "El Teo" rompió con la organización y emprendió una batalla por el nuevo liderazgo del cártel en contra de Luis Fernando Sánchez Arellano, alias "El Ingeniero", lo que desató una ola de violencia en Tijuana.
Las autoridades estatales han señalado a García Simental como principal responsable de la escalada de violencia y muerte que se vive en esa ciudad fronteriza.
"El Teo" operaba redes de personas dedicadas principalmente a la extorsión y el secuestro.
En enero de 2009 se conoció que el ex jefe de sicarios de los Arellano Félix ordenó a Santiago Meza López, "El Chango", disolver al menos 300 cuerpos de sus rivales en sosa cáustica, por lo que le pagaban 600 dólares a la semana.
La Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos a quien proporcionara información que derivara en la captura de Teodoro García Simental.
También se encuentra entre uno de los narcotraficantes más buscados por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Teodoro García Simental, alias "El Teo" o "El Tres Letras", fue jefe de sicarios del cártel de Tijuana, la organización criminal liderada por los hermanos Arellano Félix, según así está publicado en todos los medios masivos de comunicación a nivel internacional.
Tras la captura de Eduardo Arellano Félix, alias "El Doctor", el 25 de octubre de 2008, "El Teo" rompió con la organización y emprendió una batalla por el nuevo liderazgo del cártel en contra de Luis Fernando Sánchez Arellano, alias "El Ingeniero", lo que desató una ola de violencia en Tijuana.
Las autoridades estatales han señalado a García Simental como principal responsable de la escalada de violencia y muerte que se vive en esa ciudad fronteriza.
"El Teo" operaba redes de personas dedicadas principalmente a la extorsión y el secuestro.
En enero de 2009 se conoció que el ex jefe de sicarios de los Arellano Félix ordenó a Santiago Meza López, "El Chango", disolver al menos 300 cuerpos de sus rivales en sosa cáustica, por lo que le pagaban 600 dólares a la semana.
La Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos a quien proporcionara información que derivara en la captura de Teodoro García Simental.
También se encuentra entre uno de los narcotraficantes más buscados por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
A SANGRE FRIA
Rafael Michel
Para financiar su estructura, secuestraba a empresarios, comerciantes y asesinaba a sus contrincantes a sangre fría en sus zonas de operación como Ensenada, Rosarito, Tijuana y Tecate de Baja California. La peninsula bajacalifornia de los Estados unidos mexicanos.
Todos los medios masivos de comunicación a nivel internacional, así lo publicaron: La Policía Federal (PF) detuvo ayer en La Paz, Baja California Sur, a Eduardo Teodoro García Simental, El Teo, quien disputaba a los Arellano Félix el control de la frontera norte, aliado con La Familia Michoacana y el cártel de Sinaloa, que lo abastecían de droga.
El capo, a quien se le atribuyen por lo menos 300 ejecuciones ocurridas durante 2008 en el contexto de su confrontación con el cártel de Tijuana, fue presentado en el Centro de Mando de la PF, a donde se le trasladó horas después de su captura.
García Simental, quien inició su carrera criminal en el cártel de los hermanos Arellano Félix, era uno de los hombres más buscados por los gobiernos de Estados Unidos y México, que ofrecía una recompensa de hasta 30 millones de pesos por información para aprehenderlo.
Su detención sin un solo tiro, fue resultado de un operativo conjunto de la PF, la PGR y las secretarías de la Defensa y la Marina, además de la colaboración de la Agencia Antidrogas de EU (DEA, en inglés).
El operativo comenzó a las 5:00 horas en una lujosa residencia de dos plantas del fraccionamiento Fidepaz, en la colonia Las Flores, donde El Teo establecía su zona de descanso.
Con él fue capturado Diego Raymundo Guerrero Gómez y se aseguraron dos armas largas, una corta, 19 teléfonos celulares, dos laptop, 440 mil pesos mexicanos y 100 dólares.
En conferencia de prensa conjunta con la PGR, la Sedena y la Marina, Ramón Eduardo Pequeño García, jefe de la Sección Tercera de la PF, dijo que El Teo, también conocido como El Tres Letras o El K-1 fue sicario de los Arellano Félix y jefe de escoltas de Ramón, El Tigrillo.
En 2004, se convirtió en jefe de operaciones de la organización, para la que trabajó junto con su hermano Marco Antonio, El Cris, detenido ese año.
En abril de 2008, rompió con Luis Fernando Sánchez Arellano, El Ingeniero, líder del cártel de Tijuana, con quien inició una cruenta pugna por el control del trasiego de drogas.
La lucha dejó un saldo de al menos 300 ejecuciones, en las que utilizó métodos como la decapitación, incineración y mutilación; colaboró con él Santiago Meza López, El Pozolero, detenido el 25 de enero de 2009, quien reconoció haber disuelto en ácido unos 300 cadáveres por órdenes de El Teo.
A su organización se le atribuyen la mayoría de los crímenes de agentes municipales, federales y estatales, y otros servidores públicos de Baja California.
El Teo tiene cinco órdenes de aprehensión por delitos contra la salud, delincuencia organizada y homicidio. La SIEDO tiene en trámite cuatro averiguaciones previas iniciadas en su contra, precisó la titular de la dependencia, Marisela Morales
Para financiar su estructura, secuestraba a empresarios, comerciantes y asesinaba a sus contrincantes a sangre fría en sus zonas de operación como Ensenada, Rosarito, Tijuana y Tecate de Baja California. La peninsula bajacalifornia de los Estados unidos mexicanos.
Todos los medios masivos de comunicación a nivel internacional, así lo publicaron: La Policía Federal (PF) detuvo ayer en La Paz, Baja California Sur, a Eduardo Teodoro García Simental, El Teo, quien disputaba a los Arellano Félix el control de la frontera norte, aliado con La Familia Michoacana y el cártel de Sinaloa, que lo abastecían de droga.
El capo, a quien se le atribuyen por lo menos 300 ejecuciones ocurridas durante 2008 en el contexto de su confrontación con el cártel de Tijuana, fue presentado en el Centro de Mando de la PF, a donde se le trasladó horas después de su captura.
García Simental, quien inició su carrera criminal en el cártel de los hermanos Arellano Félix, era uno de los hombres más buscados por los gobiernos de Estados Unidos y México, que ofrecía una recompensa de hasta 30 millones de pesos por información para aprehenderlo.
Su detención sin un solo tiro, fue resultado de un operativo conjunto de la PF, la PGR y las secretarías de la Defensa y la Marina, además de la colaboración de la Agencia Antidrogas de EU (DEA, en inglés).
El operativo comenzó a las 5:00 horas en una lujosa residencia de dos plantas del fraccionamiento Fidepaz, en la colonia Las Flores, donde El Teo establecía su zona de descanso.
Con él fue capturado Diego Raymundo Guerrero Gómez y se aseguraron dos armas largas, una corta, 19 teléfonos celulares, dos laptop, 440 mil pesos mexicanos y 100 dólares.
En conferencia de prensa conjunta con la PGR, la Sedena y la Marina, Ramón Eduardo Pequeño García, jefe de la Sección Tercera de la PF, dijo que El Teo, también conocido como El Tres Letras o El K-1 fue sicario de los Arellano Félix y jefe de escoltas de Ramón, El Tigrillo.
En 2004, se convirtió en jefe de operaciones de la organización, para la que trabajó junto con su hermano Marco Antonio, El Cris, detenido ese año.
En abril de 2008, rompió con Luis Fernando Sánchez Arellano, El Ingeniero, líder del cártel de Tijuana, con quien inició una cruenta pugna por el control del trasiego de drogas.
La lucha dejó un saldo de al menos 300 ejecuciones, en las que utilizó métodos como la decapitación, incineración y mutilación; colaboró con él Santiago Meza López, El Pozolero, detenido el 25 de enero de 2009, quien reconoció haber disuelto en ácido unos 300 cadáveres por órdenes de El Teo.
A su organización se le atribuyen la mayoría de los crímenes de agentes municipales, federales y estatales, y otros servidores públicos de Baja California.
El Teo tiene cinco órdenes de aprehensión por delitos contra la salud, delincuencia organizada y homicidio. La SIEDO tiene en trámite cuatro averiguaciones previas iniciadas en su contra, precisó la titular de la dependencia, Marisela Morales
lunes, 4 de enero de 2010
EL PAVOR, EL MIEDO EN MEXICO...
Rafael Michel
Mientras que las más altas autoridades de Los Estados Unidos Mexicanos, México, se jactan de haber logrados grandes golpes a los que fomentan los antivalores, la sociedad en general está encerrada en su miedo, en su pavor y todo porque en palabras del presidente Felipe Calderón, la muerte de Arturo Beltrán Leyva fue un golpe contundente a una de las más peligrosas bandas de criminales y del continente americano.
Así lo anuncian los medios masivos de comunicación a nivel nacional.
Con el deceso de El Barbas o El jefe de jefes, líder del cártel de los Beltrán Leyva, se dibuja el que hasta hoy es el golpe más importante al narcotráfico en México en lo que va de la actual administración.
Beltrán Leyva perdió la vida ayer en un enfrentamiento que duró varias horas con elementos del Ejército mexicano y la Secretaría de Marina. Las fuerzas especiales de la Armada de México bajaron a rapel desde los helicópteros que rodearon el exclusivo condominio en el que se escondía. Tras la refriega, el capo fue hallado sin vida.
En este mismo año la administración calderonista, que mantiene una férrea ofensiva en contra del crimen organizado, asestó otros dos severos golpes a estructuras de los cárteles de la droga en el país.
En los primeros meses del año se dieron dos grandes golpes a los cárteles de Sinaloa y Juárez con las detenciones de personajes conocidos como narcojuniors.
Se trató de las capturas de Vicente Carrillo Leyva, hijo del extinto Amado Carrillo Fuentes, , fundador del cártel de Juárez; y de Vicente Zambada Niebla, alias El Vicentillo, hijo de Ismael El Mayo Zambada, uno de los jefes del cártel de Sinaloa.
La de Carrillo Leyva ocurrió el pasado 1 de abril, cuando el hijo de El señor de los cielos se encontraba haciendo ejercicio en un parque cercano a su domicilio en Bosques de las Lomas, una exclusiva zona residencial de la ciudad de México.
El hijo de Amado Carrillo cumplía en el cártel del Juárez funciones directivas y de ocultamiento de las ganancias del tráfico de drogas desde la muerte de su padre, cuando quedó bajo la tutela de su tío Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, explicó entonces la Subprocuraduria de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Unas semanas antes el gobierno federal anunciaba la detención de Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, capturado en una residencia de la colonia Jardines del Pedregal, donde personal militar y agentes federales verificaban varias denuncias relacionadas con la presencia de personas armadas a bordo de varios vehículos.
Zambada Niebla fue sorprendido en flagrante delito con cinco individuos, que fungían como su escolta personal y que portaban tres armas cortas, tres largas, dinero en efectivo y documentación diversa.
El hijo del líder del cártel de Sinaloa tenía a su cargo el control de la estructura operativo, logística y de seguridad de esa organización criminal, al mismo nivel de Joaquín El Chapo Guzmán, e Ignacio Nacho Coronel.
En octubre de 2008 el gobierno federal destronó a uno de los "reyes" del tráfico de estupefacientes en México. Jesús El Rey Zambada, hermano de El Mayo y uno de los jefes del cártel de Sinaloa, fue detenido tras una balacera en la zona de Lindavista, en la ciudad de México.
Ahí fue identificado también Jesús Zambada Reyes, sobrino de Ismael Zambada e hijo de El Rey, quien fue hallado sin vida el pasado 20 de noviembre en un inmueble de la delegación Tlalpan, donde se encontraba en calidad de testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR).
El capo fungía como encargado del cártel de Sinaloa en el valle de México, y en especial de las operaciones de su grupo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
La captura de los Zambada ocurrió dos días después de que, mediante una llamada anónima, se denunció una fiesta que tendría lugar en una residencia del Desierto de los Leones, a la que asistiría Mauricio Harold Poveda, El Conejo o El Flaco, principal proveedor de cocaína colombiana para la organización de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, quien fue abatido ayer.
Otro de la dinastía Arellano
Uno más de la dinastía de los hermanos Arellano Félix, conocido como El Doctor, fue detenido por elementos de la Policía Federal y el Ejército en octubre de 2008 en un fraccionamiento de Tijuana.
Eduardo Arellano era el "líder moral e histórico" del cártel de Tijuana, y el último de los hermanos varones que fundaron esa organización criminal. Además era buscado desde 2004 por la Interpol, que había emitido una notificación roja en su contra.
El Doctor asumió la dirección del cártel tras la detención de su hermano, Francisco Javier El Tigrillo. Luego de su captura su sobrino Fernando Arellano fue quien tomó las riendas de la organización.
En enero de 2008 el Ejército mexicano alcanzó la estructura de mando del cártel de Sinaloa cuando se detuvo en Culiacán, Sinaloa, a Héctor Alfredo Beltrán Leyva, alias El Mochomo, a quien las autoridades ubicaban como uno de los principales capos de la organización.
Junto con sus hermanos fue comandante del cártel liderado por Joaquín Guzmán Loera El Chapo, Ismael Zambada El Mayo, e Ignacio Nacho Coronel.
Hermano de El Barbas, quien falleció ayer tras un enfrentamiento en Cuernavaca, Alfredo Beltrán tenía a su cargo las operaciones de transporte de droga, lavado de dinero y captación de funcionarios públicos en los estados en los que la llamada Federación contaba con más presencia y dominio y que son Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Durango, Jalisco y Nayarit.
De acuerdo con las autoridades los hermanos Beltrán Leyva son parte de una de las familias más poderosas dentro del crimen organizado a la que se les atribuye compartir el poder de la Federación con distintos líderes del narco.
Incluso a Héctor Alfredo y a sus hermanos Marcos Arturo y Mario se les conoce como Los Tres Caballeros, aunque otras versiones dan cuenta de que Carlos otro de sus hermanos, también forma parte del clan dedicado al narcotráfico
Mientras que las más altas autoridades de Los Estados Unidos Mexicanos, México, se jactan de haber logrados grandes golpes a los que fomentan los antivalores, la sociedad en general está encerrada en su miedo, en su pavor y todo porque en palabras del presidente Felipe Calderón, la muerte de Arturo Beltrán Leyva fue un golpe contundente a una de las más peligrosas bandas de criminales y del continente americano.
Así lo anuncian los medios masivos de comunicación a nivel nacional.
Con el deceso de El Barbas o El jefe de jefes, líder del cártel de los Beltrán Leyva, se dibuja el que hasta hoy es el golpe más importante al narcotráfico en México en lo que va de la actual administración.
Beltrán Leyva perdió la vida ayer en un enfrentamiento que duró varias horas con elementos del Ejército mexicano y la Secretaría de Marina. Las fuerzas especiales de la Armada de México bajaron a rapel desde los helicópteros que rodearon el exclusivo condominio en el que se escondía. Tras la refriega, el capo fue hallado sin vida.
En este mismo año la administración calderonista, que mantiene una férrea ofensiva en contra del crimen organizado, asestó otros dos severos golpes a estructuras de los cárteles de la droga en el país.
En los primeros meses del año se dieron dos grandes golpes a los cárteles de Sinaloa y Juárez con las detenciones de personajes conocidos como narcojuniors.
Se trató de las capturas de Vicente Carrillo Leyva, hijo del extinto Amado Carrillo Fuentes, , fundador del cártel de Juárez; y de Vicente Zambada Niebla, alias El Vicentillo, hijo de Ismael El Mayo Zambada, uno de los jefes del cártel de Sinaloa.
La de Carrillo Leyva ocurrió el pasado 1 de abril, cuando el hijo de El señor de los cielos se encontraba haciendo ejercicio en un parque cercano a su domicilio en Bosques de las Lomas, una exclusiva zona residencial de la ciudad de México.
El hijo de Amado Carrillo cumplía en el cártel del Juárez funciones directivas y de ocultamiento de las ganancias del tráfico de drogas desde la muerte de su padre, cuando quedó bajo la tutela de su tío Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, explicó entonces la Subprocuraduria de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Unas semanas antes el gobierno federal anunciaba la detención de Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, capturado en una residencia de la colonia Jardines del Pedregal, donde personal militar y agentes federales verificaban varias denuncias relacionadas con la presencia de personas armadas a bordo de varios vehículos.
Zambada Niebla fue sorprendido en flagrante delito con cinco individuos, que fungían como su escolta personal y que portaban tres armas cortas, tres largas, dinero en efectivo y documentación diversa.
El hijo del líder del cártel de Sinaloa tenía a su cargo el control de la estructura operativo, logística y de seguridad de esa organización criminal, al mismo nivel de Joaquín El Chapo Guzmán, e Ignacio Nacho Coronel.
En octubre de 2008 el gobierno federal destronó a uno de los "reyes" del tráfico de estupefacientes en México. Jesús El Rey Zambada, hermano de El Mayo y uno de los jefes del cártel de Sinaloa, fue detenido tras una balacera en la zona de Lindavista, en la ciudad de México.
Ahí fue identificado también Jesús Zambada Reyes, sobrino de Ismael Zambada e hijo de El Rey, quien fue hallado sin vida el pasado 20 de noviembre en un inmueble de la delegación Tlalpan, donde se encontraba en calidad de testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR).
El capo fungía como encargado del cártel de Sinaloa en el valle de México, y en especial de las operaciones de su grupo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
La captura de los Zambada ocurrió dos días después de que, mediante una llamada anónima, se denunció una fiesta que tendría lugar en una residencia del Desierto de los Leones, a la que asistiría Mauricio Harold Poveda, El Conejo o El Flaco, principal proveedor de cocaína colombiana para la organización de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, quien fue abatido ayer.
Otro de la dinastía Arellano
Uno más de la dinastía de los hermanos Arellano Félix, conocido como El Doctor, fue detenido por elementos de la Policía Federal y el Ejército en octubre de 2008 en un fraccionamiento de Tijuana.
Eduardo Arellano era el "líder moral e histórico" del cártel de Tijuana, y el último de los hermanos varones que fundaron esa organización criminal. Además era buscado desde 2004 por la Interpol, que había emitido una notificación roja en su contra.
El Doctor asumió la dirección del cártel tras la detención de su hermano, Francisco Javier El Tigrillo. Luego de su captura su sobrino Fernando Arellano fue quien tomó las riendas de la organización.
En enero de 2008 el Ejército mexicano alcanzó la estructura de mando del cártel de Sinaloa cuando se detuvo en Culiacán, Sinaloa, a Héctor Alfredo Beltrán Leyva, alias El Mochomo, a quien las autoridades ubicaban como uno de los principales capos de la organización.
Junto con sus hermanos fue comandante del cártel liderado por Joaquín Guzmán Loera El Chapo, Ismael Zambada El Mayo, e Ignacio Nacho Coronel.
Hermano de El Barbas, quien falleció ayer tras un enfrentamiento en Cuernavaca, Alfredo Beltrán tenía a su cargo las operaciones de transporte de droga, lavado de dinero y captación de funcionarios públicos en los estados en los que la llamada Federación contaba con más presencia y dominio y que son Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Durango, Jalisco y Nayarit.
De acuerdo con las autoridades los hermanos Beltrán Leyva son parte de una de las familias más poderosas dentro del crimen organizado a la que se les atribuye compartir el poder de la Federación con distintos líderes del narco.
Incluso a Héctor Alfredo y a sus hermanos Marcos Arturo y Mario se les conoce como Los Tres Caballeros, aunque otras versiones dan cuenta de que Carlos otro de sus hermanos, también forma parte del clan dedicado al narcotráfico
sábado, 2 de enero de 2010
LA MATANZA TELEVISADA
Rafael Michel.
Cómo olvidar aquél 16 de diciembre de 2009 ya que la balacera duró poco más de cuatro horas. Parecía película de cine, los noticieros la televisaron en vivo y en directo en todo el país desde Tijuana hasta Quintana Roo. Seis días duró la cacería. Inició en Ahuatepec, Morelos. Cerca del la capital del país de México. Arturo Beltrán Leyva, apodado El Barbas, estaba en una fiesta con el Rey del Acordeón, Ramón Ayala, y con los Cadetes de Linares. Hasta allá llegó la Marina. Intentó capturarlo, pero se le fue. Le siguió el rastro, a él y a varios de sus más cercanos colaboradores hasta que ayer en la tarde dio con él. Y lo mató.
Fueron horas en los que se escuchó un intenso tableteo de las ametralladoras de uno y otro bando, que sólo era interrumpido de cuando en cuando por los estallidos de granadas de fragmentación que los pistoleros que lo protegían lanzaban.
Beltrán Leyva, El Barbas, La Muerte, El Botas Blancas, El Jefe de Jefes, el enemigo más peligroso de Joaquín El Chapo Guzmán, el hombre buscado por los gobiernos de México y Estados Unidos, quedó abatido, desangrado sobre los pisos del lujoso condominio Altitude, ubicado sobre la calle Alta Tensión en Cuernavaca, Morelos, el mismo estado en el que estableció su feudo y donde se escondía, de acuerdo con versiones difundidas desde hace años, junto con otros capos.
Lo cercaron. Tuvo capacidad para mantener a raya durante varias horas a las fuerzas de la Armada de México. Pero en un momento de la noche, sus círculos de seguridad colapsaron. Los marinos llegaron a metros de El Barbas, que era protegido por el último círculo de su escolta. Intercambiaron disparos, el capo y tres de su séquito perdieron el duelo. Uno más de sus guardaespaldas se suicidó.
Esta vez, a diferencia de las ocasiones anteriores en las que casi lo capturan, no hubo quien le diera el “pitazo”. La Armada tuvo el tiempo de seguir una pista que obtuvo de uno de los detenidos en la fiesta de Ahuatepec, quien dijo que vivía en una de las torres del condominio Altitude.
Beltrán Leyva escogió en lugar muy visible para esconderse después de que escapó el viernes pasado de la Marina. El condominio se ubica a 500 metros de la casa del gobernador y a 350 del Zócalo de Cuernavaca, Morelos.
Los marinos irrumpieron en el fraccionamiento y cada una de las viviendas de las torres fue cateada. Los habitantes fueron concentrados en un gimnasio ubicado dentro del mismo complejo que tiene albercas y cuyos departamentos, el más pequeño de 136 metros cuadrados, tienen un valor mínimo de 3 millones de pesos.
Desde el exterior comenzaron a llegar refuerzos para intentar impedir que Beltrán Leyva fuera detenido. Desconocidos lanzaron granadas desde una camioneta en contra de dos helicópteros de la Marina que se encontraban estacionados en un campo de la Cruz Roja, aledaño al condominio. Otro grupo de pistoleros, a bordo de otra camioneta atacó a los marinos que resguardaban el acceso principal del fraccionamiento. Los elementos de la Armada repelieron el ataque.
Después de un recorrido los marinos encontraron los cuerpos de dos sicarios, por lo que la operación militar terminó con un saldo de siete muertos, todos ellos del cártel. De lado de la Armada tres marinos fueron heridos por esquirlas de granada, pero ninguno de ellos tiene lesiones de muerte.
Quién era “La Muerte”
La operación para capturar a Beltrán Leyva no podía ser menor a la que se desplegó. Se trataba de uno de los hombres más violentos, que junto con sus hermanos, Alfredo [preso] y Héctor [prófugo], dirigían el cártel que fue bautizado por las autoridades y sus enemigos con sus propios apellidos y que nació luego de que se separaron del cártel de Sinaloa, que encabeza El Chapo Guzmán, junto con Ismael El Mayo Zambada e Ignacio Nacho Coronel.
Los hermanos Beltrán Leyva, lugartenientes y jefes de seguridad de los capos del cártel de Sinaloa, abandonaron la organización luego de que Arturo Beltrán Leyva culpara a Joaquín El Chapo Guzmán de haber entregado a las autoridades federales a su hermano Alfredo, El Mochomo.
Tras la ruptura con el cártel, los Beltrán se independizaron e iniciaron una sangrienta guerra por el control de plazas como Morelos, Sinaloa, Guerrero, el estado de México, el Distrito Federal y por el control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Arturo Beltrán Leyva formó un grupo armado, al que dotó de sofisticado armamento, e hizo bordar sus chalecos antibalas negros con las iniciales FEDA [Fuerzas Especiales de Arturo] en grandes letras blancas en el dorso.
Sabiendo su poder de fuego y que había logrado penetrar hasta la médula la Procuraduría General de la República, pues compró al zar antidrogas nacional y varios de los más altos mandos de la SIEDO, planeó un asalto a las instalaciones de la PGR para rescatar de los calabozos a su hermano El Mochomo.
A El Barbas también se le atribuye el haber logrado establecer un pacto con Los Zetas y con el cártel de Juárez para acabar con El Chapo Guzmán.
Su refugio, su tumba
La ciudad de Cuernavaca estaba destinada a ser el lugar en el que vivo o muerto caería tarde o temprano Arturo Beltrán Leyva, un originario de Badiraguato, donde nació hace 48 años.
Arturo Beltrán Leyva pudo haber sido capturado la tarde del pasado miércoles 7 de mayo de 2008 en Morelos. De acuerdo con la Policía Federal (PF), ese día una camioneta con las características de la flotilla que utilizaba el operador del cártel de Sinaloa, Arturo Beltrán Leyva, transitaba por la Autopista del Sol, procedente del estado de Guerrero.
Era escoltada por cuatro vehículos con hombres fuertemente armados. Una patrulla de la Policía Federal los siguió de cerca. Por la frecuencia especial se recibió la orden de detenerlos.
A la altura de la caseta de Alpuyeca se les marcó el alto, pero las camionetas aceleraron. Salieron de la Autopista del Sol y tomaron la carretera que conduce a la zona sur del estado de Morelos, por el poblado de Xoxocotla. Tomaron la desviación hacia el Lago de Tequesquitengo.
Tres kilómetros más adelante, dentro de la zona poblada de Xoxocotla, los agentes federales alcanzaron a dos vehículos de la retaguardia del convoy: Una camioneta color arena, sin placas y con permiso de circulación del estado de Morelos, y una color blanco con placas del DF.
Ahí se dio un enfrentamiento. Resultó muerto el presunto gatillero José Guadalupe Esparza Sánchez, originario de Navolato, Sinaloa. También quedó herido el policía federal Alejandro González García, quien murió al ser atendido en un hospital de Cuernavaca. Dos sicarios fueron detenidos en el lugar.
Las escolta fue efectiva, cayeron algunos, pero El Barbas escapó.
Como muestra de su poder, horas después de la frustrada operación de captura, el comisionado de Seguridad Regional de la Policía Federal fue asesinado en el interior de su casa, justo cuando regresaba de haber coordinado desde sus oficinas el operativo para detener a Beltrán Leyva. La Muerte había ordenado su ejecución.
Ahora todos se reacomodan. Pero la Cultura de la Legalidad y los Valores Humanos deben de prevalecer, cueste lo que cueste.
Cómo olvidar aquél 16 de diciembre de 2009 ya que la balacera duró poco más de cuatro horas. Parecía película de cine, los noticieros la televisaron en vivo y en directo en todo el país desde Tijuana hasta Quintana Roo. Seis días duró la cacería. Inició en Ahuatepec, Morelos. Cerca del la capital del país de México. Arturo Beltrán Leyva, apodado El Barbas, estaba en una fiesta con el Rey del Acordeón, Ramón Ayala, y con los Cadetes de Linares. Hasta allá llegó la Marina. Intentó capturarlo, pero se le fue. Le siguió el rastro, a él y a varios de sus más cercanos colaboradores hasta que ayer en la tarde dio con él. Y lo mató.
Fueron horas en los que se escuchó un intenso tableteo de las ametralladoras de uno y otro bando, que sólo era interrumpido de cuando en cuando por los estallidos de granadas de fragmentación que los pistoleros que lo protegían lanzaban.
Beltrán Leyva, El Barbas, La Muerte, El Botas Blancas, El Jefe de Jefes, el enemigo más peligroso de Joaquín El Chapo Guzmán, el hombre buscado por los gobiernos de México y Estados Unidos, quedó abatido, desangrado sobre los pisos del lujoso condominio Altitude, ubicado sobre la calle Alta Tensión en Cuernavaca, Morelos, el mismo estado en el que estableció su feudo y donde se escondía, de acuerdo con versiones difundidas desde hace años, junto con otros capos.
Lo cercaron. Tuvo capacidad para mantener a raya durante varias horas a las fuerzas de la Armada de México. Pero en un momento de la noche, sus círculos de seguridad colapsaron. Los marinos llegaron a metros de El Barbas, que era protegido por el último círculo de su escolta. Intercambiaron disparos, el capo y tres de su séquito perdieron el duelo. Uno más de sus guardaespaldas se suicidó.
Esta vez, a diferencia de las ocasiones anteriores en las que casi lo capturan, no hubo quien le diera el “pitazo”. La Armada tuvo el tiempo de seguir una pista que obtuvo de uno de los detenidos en la fiesta de Ahuatepec, quien dijo que vivía en una de las torres del condominio Altitude.
Beltrán Leyva escogió en lugar muy visible para esconderse después de que escapó el viernes pasado de la Marina. El condominio se ubica a 500 metros de la casa del gobernador y a 350 del Zócalo de Cuernavaca, Morelos.
Los marinos irrumpieron en el fraccionamiento y cada una de las viviendas de las torres fue cateada. Los habitantes fueron concentrados en un gimnasio ubicado dentro del mismo complejo que tiene albercas y cuyos departamentos, el más pequeño de 136 metros cuadrados, tienen un valor mínimo de 3 millones de pesos.
Desde el exterior comenzaron a llegar refuerzos para intentar impedir que Beltrán Leyva fuera detenido. Desconocidos lanzaron granadas desde una camioneta en contra de dos helicópteros de la Marina que se encontraban estacionados en un campo de la Cruz Roja, aledaño al condominio. Otro grupo de pistoleros, a bordo de otra camioneta atacó a los marinos que resguardaban el acceso principal del fraccionamiento. Los elementos de la Armada repelieron el ataque.
Después de un recorrido los marinos encontraron los cuerpos de dos sicarios, por lo que la operación militar terminó con un saldo de siete muertos, todos ellos del cártel. De lado de la Armada tres marinos fueron heridos por esquirlas de granada, pero ninguno de ellos tiene lesiones de muerte.
Quién era “La Muerte”
La operación para capturar a Beltrán Leyva no podía ser menor a la que se desplegó. Se trataba de uno de los hombres más violentos, que junto con sus hermanos, Alfredo [preso] y Héctor [prófugo], dirigían el cártel que fue bautizado por las autoridades y sus enemigos con sus propios apellidos y que nació luego de que se separaron del cártel de Sinaloa, que encabeza El Chapo Guzmán, junto con Ismael El Mayo Zambada e Ignacio Nacho Coronel.
Los hermanos Beltrán Leyva, lugartenientes y jefes de seguridad de los capos del cártel de Sinaloa, abandonaron la organización luego de que Arturo Beltrán Leyva culpara a Joaquín El Chapo Guzmán de haber entregado a las autoridades federales a su hermano Alfredo, El Mochomo.
Tras la ruptura con el cártel, los Beltrán se independizaron e iniciaron una sangrienta guerra por el control de plazas como Morelos, Sinaloa, Guerrero, el estado de México, el Distrito Federal y por el control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Arturo Beltrán Leyva formó un grupo armado, al que dotó de sofisticado armamento, e hizo bordar sus chalecos antibalas negros con las iniciales FEDA [Fuerzas Especiales de Arturo] en grandes letras blancas en el dorso.
Sabiendo su poder de fuego y que había logrado penetrar hasta la médula la Procuraduría General de la República, pues compró al zar antidrogas nacional y varios de los más altos mandos de la SIEDO, planeó un asalto a las instalaciones de la PGR para rescatar de los calabozos a su hermano El Mochomo.
A El Barbas también se le atribuye el haber logrado establecer un pacto con Los Zetas y con el cártel de Juárez para acabar con El Chapo Guzmán.
Su refugio, su tumba
La ciudad de Cuernavaca estaba destinada a ser el lugar en el que vivo o muerto caería tarde o temprano Arturo Beltrán Leyva, un originario de Badiraguato, donde nació hace 48 años.
Arturo Beltrán Leyva pudo haber sido capturado la tarde del pasado miércoles 7 de mayo de 2008 en Morelos. De acuerdo con la Policía Federal (PF), ese día una camioneta con las características de la flotilla que utilizaba el operador del cártel de Sinaloa, Arturo Beltrán Leyva, transitaba por la Autopista del Sol, procedente del estado de Guerrero.
Era escoltada por cuatro vehículos con hombres fuertemente armados. Una patrulla de la Policía Federal los siguió de cerca. Por la frecuencia especial se recibió la orden de detenerlos.
A la altura de la caseta de Alpuyeca se les marcó el alto, pero las camionetas aceleraron. Salieron de la Autopista del Sol y tomaron la carretera que conduce a la zona sur del estado de Morelos, por el poblado de Xoxocotla. Tomaron la desviación hacia el Lago de Tequesquitengo.
Tres kilómetros más adelante, dentro de la zona poblada de Xoxocotla, los agentes federales alcanzaron a dos vehículos de la retaguardia del convoy: Una camioneta color arena, sin placas y con permiso de circulación del estado de Morelos, y una color blanco con placas del DF.
Ahí se dio un enfrentamiento. Resultó muerto el presunto gatillero José Guadalupe Esparza Sánchez, originario de Navolato, Sinaloa. También quedó herido el policía federal Alejandro González García, quien murió al ser atendido en un hospital de Cuernavaca. Dos sicarios fueron detenidos en el lugar.
Las escolta fue efectiva, cayeron algunos, pero El Barbas escapó.
Como muestra de su poder, horas después de la frustrada operación de captura, el comisionado de Seguridad Regional de la Policía Federal fue asesinado en el interior de su casa, justo cuando regresaba de haber coordinado desde sus oficinas el operativo para detener a Beltrán Leyva. La Muerte había ordenado su ejecución.
Ahora todos se reacomodan. Pero la Cultura de la Legalidad y los Valores Humanos deben de prevalecer, cueste lo que cueste.
AUSENCIA DE VALORES Y LA CULTURA LEGAL
Rafael Michel
No hay de otra: los padre de familia, tanto el hombre como la mujer, deben de poner atención a sus hijos y traerlos cortitos e inculcarles les guste o no los valores humanos y el respeto por la cultura de la legalidad en todos los sentidos; esto en todo el mundo. En los Estados Unidos Mexicanos -México- ya que en el año pasado -2009- ocurrieron 8 mil 281 narcoejecuciones, que significaron un promedio de 22 crímenes diarios, es decir, uno cada 65 minutos. Lo que hace que 2009 sea el más violento del sexenio de Felipe Calderón, de acuerdo con el recuento de los medios masivos de comunicación a nivel nacional. Aún desconozco a nivel mundial el número exacto.
Lo anterior contrasta con los 2 mil 773 asesinatos contabilizados en 2007, cuando el promedio de ejecuciones apenas era de siete al día, lo que significa que en menos de tres años el narcotráfico elevó sus delitos en 314 por ciento.
Durante 2008 el promedio de muertes al día se elevó a 15, cerrando el año con 5 mil 661, cifra 30 por ciento menor al total de ejecuciones ocurridas en 2009.
Chihuahua fue el más violento con 3 mil 637 muertes en 2009, y superó en mil 500 casos a los contabilizados un año antes y en más de 3 mil a las ocurridas en 2007.
En Ciudad Juárez se cometieron 71 por ciento de las ejecuciones documentadas este año en Chihuahua, lo que significa un aumento de 40 por ciento si se compara con 2008.
Guerrero es el segundo estado más violento, pues duplicó las 465 muertes que se habían sumado en 2008, seguido por Sinaloa, donde se cometieron 814 homicidios, cifra menor a las 945 de 2008, pero mayor a las 476 de 2007.
En 2009 también transcurrieron los días más violentos del sexenio. El primero fue el 16 de diciembre, cuando resultó muerto Arturo Beltrán Leyva durante un operativo de la Marina en Morelos. Ese día hubo 64 asesinatos.
El segundo día con mayor número de muertes fue el 10 de febrero,0 cuando un comando ultimó a 21 sujetos en Villa Ahumada, Chihuahua, además de otras 30 víctimas en ocho estados, seguido por el 2 de septiembre, con 50 ejecuciones
Las policías municipales fueron las que mayor número de asesinatos tuvieron con 218, seguido por 121 federales, 83 estatales, 16 de seguridad privada y 37 soldados.
El mayor número de policías ejecutados ocurrió en Chihuahua con 110 en 2009, seguido por Guerrero con 64, Michoacán con 60 y Sinaloa con 45 policías.
Los crímenes incluyeron la muerte de 149 menores de edad en todo el año, así como la ejecución de 411 mujeres, siendo diciembre el más cruento para ellas pues se registraron 75 asesinatos.
Otras de las víctimas fueron los funcionarios, pues en 2009 ultimaron a 37, además de 466 policías y militares caídos. Sin embargo, en 2008 se registró la muerte de 94 efectivos más que este año.
Destaca que 89 por ciento de los asesinatos en 2009 fueron en las entidades en las que el gobierno federal mantiene operativos militares: Baja California, Chihuahua, Durango, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas.
Ayer, 19 muertos
Este año comenzó con 19 ejecuciones en cuatro estados, destacando Chihuahua con 10 crímenes: cinco en Ciudad Juárez; en Guerrero mataron a uno, en Bocayna a dos y en Guadalupe y Calvo a otros dos.
Finalmente, en Baja California asesinaron a cinco; Durango, dos, y Michoacán, otros dos.
En todo el mundo deben de prevalecer siempre los valores humanos y la cultura de la legalidad, pese a quien le pese, sino no podremos tener un mundo sin drogar.
No hay de otra: los padre de familia, tanto el hombre como la mujer, deben de poner atención a sus hijos y traerlos cortitos e inculcarles les guste o no los valores humanos y el respeto por la cultura de la legalidad en todos los sentidos; esto en todo el mundo. En los Estados Unidos Mexicanos -México- ya que en el año pasado -2009- ocurrieron 8 mil 281 narcoejecuciones, que significaron un promedio de 22 crímenes diarios, es decir, uno cada 65 minutos. Lo que hace que 2009 sea el más violento del sexenio de Felipe Calderón, de acuerdo con el recuento de los medios masivos de comunicación a nivel nacional. Aún desconozco a nivel mundial el número exacto.
Lo anterior contrasta con los 2 mil 773 asesinatos contabilizados en 2007, cuando el promedio de ejecuciones apenas era de siete al día, lo que significa que en menos de tres años el narcotráfico elevó sus delitos en 314 por ciento.
Durante 2008 el promedio de muertes al día se elevó a 15, cerrando el año con 5 mil 661, cifra 30 por ciento menor al total de ejecuciones ocurridas en 2009.
Chihuahua fue el más violento con 3 mil 637 muertes en 2009, y superó en mil 500 casos a los contabilizados un año antes y en más de 3 mil a las ocurridas en 2007.
En Ciudad Juárez se cometieron 71 por ciento de las ejecuciones documentadas este año en Chihuahua, lo que significa un aumento de 40 por ciento si se compara con 2008.
Guerrero es el segundo estado más violento, pues duplicó las 465 muertes que se habían sumado en 2008, seguido por Sinaloa, donde se cometieron 814 homicidios, cifra menor a las 945 de 2008, pero mayor a las 476 de 2007.
En 2009 también transcurrieron los días más violentos del sexenio. El primero fue el 16 de diciembre, cuando resultó muerto Arturo Beltrán Leyva durante un operativo de la Marina en Morelos. Ese día hubo 64 asesinatos.
El segundo día con mayor número de muertes fue el 10 de febrero,0 cuando un comando ultimó a 21 sujetos en Villa Ahumada, Chihuahua, además de otras 30 víctimas en ocho estados, seguido por el 2 de septiembre, con 50 ejecuciones
Las policías municipales fueron las que mayor número de asesinatos tuvieron con 218, seguido por 121 federales, 83 estatales, 16 de seguridad privada y 37 soldados.
El mayor número de policías ejecutados ocurrió en Chihuahua con 110 en 2009, seguido por Guerrero con 64, Michoacán con 60 y Sinaloa con 45 policías.
Los crímenes incluyeron la muerte de 149 menores de edad en todo el año, así como la ejecución de 411 mujeres, siendo diciembre el más cruento para ellas pues se registraron 75 asesinatos.
Otras de las víctimas fueron los funcionarios, pues en 2009 ultimaron a 37, además de 466 policías y militares caídos. Sin embargo, en 2008 se registró la muerte de 94 efectivos más que este año.
Destaca que 89 por ciento de los asesinatos en 2009 fueron en las entidades en las que el gobierno federal mantiene operativos militares: Baja California, Chihuahua, Durango, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas.
Ayer, 19 muertos
Este año comenzó con 19 ejecuciones en cuatro estados, destacando Chihuahua con 10 crímenes: cinco en Ciudad Juárez; en Guerrero mataron a uno, en Bocayna a dos y en Guadalupe y Calvo a otros dos.
Finalmente, en Baja California asesinaron a cinco; Durango, dos, y Michoacán, otros dos.
En todo el mundo deben de prevalecer siempre los valores humanos y la cultura de la legalidad, pese a quien le pese, sino no podremos tener un mundo sin drogar.
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